Alberto Fernández llegó a las 9:14 a la Casa Rosada para su primer día de gestión como Presidente. Llegó en helicóptero desde la Residencia de Olivos, donde durmió anoche. Caminó desde el helipuerto hasta la puerta de ingreso del palacio gubernamental por la explanada, donde lo estaba esperando el jefe de la Casa Militar, a cargo de su custodia.
Al salir a La Plata se acercó a los periodistas acreditados, dijo que “está todo muy bien” y se quejó porque no anda el aire acondicionado. “No sé si el Presidente venía a trabajar mucho ahí (al Salón Eva Perón), porque no anda”, se quejó y prometió que cuando vuelva hablará con más tiempo.
Su llegada estuvo rodeada de algunas confusiones, ya que un funcionario de su equipo había hecho entender que ya se encontraba en su despacho desde las 7:30. Eso provocó que el presidente de Cuba, Miguel Díaz Canel, acelerara su ingreso, ya que algunas radios habían transmitido esa información errónea.
A las 8:45, la máxima autoridad cubana se hizo presente y tuvo que esperar en oficinas de la planta baja, ya que tampoco había llegado el canciller Felipe Solá, que ingresó a las 9. Así se dio la particularidad de que el invitado llegó a su cita antes que los anfitriones, aunque el encuentro se concretó a la hora en que estaba agendada.
A las 8:30 también se lo vio ingresar al jefe de Gabinete, Santiago Cafiero. Y una hora antes entró el secretario de Comunicación Presidencial, Juan Pablo Biondi, que dispuso un pequeño corralito por si el Presidente quería saludar a los periodistas acreditados, lo que finalmente sucedió cuando salió para La Plata. Minutos después de las 9 ingresó por primera vez como ministro del Interior Eduardo “Wado” De Pedro, que se dirigió directamente a sus oficinas de la planta baja.
La agenda de Fernández arrancó, como se adelantó, con Díaz Canel a las 9:30 e inmediatamente después tiene previsto viajar a La Plata para asistir a la asunción del gobernador Axel Kicillof, donde estará acompañado por la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, que está planificada para las 10:30.
A las 14 tiene un encuentro con los funcionarios norteamericanos que se quedaron en la Argentina, luego del desplante que ayer explicitó Mauricio Claver, el asesor de Donald Trump que sigue los asuntos hemisféricos en la Casa Blanca. En realidad será almuerzo a las 14, en la Casa Rosada, con el subsecretario de Asuntos Hemisféricos, Michael Kozak, que se quedó en la Argentina una vez que Mauricio Claver-Carone se fue sin participar de la jura.
Más tarde se dedicará a analizar los lineamientos económicos que oficializará el ministro Martín Guzmán pensaba anunciar hoy por la tarde en el Ministerio de Hacienda, aunque después hubo cambio de planes. No habrá anuncios, adelantó Cafiero. Luego partirá a Santa Fe, donde tiene previsto participar de la ceremonia de asunción del nuevo gobernador de Santa Fe, Omar Perotti.
La intención de Fernández es moverse a gran velocidad con los primeros anuncios. Su equipo de comunicación hace varias semanas, incluso meses, que trabaja a destajo durmiendo poco y mal. Pero saben que esta semana no será distinta. El Presidente les pidió que se pongan a trabajar para la presentación en sociedad de las primeras medidas de su gestión, tres o cuatro tópicos centrales, todos listados en el discurso de jura que realizó en el Congreso de la Nación.
Iba a arrancar, como se dijo arriba, dando una definición sobre el problema de la deuda. Ayer se trabajó en el Ministerio sobre eso, buscando dar certezas en el corto plazo, que exigen tanto los bonistas como el FMI, a la espera de definiciones que solo fueron anticipadas sin precisiones y que, en definitiva, darán marco al plan macroeconómico. Ahora no se sabe cuándo será, finalmente.
El anuncio que le seguiría es sobre la lucha contra el hambre. “Hay que asegurar que se le de comida cuanto antes a los que no la tienen”, dijeron en el equipo presidencial, y marcaron que la prioridad es el alimento en las casas donde falta. “La calidad es crucial, que haya alimentos frescos, es hacia dónde vamos, pero no podremos arrancar con eso”, reconocieron ayer. Y aseguraron que “es un camino que tenemos que iniciar cuanto antes”.
Al respecto, hay cuestiones de tipo operativo que definir en el equipo de Desarrollo Social. El único Ministro que estuvo confirmado incluso antes de la victoria electoral es Daniel Arroyo, un experto en desarrollo local, economía social, desarrollo humano y planificación social con dilatada experiencia en la función pública. Sin embargo, el anuncio de que Victoria Tolosa Paz ocupará la secretaría de Coordinación de Políticas Sociales confundió a algunos actores.
Esa Secretaría fue creada por la gestión de Mauricio Macri y la tuvo al frente a Gabriela Agosto, que tenía su despacho en el primer piso, en el área de Jefatura de Gabinete. Su tarea estaba abocada a coordinar las políticas sociales de todos los Ministerios y todo indicaría que similar responsabilidad tendrá Tolosa Paz ahora. De todos modos, Arroyo será el titular del área, ya que no es posible coordinar políticas sociales sin intervención directa con el Ministro específico.
En tercer lugar, hay otro aspecto que el Presidente considera grave, que también abordaría esta misma semana. Se trata de la “emergencia alimentaria, destinada a resolver severos problemas de provisión de medicamentos en enfermedades donde el Estado está obligado, al tiempo que resolver lo que ya se considera un brote de sarampión, luego de que Argentina eliminara esta enfermedad en el 2000, certificado por la OPS en el 2016. Se trata de 71 casos, algunos importados y otros que corresponden a residentes que -muy probablemente- no hayan tenido las dosis de vacunación exigidas.
Fotos: Maximiliano Luna
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