A tres semanas de la asunción de Alberto Fernández en la Presidencia, sigue sin definirse quién estará al frente de un organismo clave para controlar al Poder Ejecutivo: la Auditoría General de la Nación (AGN). Con rango constitucional y autonomía funcional desde 1994, es la encargada del control externo posterior de la gestión. Para eso, elabora informes que eleva al Congreso de la Nación, con conclusiones y observaciones de la ejecución del gasto público y aplicación de las normas.
Es el organismo que, por ejemplo, advirtió en 2014 sobre los desmanejos y desvíos de fondos ocurridos en el programa “Sueños Compartidos”, destinado a la construcción de viviendas sociales, de la Fundación Madres de Plaza de Mayo, a cargo de Hebe de Bonafini y de los hermanos Sergio y Pablo Schoklender. Es el que también alertó, a dos años de la tragedia de Once, sobre “la alarmante situación” en que se hallaban los trenes por “la ausencia de mantenimiento” y “fallas de seguridad” que ponían al descubierto “el estado de vulnerabilidad” en el que viajaban los pasajeros. La AGN realizó al menos “25 informes de gestión" en el sector de transporte de trenes entre 2002 y 2012 que daban cuenta de “la ausencia de mantenimiento y vías con alto deterioro hasta pasos a nivel sin barreras o falta de funcionamiento, y material rodante obsoleto”. De hecho, el recientemente fallecido ex titular de la AGN, Leandro Despouy, declaró en el juicio oral por la tragedia ferroviaria.
Por su rol de contralor, el presidente de la AGN es elegido por el principal partido de la oposición con representación parlamentaria. Durante los últimos cuatro años y hasta el 4 de diciembre último, ese cargo fue ocupado por el peronista Oscar Lamberto. Desde entonces, el cargo está vacante por la falta de acuerdo entre los dos socios de Juntos por el Cambio, la Unión Cívica Radical y el PRO.
Poco antes de dejar el poder, Mauricio Macri intentó promover a su compañero de fórmula, el hoy ex senador justicialista Miguel Pichetto. Pero la UCR reclama ese lugar para sí, con el argumento de que posee mayor cantidad de legisladores en ambas cámaras del Congreso. A la hora de afilar números, sostienen que si bien en la Cámara baja el radicalismo tiene 47 diputados y el PRO, 51, en el Senado la supremacía radical es mucho más abultada: 15 a 8. “La cuenta es claramente favorable a la UCR y el partido reivindica, de acuerdo a lo que dice la ley, la presidencia”, le dijo a Infobae una importante espada parlamentaria del radicalismo.
Quien tendría mayores apoyos del partido centenario para ocupar la presidencia de la AGN es el actual auditor e histórico dirigente radical Jesús Rodríguez. Más allá de las conversaciones con el PRO, el nombre del candidato de la UCR debe ser definido por la mesa directiva del partido, donde pisan fuerte el ex gobernador de Mendoza, actual diputado y presidente del Comité Nacional, Alfredo Cornejo; Gerardo Morales, gobernador jujeño y secretario general de la UCR; y Enrique “Coti“ Nosiglia, a cargo de la Secretaría de la Ciudad de Buenos Aires.
“Hubiera sido deseable que ya estuviera resuelto. Pero la decisión está en manos del partido”, admitió a Infobae una fuente del radicalismo. “De hecho, no hubiera sido necesario ni siquiera esperar al 10 de diciembre, se podría haber definido después de la oficialización de los resultados de legisladores nacionales por la Justicia electoral”, agregó.
La última reunión de los auditores fue el 4 de diciembre y se levantó por falta de quórum. Fue la despedida de Lamberto seguida por un prolongado aplauso.
Lo cierto es que por la falta de acuerdo entre los socios de Cambiemos, las maratónicas sesiones para aprobar la mega ley de emergencia de la semana pasada y la partida de Mauricio Macri a Qatar a ver la final del Mundial de Clubes, las negociaciones entraron en una suerte de stand by.
Las distintas fuentes consultadas por Infobae admitieron que la definición se tomará recién a partir de la segunda quincena de enero o, incluso, quizás pase para febrero.
“El PRO pretendía ese cargo, pero le corresponde al radicalismo. Pero no vamos a hacer nada por prepotencia. Seguiremos conversando", sostuvo un participante de las conversaciones.
Presidente interino
En el mientras tanto, asumió en forma interina la presidencia de la AGN Francisco Javier Fernández, por ser el más antiguo del organismo.
Fernández fue elegido por el Justicialismo en 2001 y va por su segundo período de ocho años. Cultor del perfil bajo y conocido por sus aceitados vínculos con la Justicia Federal –que reforzó especialmente durante el kirchnerismo–, quedó en forma provisoria al frente de la AGN después de un dictamen emitido la semana pasada por el secretario legal e institucional de la AGN, Germán Manuel Moldes, avalado por el resto de los auditores.
Moldes –hijo del recientemente jubilado fiscal ante la Cámara Federal Germán Moldes– determinó que quien debía hacerse cargo de la presidencia hasta que la oposición designe a su titular era el decano del cuerpo. En ese dictamen, se tuvo en cuenta el antecedente de Ricardo Echegaray, el ex titular de la AFIP durante el kirchnerismo, quien renunció a la presidencia de la AGN el 9 de agosto de 2016 a poco de iniciada la gestión de Macri, por las causas judiciales en las que estaba involucrado. Hasta la designación por parte del PJ de Lamberto como su reemplazante, veinte días después, se hizo cargo del organismo también Fernández.
Una fuente de la AGN explicó que en una reunión de la que participaron los jefes de gabinete de los seis auditores se acordó que Fernández no tomaría ninguna decisión administrativa durante su interinato en forma inconsulta, sino que la consensuará previamente con el resto para que sea firmada por todos.
En la AGN, los auditores propuestos por el Senado son, además de Fernández, María Graciela de la Rosa (FPV) y Alejandro Nieva (UCR). Por la Cámara de Diputados, los representantes son Rodríguez (UCR), Juan Ignacio Forlón (PJ) y Gabriel Mihura Estrada, referente de Massa en el organismo.
Desde el PRO, el nombre de Pichetto no fue el único que circuló. También se mencionó el del ex senador Federico Pinedo, que terminó su mandato el 10 de diciembre. Los que apoyan la candidatura de Pichetto sostienen que para promoverlo a presidente de la AGN solo se requiere una resolución conjunta de los presidentes de ambas cámaras, Sergio Massa y Cristina Kirchner, luego de que el partido opositor lo nombre. Pero para su nombramiento solo como auditor, su nombre debería ser votado en el recinto. “Pinedo pasaría la votación, pero el peronismo lo va a vetar por considerarlo un traidor”, advierte un conocedor de los mecanismos parlamentarios.