Mientras el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, negocia con el presidente Alberto Fernández los detalles del recorte de recursos coparticipables que recibirá la ciudad de Buenos Aires, el Frente de Todos porteño se prepara para ejercer una oposición “firme pero racional” en el último bastión del macrismo.
Según explicaron a Infobae fuentes de la oposición porteña, el objetivo para el 2020 será marcar en forma constante las diferencias entre la gestión larretista y el gobierno nacional pero sin perder el perfil “dialoguista”.
En esa línea, adelantaron que la idea no es “marcarle la agenda al oficialismo porteño porque la agenda la marca la Nación”. “Lo que no vamos a hacer es salir a batir el parche todo el tiempo. Va a ser una oposición siempre articulada con Nación y muy propositiva, vamos a echar luz sobre los temas donde hay problemas de gestión”, aseguraron.
En el Frente de Todos reconocen que ahora la expectativa con lo que sucede en la Capital es un poco mayor debido a que el Presidente proviene de ese distrito y porque es el último reducto del macrismo puro.
“Al neoliberalismo lo vamos a terminar de derrotar cuando ganemos en la ciudad y en 2023 vamos a tener una buena oportunidad si las cosas salen bien a nivel nacional”, aclararon. Y también destacaron que en las próximas elecciones contarán con una ventaja extra: el PRO deberá construir un nuevo candidato ya que tanto Rodríguez Larreta como su vice, Diego Santilli, no podrán competir.
El interés de Alberto Fernández en la ciudad es innegable. Participó en la campaña, designó al histórico referente del peronismo porteño Juan Manuel Olmos como jefe de asesores, nombró ministro de Turismo y Deporte al ex candidato Matías Lammens, e impulsó a su amigo personal Claudio Ferreño como jefe del bloque del Frente de Todos.
En la Legislatura, Juntos por el Cambio disfrutará de una mayoría simple automática que le permitirá aprobar leyes sin mayores complicaciones, pero ya no contará con los dos tercios necesarios para algunos proyectos especiales, como por ejemplo la venta de tierras.
Desde el Frente de Todos ya adelantaron que votarán en contra de todos los intentos de seguir vendiendo tierras públicas, una de las estrategias que el alcalde porteño más utilizó para financiar proyectos de obra pública. “Nuestro bloque no puede imponer nada solo, pero puede poner un freno”, explicaron.
Sus referentes destacan la “vocación de unidad” que hoy experimenta el peronismo porteño, que durante los últimos años acostumbró ir por separado. Juran que no hay tensiones internas y que todos trabajan en coordinación, aunque reconocen que jugar en equipo es fácil tras los buenos resultados electorales y mientras dure la luna de miel con Alberto Fernández.
También explican que la articulación con el gobierno nacional será un eje clave. Incluso en los primeros 30 días de gestión ya hubo varias muestras de cómo funcionará el tándem con la Casa Rosada. El mes pasado, por ejemplo, gran parte del bloque acompañó a la ministra de Seguridad nacional, Sabina Frederic, en su recorrida por el predio de la Policía Federal que el Gobierno de la Ciudad intentó rezonificar para habilitar desarrollos inmobiliarios.
En la misma línea, este viernes emitieron un comunicado para “celebrar y acompañar” el diálogo entre el jefe de Gobierno y el Presidente en relación a la negociación sobre la coparticipación.
Según trascendió, la Casa Rosada busca reducir el porcentaje de 3,5% a 2,5% para destinar esos fondos a otras provincias con mayores emergencias presupuestarias. En 2016, Macri subió el coeficiente de participación de la ciudad del 1,4% al 3,75%, finalmente quedó en 3,5% en el marco del Pacto Fiscal.
“El Gobierno nacional se encuentra dialogando, no sólo con la ciudad de Buenos Aires, sino con todas las jurisdicciones del país, cuál es la situación fiscal en la que están y la voluntad del Gobierno sigue siendo el consenso con todos los sectores. Tenemos que trabajar para lograr los equilibrios para que en este estado de situación algunos tengan presupuesto para resolver la emergencia”, plantearon desde el bloque del Frente de Todos.
Hasta el momento, el jefe de Gobierno también se mostró en la misma sintonía “dialoguista": se reunió varias veces con Alberto Fernández y con su ministro del Interior Wado de Pedro, accedió a remover las rejas de la Plaza de Mayo a pedido del Presidente, y también congeló la tarifa del subte para no desentonar con las políticas nacionales. En la sede de Usapallata nadie niega las intenciones presidenciales del alcalde, pero calculan que sería muy desgastante aplicar una estrategia de confrontación desde el primer día. La tregua, calculan en ambos lados de la grieta, durará por lo menos hasta las elecciones legislativas de 2021.
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