El juez de instrucción Osvaldo Rappa se declaró incompetente para investigar al ex gobernador José Alperovich en la denuncia de violación que presentó una sobrina y dispuso que el caso pase a la justicia de Tucumán, donde también hay una causa abierta.
La decisión fue adoptada como respuesta a los fiscales del caso, que habían pedido que toda la investigación quede concentrada en la ciudad de Buenos Aires. El fiscal de instrucción Santiago Vismara y la titular de la Unidad Fiscal Especializada de Violencia contra las Mujeres (UFEM), Mariela Labozzetta, trabajan en la apelación de la decisión del juez.
Rappa basó su decisión en que tanto la denunciante como Alperovich tienen domicilio en Tucumán, al igual que la mayoría de los eventuales testigos, informaron a Infobae fuentes judiciales.
La denunciante, hija de un primo de Alperovich y empleada en el Senado, hizo dos presentaciones judiciales, una en Buenos Aires y otra en Tucumán, porque las violaciones habrían ocurrido en los dos lugares. Fue el 22 de noviembre pasado.
La mujer, de 29 años, ya se presentó en los tribunales de Tucumán y de Buenos Aires para ratificar la acusación y para declarar. Cuando se conoció el caso, la denunciante recibió custodia policial.
Los fiscales Vismara y Labozzetta imputaron penalmente a Alperovich, pidieron medidas de prueba para avanzar en el caso y que las dos causas queden radicadas en la ciudad de Buenos Aires. Eso implicaba que Rappa le pidiera la causa al juez de Tucumán, Facundo Maggio. Pero entendió que su expediente debía pasar a Tucumán.
Con la apelación de los fiscales intervendrá la Cámara del Crimen. Ese tribunal deberá decidir si confirma la decisión de Rappa de enviar el caso a Tucumán o si le ordena que lo continúe él.
Asesora personal del ex gobernador, la sobrina denunció que los abusos sexuales habrían sucedido entre fines de 2017 y mayo de 2019. En la denuncia primero habla de dos hechos –el 14 y el 27 de diciembre de 2017– en el departamento de él, en Puerto Madero. Luego, habla de otros abusos –agravados por acceso carnal– que habrían sucedido en Tucumán, en la casa que usaban como sede de campaña.
Cuando se presentaron las denuncias, la mujer dio a conocer una carta pública en la que relató los hechos. “No escribo para convencer a nadie de nada. Estoy aquí contra la opresión del silencio y por la necesidad de recuperar mi vida, de sanar llamando a las cosas como son, sin suavizarlas ni teñirlas, poniéndole al monstruo nombre y apellido. Cuando no le ponés nombre, no existe”, narró.
Y agregó: “El mío se llama José Jorge Alperovich, mi tío segundo y jefe, por quien fui violentada sexual, física y psicológicamente desde diciembre del 2017 hasta mayo de 2019. Durante un año y medio sufrí violaciones a mi integridad física y sexual. El avasallamiento fue demoledor. Tanto que ni siquiera pude ponerlo en palabras. Él oscilaba libre y cómodamente en los tres escenarios ante los que me posicionaba: el familiar, el laboral y el del horror de la intimidad que me forzaba a vivir con él”.
Por su parte, Alperovich negó las acusaciones y pidió licencia por seis meses como senador nacional.