La maratónica sesión en la Cámara de Diputados tuvo cruces –algunos muy intensos–, escenas desopilantes y momentos insólitos, entre ellos, el pedido del legislador de la Coalición Cívica, Javier Campos, de modificar el reglamento interno por la duración del debate.
Campos interrumpió el debate para expresar su descontento porque llevaban 24 horas seguidas trabajando. “Acabamos de legislar sobre toda la producción Argentina y lo hicimos escuchando un texto que dio el diputado (Darío) Martínez, sin que lo podamos leer”, se quejó.
El legislador pidió la palabra e intentó justificar su reclamo: “Llevamos 24 horas sin dormir. Si estuviéramos manejando un micro, hace 8 horas que no podríamos estar haciéndolo porque no sería legal”.
Salvando las diferencias entre ambas tareas (la de un legislador y la de un chofer de ómnibus de larga distancia), Campos esgrimió en su defensa: “Estamos legislando para 44 millones de personas, y una coma mal puesta afecta bienes y hacienda de mucha gente”.
Mirándolo a Massa, agregó: “Espero que sea usted el último presidente de la Cámara (de Diputados) que se maneje con este reglamento. Es muy poco serio que estemos trabajando 24 horas seguidas”.
Campos sugirió que este debate se podría haber dividido en dos o tres sesiones. Massa le recordó que en la primera reunión con los presidentes de bloques e interbloques se coordinó la conformación de grupo de diputados que durante el receso –más allá de las sesiones extraordinarias– trabajen en una propuesta para un nuevo reglamento.
Poco más de hora después, los diputados aprobaron la Emergencia Económica, aunque con algunas modificaciones en artículos claves como jubilaciones, retenciones e impuesto al dólar, entre otros.
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