El presidente Alberto Fernández propondrá al juez federal Daniel Rafecas como Procurador General de la Nación. El cargo que se encuentra vacante desde la salida de Alejandra Gils Carbó, y fue cubierto de manera interina Eduardo Casal. Para que se de su aprobación, el Gobierno dependerá del apoyo de la oposición, ya que deberá contar con mayoría especial -dos tercios de los presentes- en la Cámara de Senadores.
De 52 años, Rafecas tiene una extensa trayectoria en Comodoro Py. Con 32 años de trabajo en los Tribunales penales, pasó por todos los cargos de la carrera judicial hasta que en 2004 fue designado en el Juzgado Criminal y Correccional Federal N°3 por Néstor Kirchner. Durante los últimos 15 años su labor estuvo enmarcada en investigar delitos de lesa humanidad ocurridos durante la última dictadura militar; de hecho, fue quien dispuso la orden de detención contra Jorge Rafael Videla, y envió a juicio oral por enriquecimiento ilícito al ex jefe del Ejército durante el kirchnerismo, César Milani. Su trabajo en dicha materia ha sido reconocido incluso por la comunidad internacional.
Antes de la asunción del nuevo Gobierno, su nombre ya figuraba en carpeta. Pretendido por Fernández para ocupar el cargo, cuenta incluso con el aval de la vicepresidenta Cristina Kirchner. Rafecas conoce al actual mandatario desde hace varios años. Compartieron el Departamento de Derecho Penal de la Universidad de Buenos Aires, aunque en distintas cátedras, Fernández se encontraba en la del ex Procurador Esteban Righi, con quien Rafecas trabajaría -antes de ser designado juez federal- en la Procuración General de la Nación.
Entre los hechos de mayor magnitud durante su trayectoria se destaca que fue quien investigó el caso de coimas en el Senado durante el gobierno de Fernando De La Rúa, mandando a juicio oral al ex presidente que finalmente terminaría absuelto. Su relación durante el mandato kirchnerista se vio envuelta por su disputa Amado Boudou en el marco de la causa Ciccone. En 2012, a cuatro meses de haber sido electo vicrepresidente, Rafecas dispuso el allanamiento del Ministerio de Economía, de la planta Ciccone, de las oficinas de Alejandro Vandenbroele y del departamento de Boudou. A fines de 2017, en diálogo con Infobae, el juez federal había manifestado que a raíz de esa causa “el gobierno de Cristina Kirchner” lo “acosó” durante dos años en el Consejo de la Magistratura “buscando mi destitución”.
Rafecas fue quien recibió la renuncia del fiscal Alberto Nisman contra CFK por el supuesto encubrimiento a Irán en la firma del Memorándum de Entendimiento por el atentado a la AMIA. El juez federal la desestimó en varias oportunidades. El año pasado el Consejo de la Magistratura lo sancionó económicamente por su conducta frente a la causa del fallecido fiscal. Finalmente la Cámara Federal de Casación Penal avanzó con el caso que en la actualidad mantiene a la vicepresidenta procesada.
A Rafecas, la muerte de Nisman lo “conmovió mucho”, ya que en palabras del juez federal mantenía una “relación de respeto mutuo”. “Teníamos algunos temas en común como la lucha contra el antisemitismo”, recordó años atrás. En efecto, el magistrado es un experto en estudios sobre el Holocausto, especializándose en el tema en centros de estudios de Alemania, Francia, Estados Unidos e Israel. En 2012, a DAIA y la AMIA lo han distinguido “por su compromiso con la Memoria de la Shoá, la Promoción de la Diversidad y la defensa indeclinable de los Derechos Humanos”.
Pese a las diferencias que ha tenido anteriormente con el kirchnerismo, Rafecas es el elegido por Alberto Fernández y cuenta con la aprobación de Cristina Kirchner. Resta el visto bueno del Congreso de la Nación para convertirse en el nuevo Procurador General de la Nación.
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