En medio de la controversia por el “plan para seducir” a 100 mil argentinos para que se radiquen en Uruguay, en medio de un contexto de fuerte presión impositiva en Argentina, el ex diputado Francisco de Narváez se reunió con el presidente electo Luis Lacalle Pou, en un encuentro donde dialogaron sobre las empresas que el empresario mantiene en el país vecino.
“Trabajamos en varios países de la región, pero Uruguay es claramente el que preferimos por esta condición de estabilidad y de previsibilidad”, sostuvo De Narváez, quien es propietario en Uruguay del Grupo Ta-Ta que concentra la cadena de supermercados que lleva el mismo nombre, San Roque, BAS, Rapsodia, Multi Ahorro Hogar, WoOW! y Motociclo.
Tras la cita con el futuro mandatario uruguayo, que asumirá el 1 de marzo la presidencia de Uruguay, el ex diputado que supo ser contrincante del kirchnerismo en varias elecciones, y también aliado de Mauricio Macri, destacó que su “intención es seguir invirtiendo como lo estamos haciendo”.
Para el empresario, Uruguay "es un ejemplo para la región” que mantiene una tradición de "respecto a los países de la región, y sobre todo a la amistad y a la bienvenida que se le da al inversor extranjero y a los propios inversores uruguayos para generar puestos de trabajo que es lo que hace funcionar la economía”.
Según contó De Narváez al diario El País, las empresas que tiene radicadas a través del Grupo Ta-Ta cuentan con más de 6000 empleados en el país y que el 70% son mujeres, a las que definió como “nuestro principal activo”.
El empresario señaló que quiso “escuchar” el programa de Lacalle Pou sobre “su vocación respecto a la generación de empleos, sobre todo en el interior del país” y opinó sobre los costos uruguayos, que se pueden bajar al “ser más eficiente”. Además, dijo que su plan para los próximos años en Uruguay es “invertir más, que haya más puestos de trabajo en todo el país y seguir creciendo, brindándole calidad” a los consumidores uruguayos, que dijo “saben elegir”.
Sobre ese punto, el ex diputado afirmó que era “una buena decisión” la intención del mandatario uruguayo, así como también celebró el recambio de gobierno. “Uruguay es un país confiable y estable, que proyecta y genera confianza en términos de estabilidad”, agregó”, señaló De Narváez.
Desde hace unos años, el empresario colombiano -nacionalizado argentino en 1992- comenzó a tomar distancia lentamente de la vida política pública y empezó a concretar su retirada, después de perder las elecciones a gobernador bonaerense en el año 2011 y quedar segundo ante Daniel Scioli. Luego se recluyó en la actividad privada: es propietario del diario El Cronista Comercial y las revistas Apertura e Infomation Technology, las firmas Tía, Caro Cuore y Rapsodia.
Las definiciones del empresario se producen días después de que el presidente Lacalle Pou anticipó que iba a promover beneficios fiscales y jurídicos para extranjeros, con el objetivo de que familias se muden a ese país. Lo cierto es que el ministro de Turismo electo, Germán Cardoso precisó que esas iniciativas no estarían dirigidas exclusivamente a ciudadanos de Argentina.
El comentario de Lacalle Pou no estuvo exento de polémicas. “En vez de traer 100 mil cagadores argentinos preocupémonos de que los nuestros inviertan acá”, disparó fiel a su estilo el ex mandatario uruguayo José “Pepe” Mujica. Por su lado, el presidente Alberto Fernández también hizo una mención crítica a la iniciativa: “Sin ánimo de querer involucrarme en decisiones de otro país, y Luis (Lacalle Pou) sabe con el respeto que lo digo, tengo la impresión que a Uruguay le costó tanto salir de ese mote de paraíso fiscal que volver a caer en eso me parece que no es una buena idea. Yo esto lo digo desde el respeto que Luis merece, y sabe el cariño que le tengo”.
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