Venciendo estrecheces presupuestarias y a pesar de las críticas que distintos sectores de la industria naval nacional efectuaron al conocerse la decisión del ex presidente Mauricio Macri de encarar un proyecto de construcción de patrulleros oceánicos (OPV) para la Armada Argentina en astilleros extranjeros a un costo de más de 350 millones de euros, la primera de estas naves al mando del Capitán de Fragata Daniel Eduardo Giudici zarpó desde la base naval de Toulon, Francia en la mañana de este miércoles rumbo a la Base Naval de Mar del Plata donde tendrá su apostadero habitual.
El ARA “Bouchard” no fue construido expresamente para la Armada Argentina, se trata de una unidad con relativamente poco uso y gemela de las tres que se están construyendo en este momento en Francia. Tal como se acordó en el contrato realizado bajo la gestión de Oscar Aguad como Ministro de Defensa con la empresa francesa “Naval Group”, y aprobado mediante decreto 1078/18, una primera unidad sería proveniente del elenco de buques actualmente en servicio en la armada gala y las otras tres nuevas.
A las críticas oportunamente esgrimidas por representantes navales nacionales, la gestión de Macri contrarrestó con el argumento de la urgencia en la provisión de las mismas dado el escaso poder naval que actualmente posee la Armada en materia de patrullado marítimo. “Francia se comprometió a entregar las cuatro unidades en un plazo no mayor a los tres años, mientras que con los astilleros locales el plazo de entrega se eleva a por los menos seis años, sostuvieron en su momento los ahora ex funcionarios de Defensa.
Marcando un contrapunto con este criterio, en declaraciones a Infobae, el actual ministro Agustín Rossi efectuó una defensa de la industria naval nacional, remarcando que para sucesivas construcciones se priorizará la industria nacional o al menos la compra de alguna unidad en el exterior pero en forma conjunta con la patente para poder luego construir unidades similares en el país.
Las patrulleras oceánicas
En Argentina existen algunas áreas de acción parcialmente superpuestas entre la Armada Argentina y la Prefectura Naval. El control de los recursos marinos es una de ellas. Por un lado la Armada sostiene que más allá de las 12 millas marinas contadas a partir de la línea costera de más baja marea, el control de la soberanía económica es potestad de esa institución. Asimismo la Prefectura Naval Argentina es quien en los hechos ejerce la mayor presencia en alta mar mediante sus buques guardacostas clase “Mantilla” y con su sistema de control a distancia bautizado “Sistema Guardacostas”.
Uno de los principales problemas con los que tropieza la Armada es el que guarda relación con la utilización de buques de guerra con prestaciones que exceden las necesarias para el control de la pesca ilegal y por ende con el elevado costo diario que tiene movilizar por ejemplo una corbeta de combate para tareas de tipo policial.
Las OPV (Ocean Pratroll Vessel, o Buque de Patrulla Oceánica) son unidades de liviano porte, artilladas con ametralladoras de 30 y 12,7 mm. Sus dimensiones son 87 metros de eslora, 13,6 mts de manga con un calado de 3,8 metros. Su desplazamiento (peso) de 1.650 toneladas y está preparado para navegar con una dotación de 40 personas ( un número sensiblemente menor al necesario para operar una corbeta); su autonomía es de 7.500 millas náuticas ( 13.900 kmts) con velocidad media pudiendo alcanzar una velocidad máximas de 21 nudos ( 38 kmts/h), un número muy superior a la que desarrollan los pesqueros a los que deberá controlar, facilitando de esta manera eventuales operaciones de persecución y abordaje para control.
La unidad que se acaba de incorporar fue recorrida en forma integral en Francia renovándose mecanismos y sistemas obsoletos y se la sometió a una limpieza y pintado del casco en el dique seco de la base naval Francesa. En forma simultánea, la dotación argentina fue entrenada y capacitada en la operación de la nave y sus sistemas operativos.
El “Bouchard” debe su nombre al marino francés Hipólito Bouchard quien durante la gesta emancipadora luchó al servicio de las Provincias Unidas del Río de la Plata y también intervino en la emancipación de Perú. El reglamento naval en vigencia establece qué tipo de unidades de superficie deben ser bautizadas con nombres de héroes de la Armada.
Siempre citando declaraciones del actual ministro de defensa a este medio, El Gobierno no descarta elaborar algún acuerdo de cooperación entre los ministerios de Defensa y Seguridad para que las patrullas marítimas de control de los recursos vivos y minerales de interés para Argentina sean realizados en forma conjunta por personal de la Armada y la Prefectura Naval, optimizando de esta forma el aprovechamiento de los recursos técnicos y económicos.
Los primeros reportes enviados a pocas horas de iniciada la navegación desde el buque hacia la Dirección de Material Naval de la Armada dan cuenta de un comportamiento satisfactorio de la embarcación. Antes de ingresar al mar argentino, el “Bouchard” realizará una escala de aprovisionamiento logístico en Río de Janeiro (Brasil) estando prevista su llegada a Argentina para la primera semana de Febrero.
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