La vicepresidenta Cristina Kirchner pronunció su primer discurso después de la asunción. Frente a una Plaza de Mayo repleta de militantes, le habló a Alberto Fernández y le pidió “confiar en el pueblo" porque “ellos no traicionan y son los más leales".
“Presidente quiero decirle que ha iniciado su gobierno con muy buenos augurios después del mensaje que le dio a su pueblo en la Asamblea Legislativa. Confié en ellos. Lo único que piden es que los defiendan y los representen”, dijo la ex jefa de Estado ante la atenta mirada de su compañero de fórmula.
Cristina le aseguró a Fernández que “tiene una tarea muy dura” porque “le dejaron un país devastado, tierra arrasada”. “Sé que tiene la fuerza y la convicción para cambiar esta realidad tan fea que hoy están viviendo los argentinos”, afirmó, y despertó una ovación de los miles de militantes que colmaron la Plaza de Mayo y las calles de los alrededores.
“Tenga fe en el pueblo y en la historia. La historia la terminan escribiendo, más tarde o más temprano, los pueblos. Sepa que este pueblo maravillo nunca abandona a los que se juegan por él. Convóquelo cada vez que se sienta solo o que sienta que los necesita. Ellos siempre van a estar cuando los llamen por causas justas”, señaló.
En el principio de su discurso la vicepresidenta recordó la noche del 9 de diciembre de 2015, cuando se despidió de sus seguidores en la Plaza de Mayo, a pocas horas de que comience el mandato de Mauricio Macri. “Aquella noche les dije que no era magia lo que habíamos vivido. Era un Argentina solidaria donde nos importaba lo que le pasaba al de al lado”, indicó.
“Sé que estos 4 años han sido muy duros. Trabajo, salario, pobreza, el hambre que tanto preocupa a nuestro Presidente y que debería desvelar a todos los argentinos bien nacidos”, dijo la ex jefa de Estado arriba del escenario que se montó frente a la Casa Rosada. Luego, agregó: “Fueron 4 años duros para quienes fuimos objeto de persecución, a quienes se nos buscó hacernos desaparecer literalmente. A través dela humillación y de la persecución. Sin embargo, y pese a todo, estamos aquí”.
“Estamos aquí porque tampoco fue magia. Porque hemos unido voluntades. No solamente individual de un dirigente, sino la voluntad de millones que creen que es posible vivir en un país diferente, en un país mejor”, sostuvo, al tiempo que remarcó que “esa voluntad fue ayudada por la memoria”. “Nosotros le hemos puesto la voluntad política de cambio a la memoria del pueblo y a la historia”, sentenció.
Cristina dijo que el acuerdo de la unidad peronista se moldeó “con humildad” y que todos los dirigentes la deben mantener “para saber que lo colectivo es más importante que lo individual”. En esa línea, agregó: “Los dirigentes deben entender de una buena vez que no todo termina y empieza en uno. Uno es más grande cuando es parte de un todo. Sino son solo individualidades sueltas”.
“Los pueblos no son tontos. Conciben la lealtad con los dirigentes que sienten que los representa y los defiende. Esa voluntad, esa humildad y ese coraje tienen que tener un objetivo: el amor. Al que siempre nos ha movido. Por lo menos a nosotros en esta plaza. Mucho amor”, aseguró.
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