La primera noche de Alberto Fernández en Olivos: compartió un asado y sólo pidió que le cambiaran el colchón de la cama

Destacó a sus colaboradores que había encontrado la quinta presidencial en buen estado

El Presidente, con Wado De Pedro y Sergio Massa (foto Maximiliano Luna)

En su primer día de trabajo como Presidente, y en su primer contacto con los medios acreditados en Casa Rosada, Alberto Fernández, de buen humor, se quejó del mal funcionamiento del aire acondicionado en uno de los salones del primer piso en el que mantuvo la audiencia bilateral con su par cubano, Miguel Díaz-Canel.

“Todo muy bien, todo muy bien”, respondió el mandatario a los periodistas que lo esperaban en el Patio de las Palmeras. Pero enseguida agregó: “No sé si el Presidente (por Mauricio Macri) venía a trabajar ahí porque el aire acondicionado no funciona y es insufrible”. Inmediatamente, lanzó una carcajada y enfiló hacia el helicóptero que lo trasladaría a la ceremonia de asunción de Axel Kicillof en la Legislatura bonaerense, en La Plata.

Así como el Presidente se quejó del estado del aire en Casa Rosada –la jura de los ministros de este martes en el Museo del Bicentenario se realizó bajo un calor agobiante–, no tuvo comentarios críticos sobre el estado de la quinta de Olivos, en la que ayer pasó su primera noche junto a su pareja, Fabiola Yáñez. Fernández pidió sólo cambiar el colchón de la habitación principal del chalet presidencial, que hasta el fin de semana compatieron Macri y Juliana Awada.

“La encontramos muy bien”, explicaron asesores del mandatario.

El jefe de Estado llegó a Olivos a la noche, después de la ceremonia de asunción que terminó con su discurso frente a una Plaza de Mayo colmada y un show de fuegos artificiales, y compartió un asado regado con algo de vino tinto con su familia y algunos de sus principales colaboradores, como Santiago Cafiero, jefe de Gabinete; Juan Pablo Biondi, flamante secretario de Comunicación, y Miguel Cuberos, que asumirá en la Subsecretaría General de la Presidencia. Tres de los hombres de confianza que lo acompañaron a sol y sombra durante toda la campaña y que estarán a metros de su despacho en Casa Rosada.

Otro colaborador de estrechísimo vínculo que participó fue Juan Manuel Olmos, jefe de Asesores de la Presidencia. Y Francisco Bustillo, su amigo embajador uruguayo en España, que lo alojó durante su gira por ese país en la campaña.

Alberto Fernández, ayer, en la terraza de Casa Rosada junto a algunos de sus principales colaboradores (foto Gustavo Gavotti)

Daniel Rodríguez, otro colaborador de sólidos lazos con el mandatario, que ofició de chofer durante la campaña, estará a cargo de la administración de Olivos. Rodríguez y Cuberos habían visitado la quinta hace algunas semanas, en medio de la transición.

Dentro de algunas semanas se empezará a perfilar cómo será el funcionamiento de la quinta presidencial y el uso que le dará la nueva administración. Macri solía trabajar allí los miércoles y los viernes y jugaba al fútbol los miércoles por la noche con un grupo de funcionarios. También usaba la cancha de pádel que mandó a reacondicionar. Y eliminó la cancha de golf de 9 hoyos que fatigaba Carlos Menem y que estaba descuidada.

“Se hizo un repaso del día y se habló de la agenda de hoy”, resaltó un comensal que participó del asado.

Axel Kicillof, Sergio Massa, Alberto Fernández y Cristina Kirchner antes de la jura del primero como gobernador bonaerense

Esta mañana, el jefe de Estado llegó a la Casa de Gobierno a las 9:15, un rato después de su jefe de ministros y del presidente cubano, que esperó algunos minutos a que arribara Fernández. Fue su primera actividad como Presidente después de la ceremonia de asunción de ayer.

Después voló a La Plata en compañía de Felipe Solá, Cafiero, Eduardo “Wado” de Pedro y Biondi. Y por la tarde tiene previsto participar de la jura del gobernador de Santa Fe, Omar Perotti.