Juan Pablo Biondi, el vocero inseparable de Alberto Fernández durante la campaña, sorprendió este martes al visitar la Sala de Periodistas de la Casa Rosada, donde anunció que su cargo será el de secretario de Comunicación Presidencial, que hoy la escribana de Gobierno denominó como “de Comunicación y Prensa”. Anticipó que estará acompañado por Marcelo Martín, que será subsecretario, y que los empleados que vienen trabajando en el área continuarán desempeñándose en el lugar, ya que los que ingresaron con su antecesor, Jorge Grecco, eran contratados y cesaron en sus funciones.
De 47 años, Biondi es un periodista de larga trayectoria en el mundo de la comunicación política institucional y, según contó hoy, hace mucho tiempo que sueña con una responsabilidad de este tipo. Con su llegada, el rol de vocero presidencial que ocupaba Iván Pavlovsky en la gestión macrista no existirá más, ya que concentrará ambas tareas. Es decir, el diseño de la comunicación de Gobierno y la vocería, dependiendo directamente del Presidente.
También manejará la pauta publicitaria oficial, que es un asunto controvertido en todos las administraciones. Fernández ya habló del tema en su discurso de asunción: criticó el monto del gasto en el gobierno saliente (9.000 millones de pesos, aseguró, aunque Mauricio Macri se fue diciendo que era el 70% menos en términos reales de lo que gastó Cristina Kirchner el último año de su gestión). El Presidente, además, adelantó que cambiará su distribución para dirigirla directamente a los medios de comunicación, evitando que los periodistas en forma individual reciban publicidad.
Otro responsable de la comunicación que se acercó a la Sala de Periodistas fue Pablo Waiberg, vocero del ministro de Desarrollo Social, Daniel Arroyo, y parte de un equipo que tendrá la tarea urgente de explicar cómo sería la primera medida del nuevo gobierno, el Plan Argentina contra el Hambre, que ya tuvo una reunión anticipatoria a la que fueron convocadas organizaciones civiles, de las iglesias, del empresariado y los sindicatos, además de figuras de alta exposición mediática como Marcelo Tinelli y Narda Lepes, entre otros.
La responsabilidad de los medios públicos será de Francisco “Pancho” Meritello, que será el secretario de Medios, a cargo de RTA (Radio y Televisión Argentina), organismo que coordina a Canal 7 y a Radio Nacional, además de la Agencia Télam. Al frente de RTA ya fue confirmada la periodista Rosario Lufrano, que durante el kirchnerismo fue la responsable de la TV Pública, aunque se fue cuando Fernández renunció a la Jefatura de Gabinete, en 2008. También se informó que Meritello será secundado por el periodista y productor de televisión Claudio Martínez. Y en Télam fue confirmada la periodista y productora Bernarda Llorente.
En este esquema, se especulaba por estas horas que no se designaría a nadie a cargo de Canal 7 y de Radio Nacional y que, en cambio, sería Lufrano quien manejaría ambos medios, con responsables que podrían ser directores o subdirectores que provengan de los mismos medios asentados en el lugar. Sucede que Lufrano tendrá oficina en Canal 7 y tendría la posibilidad de conducir y controlar las decisiones a través de un profesional que ya esté trabajando.
Otro asunto que queda por definir es si el CCK y Tecnópolis vuelven al Ministerio de Cultura, como en tiempos del kirchnerismo, o si continúan en el área de Medios Públicos, como sucedió con la gestión de Hernán Lombardi. Trascendió que Tristán Bauer está interesado en tomar a su cargo esas áreas, pero Meritello se quedaría sin otra responsabilidad que los medios públicos mientras que Cultura tiene decenas de institutos, museos, coordinaciones y temáticas de lo más diversas. Incluso, la oficina del próximo secretario de Medios estará en uno de los pisos del CCK.
Finalmente, se confirmó que el actual director del Enacom por la oposición, Claudio Ambrosini, que muchos años fue el jefe de prensa de Sergio Massa, será titular de aquel ente autárquico y descentralizado que regula la comunicación y conduce el proceso de convergencia tecnológica. Ahora está en la órbita de la Secretaría de Modernización, que no existiría más en el nuevo organigrama del Gobierno, así que habrá qué esperar de dónde dependerá.
En medio de las medidas urgentes que está urgido a tomar en materia de deuda, lucha contra el hambre y reforma de la Justicia, el organigrama de este sector todavía no está definido. “Otras políticas, otro organigrama”, dijeron hoy en el equipo del Presidente, conscientes de que son muchos los que tendrán que esperar por las definiciones en sus respectivas áreas.
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