Es una decisión del presidente Alberto Fernández que nadie se atreverá a transgredir: el gobierno argentino “no entregará por ningún motivo” al ex presidente de Bolivia Evo Morales, que se encuentra en Buenos Aires bajo el estatus de refugiado y ayer recibió una orden de detención por parte de la Fiscalía de La Paz.
Según reveló a Infobae un alto funcionario de la Casa Rosada, el Presidente se comunicó en las últimas horas con Morales para darle su pleno apoyo y asegurarle que el Estado argentino protegerá su integridad física e impedirá que se lo entregue a las autoridades judiciales de Bolivia y a la presidente interina de ese país, Jeanine Áñez.
“Vamos a proteger a Evo Morales porque corresponde hacerlo en su calidad de refugiado político y porque todo el pedido de detención es una farsa”, explicó otro funcionario del Gobierno.
Las implicancias de la orden de aprehensión librada contra Morales por la Fiscalía de La Paz fueron analizadas anoche por el presidente Fernández y el canciller Felipe Solá. También el jefe del Estado le aseguró a Morales que no aceptará que lo detengan en la Argentina y pidió aumentar la custodia personal del mandatario boliviano.
A la vez, la oficina de Legales de la Cancillería se encontraba analizando el pedido de detención de la Fiscalía de La Paz y sus fundamentos para eventualmente dar una respuesta legal al rechazo de ese reclamo. De todas formas, en el Ministerio de Relaciones Exteriores aclararon a Infobae que "la Argentina no está obligada a dar un respuesta legal a un pedido que considera fuera de lugar ya que se trata de un reclamo a un refugiado político”.
Para el gobierno argentino, Evo Morales seguirá teniendo “inmunidad y protección diplomática” por tratarse de un refugiado. Se pidió aumentar también la cantidad de policías que custodian a Morales. Es que hasta hace unos días el ex presidente boliviano tenía sólo dos agentes de la Policía Federal y no siempre se movilizaba con ellos. De hecho, en el partido de fútbol que compartió con el ministro de Deportes, Matías Lammens, Evo Morales llegó y se fue del lugar en un auto particular sin custodia alguna.
Ayer, el ex presidente de Bolivia calificó de “injusta, ilegal e inconstitucional” la orden de detención. Y aclaró sin vueltas: “No me asusta”, en una improvisada declaración desde el barrio porteño de Colegiales donde se encuentra con sus dos hijos, Evalz y Alvarado Morales.
“Desde 1989 todos los presidentes hasta el 2005 (año en el que fue elegido para la Presidencia) todos los presidentes me procesaron por terrorismo, sedición, narcotráfico y hasta asesinato. Les he ganado a todos”, agregó Morales.
En concreto, los fiscales Jhimmy Almanza y Richard Villaca acusaron ayer al ex jefe de Estado de sedición, terrorismo y financiamiento al terrorismo. Y, en consecuencia, ordenaron a fiscales, policías y/o funcionarios públicos que “aprehendan y conduzcan al señor Juan Evo Morales Ayma ante las oficinas de la fiscalía”.
Morales anticipó a su vez que ya está en contacto con sus abogados y que ofrecerá una conferencia de prensa para dar precisiones sobre su respuesta a la orden judicial. No obstante, dejó entrever un indicio de una posible arista de su defensa legal: “Usted sabe que soy presidente o ex presidente, por lo que no me corresponde un proceso ordinario sino un juicio de responsabilidades”, indicó.
También Morales aseguró que la presidente interina Jeanine Áñez y los dirigentes -y candidatos presidenciales- Luis Fernando Camacho y Carlos Mesa están detrás de la decisión de la Fiscalía. “Hace 14 años ganamos las elecciones en primera vuelta y en Bolivia hubo un gran festejo. Pero el ‘regalo’ que recibo es una orden de aprehensión”. Y apuntó a Estados Unidos: “Responden a su mandato”, dijo.
Por otra parte, desde el Gobierno avalaron la decisión del ex presidente de Bolivia de hacer campaña por el MAS desde la Argentina y no se interpondrán a esa decisión de Morales.