Alberto Fernández llegó pasadas las 9 a la Casa de Gobierno para su primer día de gestión como Presidente. Lo hizo en helicóptero desde la Residencia de Olivos, donde pasó la noche.
Su primera actividad oficial fue recibir al presidente cubano, Miguel Mario Díaz-Canel. Luego se alistó para volver a subir al helicóptero, el que lo trasladó a la ciudad de La Plata para participar de la asunción de Axel Kicillof, gobernador electo de la provincia de Buenos Aires.
Al salir de la Casa Rosada, y antes de subirse al helicóptero, Alberto Fernández tuvo su primer contacto con los periodistas acreditados. Fue breve. Se quejó del calor y chicaneó a su antecesor: “No sé si el Presidente venía a trabajar ahí porque el aire acondicionado no funciona y es insufrible”, bromeó. El mandatario se refería al Salón Eva Perón.
Fuentes de la administración saliente comentaron que en ese salón oficial había un aire acondicionado portátil que Macri utilizaba los días de mucho calor y se lo llevó cuando dejó la Casa Rosada.
Fernández se comprometió a “hablar más tiempo” con los cronistas al regreso de la asunción de Kicillof, en la Cámara de Diputados de La Plata, y de la que participará también la vicepresidenta Cristina Kirchner.
La agenda del mandatario arrancó temprano y será intensa. A las 14 tiene previsto un encuentro con los funcionarios norteamericanos. Almorzará con el subsecretario de Asuntos Hemisféricos, Michael Kozak. Más tarde partirá rumbo a Santa Fe, donde tiene previsto participar de la ceremonia de asunción del nuevo gobernador, Omar Perotti.
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