Poco antes de las 6 de la mañana de este viernes y luego de casi 15 horas de un debate extenuante por la Ley de Solidaridad Social y Reactivación Productiva en el Marco de la Emergencia Pública, llegó el cierre de la mano de los dos jefes de bloque más importantes del nuevo Parlamento: Mario Negri, titular del interbloque Juntos por el Cambio, y Máximo Kirchner, del Frente de Todos.
El momento fue tenso. El cordobés comenzó citando a Raúl Alfonsín. Lo hizo tras aclarar que no acostumbraba a echar mano a personas muertas, pero señaló que el líder del radicalismo “tenía una obsesión: equilibrar el poder; él no quería vivir en el país de la excepción. No tengo dudas de que hubiera tenido diferencias con el gobierno que finalizó, pero si esta noche estuviera acá estaría diciendo que es mal camino concentrar el poder”, sostuvo.
El diputado Negri sostuvo que “en 2002 se estableció una emergencia que duró 16 años y se la sostuvo incluso creciendo a tasas chinas. La emergencia no era económica, era política, solo se quería acumular poder”.
“La emergencia no se justifica. Sabemos que se perdió la elección, entre otras cosas por la política de shock en la salida de los subsidios que el kirchnerismo acumuló por 130.000 millones de dólares. Se nos disparó la inflación, pero también al kirchnerismo le pasó lo mismo, solo que tenían un ministro que pedía que no le pregunten sobre ello", dijo.
“El kirchnerismo -continuó Negri- dejó USD 254.000 millones de deuda pública, nosotros dejamos 333.000 millones. Entonces no digan que se desendeudaron. Néstor Kirchner le pagó al Fondo, pero luego se agregaron USD 110.000 millones en deuda que se financiaron por otro lado”.
En este sentido, el legislador cordobés remarcó por qué el país no es igual que el de 2015. “Hay menos déficit fiscal, no hay déficit energético, hay superávit comercial, el doble de reservas en el Banco Central, se pagó el costo de las tarifas atrasadas, no hay tipo de cambio atrasado… Objetivamente no son las mismas condiciones que en 2015. Les pido que no escondan la parte de la película en la que actuaron ustedes”, sentenció.
Negri señaló que el nuevo gobierno “ojalá tenga suerte” pero es escéptico. “Asumiendo todos los errores del pasado, yo no creo que nadie vuelva para ser peor. Creo que todos los que vuelven pueden ser mejor. Pero tengo un temor: que vuelvan pensando que pueden ser lo mismo que el 2015. Eso es imposible”.
“No hay un mundo igual al 2015, no hay yuyo a USD 600 como en el 2015; no hay tolerancia social para juntar tanta discrecionalidad como en el 2015. Es absolutamente imposible. Nos ganaron legítimamente, ojalá le vaya bien al país para que le vaya bien al gobierno y que después compitamos. Pero no se confunda: no hay prepotencia, ni mayoría absoluta ni concentración de poderes. Nos podrá ganar a nosotros, pero no van a detener a la sociedad”, sentenció.
Luego llegó la respuesta de Máximo Kirchner. En su rol de presidente del bloque oficialista, le tocó por primera vez cerrar un debate parlamentario. El hijo de la vicepresidenta y presidente del bloque del Frente de Todos hizo una férrea defensa del proyecto del Ejecutivo.
Comenzó a hablar a las 6:10 y en su mensaje se refirió a la herencia que el kirchnerismo dejó en 2015 y al contrastarla con la actualidad, afirmó que a él este presente le recuerda más al 25 de mayo de 2003 que al 9 de diciembre de 2015.
Máximo Kirchner se refirió así a la situación económica y recordó, entre ellas, el cuasi default declarado por el ex ministro de Hacienda, Hernán Lacunza, en medio de las elecciones.
“Más allá de la verborragia y los tonos, los números son números. Después de las PASO siempre recordé una frase de ex presidente (Macri) que decía que la elección no había sucedido. Cuando uno escucha, con mucho respeto, algunas voces de los que hoy son la opción, parece que el gobierno de Macri no hubiera sucedido, que hubiésemos saltado del 2015 al 2019, que nadie hubiera gobernado. Pero pasaron cosas”, replicó Máximo Kirchner.
El hijo de los Kirchner destacó entre otras cosas el nivel de desocupación de la actualidad y el que dejó el gobierno kirchnerista: 5,6% en 2015 contra 9,7 de la última medición. Y sobre el final de su discurso, sentenció: “¿Saben lo que es un superpoder? Pensar que la inflación se resolvía con un chasquido de dedos. Esos son los que se consideran que tienen superpoderes, personas que se creen designadas por alguien para poder solucionar los problemas de los argentinos”.
Después llegó la votación. Los legisladores aprobaron el texto en general con 134 votos positivos y 110 negativos. A las 7:45 continuaba la votación en particular artículo por artículo.
Seguí leyendo: