Si bien Hebe de Bonafini expresó su apoyo a Alberto Fernández desde el mismo momento en que se conoció su candidatura a la presidencia, en los últimos tiempos algunas medidas y declaraciones del Presidente generaron el enojo de la dirigente de Madres de Plaza de Mayo.
Hace dos semanas, en una de las tradicionales rondas de los jueves, Bonafini le exigió al mandatario que “tome las riendas” de los medios de comunicación, a los que calificó como “basura y mierda”. En esa oportunidad, Bonafini brindó un fuerte mensaje en el que buscó presionar al Presidente. “Pensá un poquito, no precisás ser un genio”, fue una de las frases dirigidas a Fernández que mostraron el tono de su malestar.
En las últimas horas, el Presidente recibió a organismos de derechos humanos –reunión a la que no asistió Bonafini– y allí hizo unas declaraciones sobre los detenidos kirchneristas que no le cayeron bien a la titular de Madres. Durante ese encuentro, Fernández consideró que en la Argentina “no hay presos políticos sino detenidos arbitrarios”, una frase que disgustó mucho a la presidente de Madres de Plaza de Mayo.
A través de las redes sociales de la asociación que preside, Bonafini difundió una carta titulada “Hablemos claro” en la que sostuvo que “Amado Boudou es un preso político”, al tiempo que le exigió al Presidente que “decida de qué lado está”.
“Debe decidir si está con el Poder Judicial, mayoritariamente corrupto, o con los presos políticos. Es sencillo, solo eso le pido", escribió.
Si bien son varios los ex funcionarios kirchneristas que estuvieron o están detenidos, Bonafini solo mencionó a Boudou. Sobre el ex vicepresidente, sostuvo en la carta: “Fue un funcionario que se la jugó cuando le quitó a los bancos el gran negocio de las AFJP. Se la jugó, y así se ganó el amor de muchos y el odio de otros".
Bonafini y Boudou siempre tuvieron una óptima relación. En diciembre de 2018, cuando el ex ministro de Economía recuperó la libertad por un tiempo, visitó a Hebe en la Plaza de Mayo apenas un día después de dejar la cárcel.
Boudou está detenido en la cárcel federal de Ezeiza, donde cumple condena por el caso Ciccone. En agosto de 2018 fue condenado a cinco años y 10 meses de prisión por los delitos de cohecho pasivo y negociaciones incompatibles con la función pública en la compra, a través de una empresa pantalla, de la calcográfica Ciccone. En octubre del año pasado, el Tribunal Oral Federal 4 le redujo dos meses y medio la condena al considerar que ya había estado detenido durante ese tiempo por una causa conexa.
Mañana habrá una nueva marcha encabezada por Bonafini, como cada jueves desde hace muchos años. Seguramente no dejará pasar la oportunidad de referirse nuevamente al tema.