Cristina Kirchner volvió este fin de semana de Cuba, hacia donde había viajado para pasar las fiestas junto a su hija Florencia, y planea en las próximas horas reunirse con Alberto Fernández para conversar sobre temas pendientes de la gestión y, en especial, cuestiones vinculadas al temario de sesiones extraordinarias que el Presidente quiere apurar a partir de la última semana de enero en el Parlamento.
Aún no hay precisiones del encuentro entre el jefe de Estado y la vicepresidenta, que tuvieron fluidas charlas durante la estadía de la ex Presidenta en Cuba y que se habían visto en Olivos antes de fin de año, en la vuelta de la ex senadora a la quinta presidencial desde su salida del gobierno, en diciembre del 2015. Cristina Kirchner definió en esta nueva etapa prescindir del despacho que el vice tiene asignado en Casa Rosada.
“(Cristina) Interviene en la medida en que pasen cuestiones por el Senado, de la agenda legislativa, obviamente ella es la primera en participar por su rol de vicepresidenta y de presidenta del Senado. Es una vicepresidenta excepcional, que fue presidenta por ocho años. Esa es la realidad. Tener en nuestro equipo a Cristina es tener a (Lionel) Messi. ¿No lo vas a hacer jugar a Messi?”, explicó Santiago Cafiero, jefe de Gabinete, en la entrevista de este domingo de Infobae, cuando se le consultó por el rol de la vicepresidenta.
Cafiero, según supo este medio, participaría de la conversación que el Presidente y su vice tendrán en las próximas horas.
Fernández y el presidente de la Cámara baja, Sergio Massa, ya anticiparon la decisión del Poder Ejecutivo de convocar a sesiones extraordinarias para después del 22 de enero en el Parlamento, con un temario que incluye la reforma judicial, en la que trabajan la ministra Marcela Losardo y el secretario de Asuntos Estratégicos, Gustavo Béliz. Y con la que el Gobierno busca restarle poder a los tribunales federales de Comodoro Py, con los que el kirchnerismo tuvo una relación ambivalente en los últimos años.
En la agenda figura además la reforma jubilatoria con la cual el Gobierno pretende implementar la nueva fórmula de actualización de los haberes, tras la suspensión de la implementada por la anterior gestión, en diciembre del 2017, y la polémica de fin de año en torno a la sanción de la ley de emergencia. Y cuestiones vinculadas a la agenda social y económica.
Fernández convive desde el inicio de la gestión con el fantasma de la injerencia de la ex Presidenta en su gobierno. Es que, más allá de su figura, la vicepresidente colocó en lugares clave a dirigentes de su entorno, por ejemplo en la ANSES, el PAMI o la Oficina Anticorrupción.
Antes de volar hacia Cuba, Cristina Kirchner ordenó además una auditoría interna de la gestión administrativa de Gabriela Michetti.