“Es asfixiante, no es fácil para nadie”: las impresiones de una periodista brasileña que visitó la Argentina por una semana

Janaína Figueiredo, que supo ser corresponsal del diario 0’Globo en Buenos Aires hasta 2018, hizo un análisis de lo que vivió recientemente en “un país lleno de incertidumbre”

Janaína Figueiredo, periodista brasileña que trabaja para el diario 0'Globo

La periodista brasileña Janaína Figueiredo, quien supo ser corresponsal del diario O’Globo en Buenos Aires hasta 2018, estuvo de visita en el país durante una semana y contó en sus redes sociales cuáles fueron sus impresiones de cómo viven los argentinos en medio de la crisis económica.

“No es fácil para nadie”, señaló Figueiredo en alusión a la “grieta” que sigue dividiendo la opinión de los ciudadanos. “Quien no ha votado por Alberto Fernández y Cristina Kirchner está profundamente preocupado. Quien los votó, está esperando, pero también angustiado”, analizó la periodista a raíz de las últimas medidas tomadas por el nuevo Gobierno para hacerle frente a la “herencia” recibida.

Mientras que algunas personas se muestran conformes con el congelamiento de tarifas del transporte público, el aumento salarial para el sector privado y la puesta en marcha de un plan contra el hambre; otros critican la suba de retenciones al campo, la doble indemnización en caso de despidos, el congelamiento de la movilidad jubilatoria, el cepo al dólar y el impuesto del 30% a las compras en el exterior.

“Lo que veo es un país lleno de incertidumbre”, remarcó la profesional, quien venía cubriendo la realidad económica, política y social de nuestro país desde 1999 y ahora se encuentra nuevamente trabajando en Río de Janeiro.

Infobae contactó a Figueiredo, quien se excusó de hacer mayores comentarios a los que publicó en sus redes.

En su recorrido por las calles del microcentro, se encontró con mucha gente que pretendía hacer la operación que en Argentina conocemos como “puré”: vender en cuevas a $72 los dólares que se compraron en el banco en torno a los 63. “Para pagar sus cuentas, mucha gente vende dólares en el mercado paralelo", contó.

Figueiredo estuvo en Buenos Aires antes de la entrada en vigencia de la Emergencia Económica, que impuso un impuesto de 30% al acceso a los dólares. Hoy, la divisa norteamericana se vende en los bancos a casi 82 pesos y rige un límite de USD 200 mensuales por cada persona. La misma cotización está vigente para las operaciones con tarjetas de crédito, un valor muy por encima del que se consigue en otros mercados paralelos.

La reportera se lamentó también de que existan muchos argentinos que están pensando en emigrar, en busca de un futuro mejor en otro país: “Regresaron a las colas en consulados, como el italiano, para obtener la ciudadanía y abandonar el país”.

Como es un fenómeno reciente, todavía no hay un registro oficial de cuánta gente se fue a vivir al exterior. Pero una nota publicada por la agencia internacional Associated Press afirmó que a causa de la crisis económica, muchos argentinos eligen irse a vivir a Europa y la mayoría tiene entre 20 y 40 años. Además, una encuesta reciente de la UADE confirmó la tendencia en la clase media alta.

La periodista, además, hizo foco en el mercado inmobiliario. “Hay mucha preocupación a corto plazo, el mercado inmobiliario está semi paralizado y se vende muy duro”. De hecho, las estadísticas así lo confirman: el sector cerró el año con los peores números de su historia y lo atribuyen a la devaluación, la suba de las tasas de interés y la incertidumbre política y económica.

Al costo de vida también lo percibió como uno de los principales enemigos de los argentinos, que hace que se paguen precios exorbitantes no solo por los alimentos que integran la canasta básica sino también por un helado o un plato de comida.

“Ir al supermercado da miedo, precios por las nubes para quienes ganan en pesos. Los presupuestos se ajustan de semana en semana”, se lamentó. Y agregó: “Un kilo de helado en barrios como Palermo y Belgrano cuesta casi 800 pesos y un almuerzo en la misma región para dos puede costar 1500 pesos o más. Es asfixiante”.

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