El gobierno de Alberto Fernández tiene previsto avanzar en lo inmediato en un plan de apoyo a la candidatura de la ecuatoriana María Fernanda Espinosa para dirigir la Organización de Estados Americanos (OEA) en contraposición con la reelección que aspira el actual secretario de ese organismo Luis Almagro.
El Presidente ya dio instrucciones a su canciller Felipe Solá para apoyar a Espinosa y acompañar así la posición que lidera México junto con varios países de Centro América, el Caribe, Ecuador y Perú -entre otros- para renovar el liderazgo de la OEA. Esta jugada podría implicar un nuevo frente de conflicto del gobierno argentino con Estados Unidos ya que la administración de Donald Trump avaló desde el primer momento a Almagro en su estrategia crítica hacia el régimen de Venezuela.
Si bien la elección por la sucesión de Almagro se definirá recién el 20 de marzo, es muy probable que la semana que viene el canciller Solá dialogue de este tema en la cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) con sus pares de la región. De hecho, esa cumbre se realizará en México y el gobierno de Manuel López Obrador es un ferviente entusiasta de la candidatura de Espinosa para la OEA.
“Está claro que Almagro cumplió un ciclo y que ahora debemos apostar por un diálogo diferente en la región desde la OEA que incluya un diálogo con la Venezuela de Maduro”, explicó a Infobae un allegado al Presidente en relación al respaldo que le dará la Argentina a la candidata de Ecuador para el organismo regional.
Además, se supo que Espinosa, que fue canciller de Rafael Correa y del presidente ecuatoriano Lenin Moreno ya mantuvo varios contactos informales con referentes del gobierno de Alberto Fernández en medio de su road show que está haciendo por varios países de la región para sumar voluntades en la votación del 20 de marzo. Es que el ganador debe recabar al menos 18 votos de un total de 34 para acceder a la secretaría general de la OEA.
La candidata de Ecuador para la OEA envió una carta al gobierno argentino como lo hizo con los restantes 33 miembros de ese organismo. En esa misiva Espinosa sostuvo que el secretario general “no debe promover ideologías personales o intereses nacionales o partidistas” sino “centrarse en el logro colectivo de los objetivos” de sus Estados miembros. También Espinosa mantuvo contactos reservados en los últimos días con funcionarios de la Casa Rosada para explicar su estrategia y los planes que tiene pensado para dirigir la OEA si logra ganarle a Almagro.
Espinosa fue tres veces ministra y ex embajadora ante la ONU en Nueva York y Ginebra durante el gobierno del izquierdista Rafael Correa en Ecuador aunque también se desempeñó como ministra de Relaciones Exteriores en el Gobierno de Lenín Moreno. En septiembre del año pasado, Espinosa culminó su mandato como presidenta de la Asamblea General de las Naciones Unidas, en el que hizo historia al ser la primera latinoamericana en ocupar el cargo.
La candidata de Alberto Fernández para la OEA aspira a mantener una postura más dialoguista con el régimen de Venezuela que lidera Maduro aunque también deslizó que quiere “tender un puente” con el presidente interino Juan Guaidó.
Ayer, en una entrevista que le hizo el diario El País, Espinosa dijo sin vueltas: “Un diálogo para ser provechoso tiene que ser entre todos los actores y esas decisiones la toman todos los Estados. Lo que sí tenemos que reconocer son dos cosas: que el tema de Venezuela ha copado la agenda de la OEA, ha sido un factor que ha polarizado a los países del hemisferio y, finalmente, [el organismo] no ha logrado un resultado positivo que haya resuelto la crisis”. Estas declaraciones fueron leídas por algunos diplomáticos norteamericanos como una velada crítica a Almagro aunque en rigor eso forma parte de los lineamientos que propondrá Espinosa si logra llegar a ocupar la Secretaría General de la OEA.
El otro tema que deslizó la candidata a suceder a Almagro que avala el gobierno argentino es la postura ante la situación de Bolivia. “La buena noticia de Bolivia es que ha habido un proceso dentro de un conflicto muy fuerte. Ha habido un proceso de diálogo en el que se ha acordado una elección por todos los actores involucrados. Aquí celebro profundamente el rol facilitador que le corresponde a Naciones Unidas. El tema es que la OEA tiene que ser un actor neutral, tiene que ser un actor técnico neutral y un actor también político, pero que recoja las voces de los Estados que la conforman. Eso es fundamental”, dijo Espinosa sobre el tema en abierta contraposición con la postura crítica de Almagro hacia Evo Morales.
También Espinosa juega sus cartas fuertemente bajo la idea de que “es tiempo de tener una mujer al frente de la OEA", como dijo últimamente. Quizá esa sea otra de las variables que elegirán sus aliados a la hora de tomar una definición y fundamentar ese desafío.
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