El ex ministro de Planificación y Obras Públicas Julio Vido, que se encuentra preso en la cárcel de Ezeiza desde octubre de 2017 cuando fue desaforado, aseguró en una carta enviada al director del penal que no va a ingerir más alimentos suministrados por el Servicio Penitenciario Federal.
El ex funcionario sostuvo que fue objeto de una “despiadada persecución” por parte de “los tres poderes del Estado” y que se violaron sus “derechos constitucionales de igualdad ante la ley y presunción de inocencia desconocidos en las resoluciones judiciales”. En base a esa manifestación dijo que se negará a recibir la comida que le dan en el Penal de Ezeiza.
Además, reclamó la excarcelación “en el marco de los dispuesto por la resolución de la Comisión Bicameral de Monitoreo y Seguimiento de la aplicación del nuevo Código Procesal Penal de la Nación”. También pidió la revisión de las causas que tiene en su contra y advirtió que fueron “armadas” en base a “peritos truchos y viciados de parcialidad”.
De Vido dijo que los peritos que intervinieron en sus causas “fueron coordinados por los jueces y fiscales" a los que consideró “articulados y conducidos por servicios de inteligencia nacionales y extranjeros”. En ese sentido, nombró en su carta al falso abogado Marcelo D’Alessio y dijo que es un agente de la DEA y de la CIA.
El ex ministro del kirchnerismo aseguró que fue parte de una “persecución mediática y judicial” y se autodefinió como un “preso político".
“Persistiré en esta medida e incluso la profundizaré de no revertirse esta injusta situación, que resulta desde hoy intolerable en el marco de un gobierno votado por la inmensa mayoría del pueblo argentino como nacional y popular”, dijo, finalmente, en la carta que escribió de puño y letra, y que subió a sus redes sociales.
De Vido también comunicó que se negará a ser trasladado fuera del penal a realizar una pericia médica en relación al otorgamiento de una excarcelación y/o prisión domiciliaria.
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