El Gobierno designó por decreto a la fiscal Cristina Caamaño como la nueva interventora de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) que en un plazo de 180 deberá revisar toda su estructura y diseñará un plan de saneamiento, reestructuración y transparencia del ente destinado a realizar investigaciones del Estado en la Argentina.
“Hoy no sabemos cuál es el estado de situación administrativo o de funcionamiento en que se encuentra la AFI ni la cantidad de personal que hay allí. Lo primero que hay que hacer es normalizar esta agencia y establecer que los agentes que trabajen allí hagan tareas vinculadas con un régimen democrático”, explicó el jefe de Gabinete Santiago Cafiero tras una reunión que mantuvo con el presidente Alberto Fernández y la nuevo titular de la AFI.
A la vez, el jefe de Gabinete dijo que la tarea de Caamaño será la de revisar el uso de fondos reservados, evaluar las tareas que cumplen los agentes orgánicos e inorgánicos de inteligencia y eventualmente reasignar funciones.
También se acordó con el Presidente que parte de los fondos reservados de la AFI serán destinados al programa del Consejo contra el Hambre que se lanzó ayer. Aunque no hay precisiones aun de montos o detalles.
De todas maneras, el jefe de Gabinete dejó en claro que no hay intenciones del Gobierno de disolver la AFI. Pero una parte de esta agencia será para tareas de inteligencia interna con colaboración en la Unidad de Investigaciones Financieras (UIF) y otra parte para investigaciones en el ámbito internacional.
Según lo acordado por el Presidente y Caamaño la idea es contar con un plan estratégico para la AFI en 180 días para “ir a fondo en la transparencia de la agencia”, como explicó Cafiero.
El jefe de Gabinete dijo que el Gobierno no conoce la formación o los planes de estudio que tienen en la AFI así como tampoco se conoce el destino real de los fondos y si tiene que ver con tareas relevantes a la gestión.
De esta manera, Caamaño realizará una revisión de las tareas que estaban asignadas a los agentes orgánicos e inorgánicos de inteligencia para saber si se deberán reasignar funciones.
El jefe de Gabinete evaluó que el caso del falso abogado Alejandro D’Alessio “es una muestra de cómo operaban los servicios de inteligencias hasta ahora en el país”.
La flamante titular de la AFI era hasta ahora presidenta de Justicia Legítima, agrupación cercana a las ideas del kirchnerismo, y dirigió el Departamento de Intercepción y Captación de las Comunicaciones (Dicom) durante la administración de Alejandra Gils Carbó al frente de la Procuración General de la Nación.
La funcionaria permaneció en ese cargo hasta que el entonces presidente Mauricio Macri firmó el decreto de necesidad y urgencia (DNU) 256 a fines de diciembre de 2015 para transferir la administración de las escuchas telefónicas pedidas en el marco de causas judiciales, tarea que estaba a cargo de la DICOM, al ámbito de la Corte Suprema de Justicia, que, a su vez, designó a la Cámara Federal porteña para ocuparse de esto.
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