La Corte de Bahamas fijó una nueva audiencia para el 31 de enero próximo a fin de resolver el destino de los casi 4 millones de euros congelados en ese paraíso fiscal, en dos cuentas cuyos beneficiarios son los cuatro hijos de Lázaro Báez. Así se lo informó la Dirección de Asistencia Jurídica Internacional de la Cancillería argentina al Tribunal Oral Federal Nº 4, que lleva adelante el juicio contra el empresario patagónico, su familia y otra veintena de imputados por lavado de dinero.
A la convocatoria de la Corte de Bahamas fueron citados la Autoridad Central de estas islas del Caribe -ex colonia británica y consideradas una de las 20 jurisdicciones del mundo con mayor nivel de secreto financiero por la organización Tax Justice Network-, y la defensa de Martín Báez, representada por el estudio local Gail Lockhart Charles and Co.
El motivo es resolver dos planteos contrapuestos. Por un lado, el de los abogados para que se autorice la devolución, al menos, de una parte de los fondos a fin de afrontar los costos de la defensa, sino se dispone el levantamiento completo del embargo, y por otro lado, el pedido del TOF Nº4 de mantener congelada la totalidad del dinero y ponerla a disposición del Tribunal, con vistas a su recupero en favor del Estado argentino.
Informe de la UIF
La audiencia estaba prevista originalmente para el 19 de julio pasado, pero se postergó a fin de que las partes consideraran una posible “posición conjunta” respecto a los que entienden por “costos razonables de defensa”, según el oficio firmado por Conrado Gastón Izura, del Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto , al que tuvo acceso Infobae. Dirigido al presidente del TOF Nº 4, Néstor Costabel, el funcionario de la Cancillería solicita que el Tribunal “confirme las instrucciones respecto de si se puede comenzar conversaciones con la defensa a los fines descriptos”.
En agosto de 2018, la Unidad de Información Financiera (UIF) identificó 3 millones euros en dos cuentas en el Banco CBH LTD de Bahamas, a nombre de la firma Eastern Shoreline Limited, cuyos beneficiarios finales son Martín, Luciana, Leandro y Melina Báez.
Según información de inteligencia aportada por la Unidad Antilavado argentina, esos fondos provenían de otra cuenta en el mismo banco a nombre de la firma Kinski SA, abierta por Martín Báez en Bahamas, a la que el hijo del empresario había transferido la suma de USD 10.400.000 provenientes del Banco Safra Sarasin, en Suiza, a mediados del 2015. Los beneficiarios de Kinski SA eran, a su vez, los cuatro hijos del empresario patagónico vinculado a Néstor y Cristina Kirchner.
La cuenta en Suiza estaba a nombre de una firma de nombre similar, Foundation Kinski, y tenía como directores al contador de Báez, Daniel Pérez Gadin y al abogado Jorge Chueco, ambos en prisión desde 2016. Los beneficiarios finales de esta otra firma pantalla panameña eran, asimismo, los hijos de Báez.
Esa cuenta en el Safra Sarasin en el país helvético ya había sido identificada en el marco de la investigación de la llamada “ruta del dinero K”, por su vinculación con la maniobra de reingreso al país por parte de Lázaro Báez, en 2013, de U$S 32 millones para su presunto blanqueo, a través de bonos de la deuda argentina.
A partir de la información aportada por Suiza, el juez federal Sebastián Casanello - a cargo de la instrucción de la causa en primera instancia-, determinó que Báez y sus hijos tuvieron en bancos helvéticas, al menos, USD 25 millones.
Pero hasta que el magistrado no tuvo la información de inteligencia aportada por la UIF en agosto del 2018, las cuentas en Bahamas abiertas por Martín Báez en el último año del gobierno de Cristina Kirchner no habían sido detectadas por la Justicia argentina.
La Unidad antilavado pidió en forma reservada un congelamiento provisorio de los fondos detectados en ese paraíso fiscal, y tanto Casanello como el TOF Nº 4 solicitaron vía exhorto que los 3 millones de euros identificados en un primer momento, queden inmovilizados en Bahamas, algo a lo que la Autoridad Central de ese país miembro de la Comunidad del Commonwealth británico accedió. La Justicia argentina solicitó, además, documentación sobre esas cuentas.
De la respuesta de Bahamas al exhorto enviado desde los Tribunales en diciembre de 2018, surgió el movimiento de dinero entre la cuenta en Suiza a una primera cuenta en el Banco CBH Ltd de Bahamas. La transferencia fue realizado por Martín Báez en forma remota, sin salir de Argentina, en junio de 2015, cuando ya pesaba sobre él y su padre un embargo sobre sus bienes e inhibición para mover dinero.
Esta maniobra fue lo que originó el pedido de su detención por parte del fiscal del juicio Abel Córdoba. El TOF Nº 4 -integrado por además de Costabel, Adriana Palliotti y María López Iñíguez- le hizo lugar a la solicitud y dispuso que Martín Báez fuera apresado el 7 de febrero pasado. El hijo mayor del empresario está preso desde entonces.
Más movimientos de dinero
Pero esa no fue la única transferencia de dinero realizada por Martín Báez. Tras ordenar desde Buenos Aires el cierre de la cuenta en Suiza, ocho meses después, movió los fondos de la cuenta a nombre de Kinski SA en el CBH Bank de Bahamas a otra cuenta en el mismo banco, que abrió a nombre de Eastern Shoreline Ltd. Esta firma está controlada a su vez por otra sociedad pantalla, Artincom International Tradingo Corp, creada en otro paraíso fiscal -las Islas Marshall-, y cuyo beneficiario es el propio Martín Báez. Según la documentación aportada por el banco, también está vinculada a sus otros tres hermanos.
A esa otra cuenta transfirió el hijo mayor de Lázaro Báez el saldo de dinero que quedaba en la primera cuenta en el CBH Bank, que cerró en diciembre de 2015.
Según la información aportada por las autoridades de Bahamas y la UIF, las cuentas en el CBH Bank de Bahamas tuvieron movimientos desde al menos noviembre de 2016 y hasta el segundo semestre de 2018, a poco de comenzar el juicio oral por “la ruta del dinero K”.
Si bien, con la colaboración de las autoridades en Bahamas, se pudieron detectar y congelar casi 4 millones de euros, la Justicia considera que habrían sido sustraídos aproximadamente U$S 5.500.000, del total de USD 10.400.000 que originalmente salieron de Suiza hacia esas islas del Caribe.
Según determinó el fiscal Córdoba al pedir la detención de Martín Báez a principios de años, el hijo mayor del empresario fue quien realizó las transferencias de dinero entre las cuentas, primero desde Suiza y luego dentro del mismo banco en Bahamas, a nombre de las distintas firmas, para “ocultar la circulación de flujos millonarios de dinero burlando de ese modo las medidas adoptadas hasta la fecha” por la Justicia Argentina, tendientes a “procurar el recupero de activos”.
Rechazo a su excarcelación
Martín Báez está siendo juzgado -junto a su padre, sus tres hermanos, Pérez Gadín, Chueco y otros 18 imputados-, por “lavado de activos agravado" y “como miembro de una banda” en calidad de "coautor”.
Al declarar en el juicio oral la semana pasada, minimizó la existencia de las cuentas en el exterior: “El dinero siempre fue lícito, los bancos (de Suiza) corroboraron nuestros antecedentes, no son bancos que se crearon en la época del kirchnerismo”.
La abogada de Martín Báez, Elisabeth Gasaro, presentó ayer martes 23 un pedido en favor de su excarcelación, pero el TOF Nº 4 se la rechazó en el mismo día.
El hijo mayor del empresario tiene actualmente otros dos procesamientos dictados por el juez Casanello, quien llevó adelante la instrucción de la causa de la “ruta del dinero K” entre 2013 y hasta diciembre 2017, cuando elevó el primer tramo del expediente a juicio oral. Casanello, de hecho, fue quien viajó a Suiza con el fiscal Guillermo Marijuán para pedir colaboración en el aporte de información que permitió identificar las cuentas de la familia Báez en Suiza.
Infobae intentó contactar reiteradas veces ayer a su abogada Gasaro, sin éxito.
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