Tras elevar los niveles de alerta y reforzar todos los operativos de seguridad en el país a raíz de la muerte del general iraní Qassem Soleimani, Argentina emitió un comunicado en el que manifestó “preocupación” por la situación en Medio Oriente y pidió que la negociación y la diplomacia sean privilegiadas para solucionar los conflictos.
El poderoso general Qasem Soleimani, muerto ayer en Bagdad en un bombardeo ordenado por Estados Unidos, era uno de los personajes más populares de Irán y un alfil clave en la política de estrategia militar iraní en Medio Oriente, además de un temido adversario de Estados Unidos y sus aliados.
Estrella política y militar en el país persa, Soleimani -de 62 años- forjó su reputación de hombre aguerrido durante los ocho años de la sangrienta guerra entre Irán e Irak (1980-1988), cuando comandó una de las divisiones del Ejército iraní.
En esa década se hizo conocido por encabezar misiones de reconocimiento dentro del territorio enemigo, lo que le valió el nombramiento de comandante de división cuando aún no había cumplido los 30 años. Años más tarde, se hizo visible por el destacado papel que tuvo durante la guerra contra la milicia islamista radical Estado Islámico (EI) en Irak y Siria, tras la cual Teherán ha logrado ampliar su peso y su red de influencias en la región.
Considerado hombre de confianza del ayatollah, a quien reportaba directamente, Soleimani era desde hace más de dos décadas comandante del grupo élite Quds de la Guardia Revolucionaria de Irán, responsable de las acciones militares encubiertas de las fuerzas iraníes en el extranjero.
Esta tarde, funcionarios del gobierno de Alberto Ferández se pusieron en contacto con la embajada de Estados Unidos en Buenos Aires para “estar a disposición de cualquier eventualidad o prevención necesaria”.
El comunicado completo:
La República Argentina ve con preocupación los recientes acontecimientos ocurridos en Medio Oriente.
Eventos violentos protagonizados en un mundo global y consecuentemente hiper-conectado, tienen el potencial de tener consecuencias directas en todo el planeta.
Nosotros, los argentinos, podemos dar testimonio de lo dicho. En nuestro pasado reciente hemos sido víctima al menos en dos oportunidades de actos de terrorismo internacional.
Ante esa realidad y en virtud de nuestra propia experiencia, el Gobierno Nacional insta a las partes en conflicto a que dispongan las medidas que permitan contener la tensión y trabajar en pos de una salida pacífica y negociada que evite escaladas que pongan en riesgo la seguridad internacional.
Como siempre lo ha hecho, también esta vez privilegiamos la vía de la negociación y la diplomacia para la solución de los conflictos.
En ese sentido, hace un llamado a la comunidad internacional para que todos asumamos posiciones constructivas y reclama a las organizaciones multilaterales a través que asuman las responsabilidades que se les han confiado, en particular en materia de paz y seguridad internacional.
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