En su debut en el Parlamento, la coalición opositora decidió tirar sobre la mesa una carta que hasta hace algunas horas no pensaba jugar: el quórum.
Es que el ingreso del proyecto de emergencia económica, titulado con elegancia como “Solidaridad Social y Reactivación Productiva” por el Gobierno, cayó pésimo en Juntos por el Cambio. “Supera ampliamente la emergencia del 2002, buscan desguazar el Congreso a través de una enorme delegación de facultades”, resaltó en durísimos términos Mario Negri entrada la tarde, en medio de una sucesión de reuniones que empezó bien temprano en la vieja sede del Gobierno porteño, en Bolívar 1, con la mesa política. Poco después de las 21, la primera minoría opositora resolvió por unanimidad que no dará quórum.
La jugada de Juntos por el Cambio, sin embargo, agrega un plus en vísperas del debate del jueves: de sostener esa posición, el Frente de Todos se enfrenta a un escenario complejo porque estaría demasiado justo con los bloques aliados del PJ. ¿Por qué?
La Cámara baja necesita habilitar la sesión para la jura de los nuevos diputados que reemplazan, por ejemplo, a los que se mudaron al gabinete nacional. Agustín Rossi, Carlos Castagneto, Juan Cabandié, Luis Basterra, Felipe Solá y Luana Volnovich, entre otros. Una quincena de legisladores. El oficialismo queda, en ese plano hipotético, con el número justo para el quórum.
En el Frente de Todos apuraban la calculadora. El bloque oficial de 119 diputados, diezmado por las ausencias de los legisladores que se fueron al Gobierno; los 10 del bloque Federal del PJ liderado por Eduardo Bucca y Graciela Camaño, y los 8 de la bancada encabezada por José Luis Ramón, de buenos vínculos con Sergio Massa.
En el interbloque de Cambiemos había, pasadas las 20, un tenso debate entre los tres partidos de la coalición por la postura de cara a la sesión del jueves en el marco del tratamiento del proyecto que delega facultades al Poder Ejecutivo, que allana el camino para la intervención en entes de servicios públicos y organismos de control, para decidir los aumentos tarifarios y establecer por decreto aumentos de jubilaciones y pensiones. El Gobierno apura un tratamiento exprés.
En el PRO y la UCR las aguas estaban divididas en torno al quórum. Por la osadía institucional de impedir la jura de los nuevos diputados. “Dar quórum para eso es dar quórum para todo”, subrayaban desde el bloque de la Coalición Cívica, que resolvió bien temprano que no bajaría al recinto. Elisa Carrió incluso confirmó su presencia.
“No está definido. Creemos en la necesidad de dar la gobernabilidad, como pedíamos siendo gobierno, a pesar de votar en contra. Pero no queremos resignar el debate”, argumentaba uno de los diputados del grupo que responde a Emilio Monzó.
Cristian Ritondo, jefe del bloque del PRO, no quería dar el brazo a torcer. “Es una locura”, decían en su entorno.
La postura de cara a la votación sí se había definido de antemano: el rechazo en general al proyecto enviado por Alberto Fernández.
“El interbloque de Diputados de Juntos por el Cambio decidió por UNANIMIDAD no acompañar una ley que significa anular el Congreso Nacional delegando todas sus funciones constitucionales en el Poder Ejecutivo Nacional”, se sostuvo en un comunicado.
En paralelo, la bancada de Cambiemos del Senado había apurado un encuentro en el segundo piso de la cámara un rato antes de que en Diputados empezaran a deliberar la estrategia parlamentaria. “Hay que esperar a Diputados, está controvertido el tema", se excusaban anoche en la Cámara alta.
En el Gobierno redoblaban las conversaciones contrarreloj con el Senado. Para impulsar una sesión sobre tablas el mismo viernes -un cronograma que empezó a cobrar fuerza durante la tarde, a pesar de que, por reglamento, deberían pasar siete días en el tratamiento entre ambas cámaras-, a pesar de que la votación del jueves en Diputados, si se habilita la discusión, se perfila extensa y controvertida.
En el Frente de Todos volvían a hacer cuentas. No tanto por los presentes. Más bien por los ausentes. El oficialismo necesita dos tercios de los presentes. A la tarde, el Presidente seguía desde su despacho las novedades parlamentarias.
Los gobernadores Gerardo Morales y Gustavo Valdés, de la UCR, insistían en esa línea: habilitar una discusión exprés. Tienen urgencias financieras en sus provincias.
Mañana, en tanto, está previsto que los ministros Martín Guzmán, Matías Kulfas, Ginés González García, Daniel Arroyo, Claudio Moroni y la titular de la AFIP, Mercedes Marcó del Pont, se presenten a las 9 ante el plenario de las comisiones de Presupuesto y Hacienda y de Legislación General. El mayor foco de atención está puesto sobre Guzmán, que este mediodía presentó el proyecto en conferencia de prensa.
La oposición no quiere reconocer que dejó “tierra arrasada”, como se desprende de la ley. El mensaje del Poder Ejecutivo subraya la “dramática situación económica y social que atraviesa” el país.