El titular de la UTA, Roberto Fernández, debió salir debió salir escoltado por la Policía de la Ciudad de la sede del gremio, luego de que una facción disidente tomara el establecimiento, rompiera las oficinas y pidiera su renuncia. Finalmente tras llegar a un acuerdo, el sindicalista anunció: “Jamás voy a renunciar”.
Pasadas las 23 horas, Fernández se encontraba atrincherado en su despacho dialogando con la fiscal Andrade para definir una salida al conflicto que se vivió durante toda la jornada. Mientras en la puerta del gremio se encontraban las fuerzas de seguridad de forma preventiva protegiendo que los manifestantes no retomen las prácticas de protesta violenta que realizaron durante la tarde y que derivó en 11 personas heridas.
Finalmente se llegó a un acuerdo entre las facciones sindicalistas para desalojar el edificio y se firmó un acta en la que se dispuso una reunión el próximo 14 de enero. Representantes y apoderados del sindicato, junto a Andrade, recorrerán las instalaciones del lugar para evaluar su estado luego de la violenta jornada de manifestaciones. Al respecto, la fiscal ordenó dejar una Unidad de Contención hasta que se refaccione el lugar.
Tras acatar el “Acta de Acuerdo”, los manifestantes desconcentraron la sede del gremio. “Jamás voy a renunciar, en el 2023 va a haber convocatoria a elecciones, ¿por qué van a intervenir si el gremio no hizo nada?", justificó Fernández en diálogo con la prensa al salir del establecimiento.
“No impugnamos nada, toda esta gente daba la vida por mi", declaró el líder sindical sobre la protesta opositora. “Nosotros no agredimos a los trabajadores, no le pego a mis propios trabajadores”, respondió al respecto de las denuncias de la facción disidente. “Rompieron todo, robaron televisores”, graficó sobre el estado del lugar. Más allá del acuerdo para pacificar la tensa situación que se vivió durante todo el día, sigue el conflicto con los trabajadores y se mantiene el paro de más de 60 líneas de colectivos.
Afuera, en la puerta, cientos de choferes que forman parte de la oposición, y que protagonizaron los incidentes de esta tarde, esperaban su salida detrás de un extenso cordón de los agentes de Infantería.
Cuando,al caer la tarde, se habían terminado los incidentes, el histórico dirigente sindical había asegurado que no saldría del gremio . “Yo no voy a salir. Que salgan los que vinieron a usurparlo. Que venga la fiscal y saque a todos los que están acá”, pidió. Nervioso y aceptando que tenía miedo por su seguridad personal, afirmó: “¿Qué hombre no tiene miedo en la vida? Pero yo de acá no salgo. No soy valiente. Pero ante la injusticia lo que quiero es justicia”.
Fernández había resistido la toma atrincherado en el edificio. Según él mismo explicó, estuvo refugiado en la terraza, asediado por cientos de choferes que ingresaron al gremio por la fuerza y en forma muy violenta para tomar el control. Apenas tomaron el control obligaron a salir a dirigentes cercanos al secretario general. Los propios choferes escoltaron mientras intentaban cubrirlos de manotazos y golpes. “Yo voy a resistir, si buen al techo los mato a fierrazos”, había amenazado Fernández.
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