- ¿Cómo analiza estos primeros días de la temporada 2020?
Hay mucha gente. Tenemos mucha gente de Brasil, europeos, americanos y a los argentinos propietarios, que son habitués de Punta del Este. Hay mucha gente que viene de afuera de la región, como los europeos, que vinieron a dos grandes fiestas electrónicas que se hicieron estos días y que tuvieron una gran convocatoria.
La temporada está yendo muy bien, sin problemas, salvo que no ha salido mucho el sol (risas) Tuvimos un par de días feos pero todo lo demás está muy bien. Después del 12, el tema ya cambia porque la presión de las economías se va a hacer sentir.
-¿Qué opina del “dólar turista” y cómo afecta la llegada de argentinos a este país?
Es una medida que la asemejé a un corte de puentes. Por supuesto, el gobierno argentino tiene el derecho de manejar su política, pero le hace daño a la posibilidad de un entendimiento en serio en el Mercosur: demuestra que este Mercosur no existe. Poco podemos esperar de él y, creo que a la larga, perdemos todos. Los uruguayos no podemos decir mucho porque somos un país chiquito pero, de todas maneras, van más miles de uruguayos a toda la Argentina a comprar, que argentinos a turistear en Punta del Este. Es así. Son muchos más los miles de uruguayos que van a la Argentina, que argentinos que vienen a pasar el verano a Punta del Este. Entonces, ¿qué tendría que hacer Uruguay? ¿Una medida espejo? ¿hacer lo mismo?. No es una manera de relacionarse entre dos países hermanos, tan cercanos y que tenemos los mismos intereses.
Si Brasil le aplica una medida espejo a la Argentina, lo va a sentir mucho más, porque son muchos más los miles de brasileños que van todo el año a la Argentina, que los argentinos que van a veranear a Florianópolis. No es la manera de relacionarse. Creo que esto no está bien.
Hay una delegación de empresarios de mi Departamento que fueron a hablar con las autoridades argentinas, pero espero que mi presidente Luis Lacalle Pou -cuando asuma a partir de marzo- se ocupe de buscar otra relación con el Mercosur e intervenga en una puesta que pueda hacer rever esta medida, y que ese 30 por ciento quede para aquellos gastos fuera de la región. Y, de esa manera, tratar de dar una señal de que es posible trabajar juntos.
Si trabajáramos coordinados y juntos seríamos una potencia, porque somos el granero del mundo, la base alimentaria más importante, junto con Brasil, Argentina y Paraguay. Pero trabajamos en solitario. Esta medida del 30 por ciento, sin consulta, es una medida que -sin duda- no habla bien de la relación entre nuestros países.
-¿Le hubiera parecido bien que ese 30 por ciento se aplicara para viajes a otros países, que no sean parte del Mercosur?
Me parece que esa hubiera sido una medida justa, sobre todo, en un momento en el que nosotros no estamos haciendo las mismas medidas para los que visitan a la Argentina y los brasileños tampoco. No vivimos en una isla: Argentina es una gran país, rodeado de un montón de países y nos precisamos todos. Argentina tiene sus problemas, pero nosotros también tenemos los nuestros. Entonces, ¿Cuál es la salida? ¿Nosotros vamos a resolver los nuestros y se van al tacho todos los acuerdos del Mercosur?. ¿Nos vamos a negociar con los chinos, con los coreanos...? Así se empieza. Pero, así no nos sirve a ninguno.
-¿Cree que hay alguna probabilidad de que esa medida se deje sin efecto?
Yo creo que tiene que haber un diálogo y confío en que mi presidente va a trabajar en esa línea. Porque al Mercosur le está faltando diálogo y encuentro. El dólar turista muestra que el Mercosur no existe. Nosotros estamos prisioneros de eso. Como país chico, estamos prisioneros de políticas proteccionistas -tanto de Argentina, como en otro momento, de Brasil- y, si no nos abrimos al mundo, cada vez vamos a estar más atrasados. Cerrarnos al mundo es síntoma de desocupación, bajos salarios, atraso y pérdida de puestos de trabajo.
-¿Hay menos argentinos este año?
Sí, por ahora hay menos argentinos -no muchos menos- pero después del 10 o del 15 de enero va a haber menos. Porque evidentemente es sentido común que, cuando hay un apriete económico, lo primero que uno hace es achicar los gastos superfluos o medirse, salvo aquel que está muy cómodo. Pero el habitante medio de nuestros países está pasando dificultades. Por eso, desde Maldonado se hizo toda una política de concientización al sector privado de bajada de costos, de precios, cuidar los servicios, brindar promociones para tratar de compensar en algo la diferencia económica que existe con nuestras monedas.
Es un plan que empezamos este año junto con el sector privado: 3 por 2, 2 por 1, descuentos, regalías...además del IVA y de la reducción de impuestos. La gente viene a Maldonado, a Punta del Este, a Piriápolis porque la pasa bien. Gastan menos, se cuidan en los gastos pero descansan y lo pasan con su familia, recargan las pilas... así lo piensan.
-¿Cómo avanza la construcción de la “Zona Joven” de Maldonado?
Acabamos de mudar a las últimas dos familias que formaban parte del asentamiento del Arroyo Maldonado -El Placer. Se realojaron casi 200 familias. Nos llevó tres años, pero cumplimos el objetivo de recuperar esa tierra que es hermosa y es la costa del Arroyo Maldonado. Era algo de unos pocos y ahora es de toda la comunidad, ya que vamos a hacer un parque público sobre el arroyo. Y también, damos una señal de respeto hacia la propiedad, y una señal de desarrollo urbanístico importante.
El parque que se va a desarrollar va a tener la impronta de mucha movida para los jóvenes. De un lado, van a estar los foodtrucks y, del otro lado, van a estar los pubs: en el medio, pura naturaleza y pura recuperación de los humedales, de la vegetación y de la costa del arroyo. Sacamos casi 2 mil camiones de escombros de las casas que habían levantado. Se está insinuando un lindo parque.
-¿Qué proyectos trae este 2020?
Muchísimos proyectos. Está habiendo un gran desarrollo urbanístico e inmobiliario. En estos dos últimos años, aprobamos 1.740.000 metros cuadrados de obra. Es mucho. La gran parte ya empezó y va muy avanzada. Otros están por empezar. Eso es lo que nos sorprende en momentos como este. Por ejemplo, la semana pasada se hizo la presentación de un gran emprendimiento de 80 mil metros cuadrados en Maldonado. Esta semana vino a verme una persona que está haciendo dos emprendimientos, y va a iniciar un tercero. Hay toda una señal de crecimiento de este Departamento para los próximos años y con buenos proyectos.
La mayor parte de estos emprendimientos son efectuados por gente que no está pendiente de la venta: tiene resto para hacerlo y después salir a vender. Así que, son obras que se van a terminar. Muy buenas obras. Esa es una señal importante del crecimiento del destino.
Nosotros hicimos descuentos impositivos y una serie de beneficios que el empresario los vio y apostó. Estamos contentos. Estamos creciendo. Algo de trabajo estamos resolviendo. Son todos proyectos urbanísticos muy buenos, finos, elegantes y muy competitivos.
-¿Qué expectativas tiene con el cambio de gobierno en Uruguay?
Tenemos una expectativa importante con el cambio de gobierno. Cuando hay un cambio de gobierno, hay una esperanza. Gana el pueblo y gana la democracia: el que gana dice “voy a tener que ser mejor que ellos para no perder”. El que ganó, ese día ya está pensando en no perder. Y, el que pierde, hace una autocrítica y analiza por qué perdió. Entonces, trata de corregirse para la vuelta. Eso permite que el pueblo piense “hoy te saco, mañana te pongo” y así avanzar.
El gobierno electo asume en marzo y tenemos la expectativa de mucho respaldo, porque el presidente electo conoce muy bien y le tiene mucho cariño a nuestro Departamento. Y eso nos ayuda.