Alberto Fernández entró quince minutos antes de las dos de la tarde al despacho presidencial que había vuelto a pisar 24 horas después de las elecciones, en el inicio de la transición con Mauricio Macri, y que fatigó en innumerables cantidad de veces durante sus épocas como jefe de Gabinete de Néstor y Cristina Kirchner.
El flamante Presidente llegó a Casa Rosada un rato después del gabinete, que transitó las cuadras que separan el Congreso de la Casa de Gobierno en algunas camionetas dispuestas para la ocasión en las que, según reconstruyó este medio, se resaltó el primer discurso presidencial, de poco más de una hora.
“Ya está trabajando”, aseguraron colaboradores del mandatario una vez que Fernández ya se había acomodado en su despacho junto a su hijo, sus hermanos y su pareja, y su vocero, Juan Pablo Biondi, uno de los pocos que lo acompañó temprano en su departamento de Puerto Madero, antes de partir rumbo al Parlamento.
El jefe de Estado fue recibido en Casa Rosada por decenas de militantes, asesores y visitantes ocasionales al grito de “Alberto Presidente” y una lluvia de papeles en el mítico Patio de las Palmeras del gremio UPCN, que siguió el discurso en el Congreso a los gritos y con cánticos reiterativos.
Saludó a los mozos, pasó por la oficina del jefe de Gabinete que ocupó durante poco más de cinco años, entre el 2003 y mediados del 2008, y se abrazó con Víctor Bugge, el fotógrafo oficial del Gobierno, que le regaló dos fotografías. Lo acompañó además su amigo Francisco Bustillo, el embajador uruguayo en España.
En paralelo a la primera vez en el despacho presidencial del primer piso, el gabinete en pleno compartía un catering en los salones de los Científicos y Eva Perón, contiguos a los históricos balcones que dan a la Plaza de Mayo, frente al enorme escenario montado para el show de artistas que culminará a las 19 con las palabras de Fernández y de Cristina Kirchner.
En el resto de la Casa Rosada había un incesante desfile de colaboradores y funcionarios entrantes que reconocían oficinas, conversaban con los empleados y hacían reconocimiento de campo. Un alto funcionario que ocupará uno de los despachos del primer piso se había separado del gabinete para ocupar por primera vez su lugar de trabajo.
Para las tres de la tarde, según el cronograma previsto, el mandatario tiene agendado el saludo protocolar a las delegaciones extranjeras. Algunos de los presidentes presentes, como Mario Abdo Benítez, de Paraguay, y Tabaré Vázquez, de Uruguay -llegó acompañado de José “Pepe” Mujica y Luis Lacalle Pou-, habían pedido ayer alguno de los salones oficiales para mantener reuniones bilaterales. También Sebastián Piñera, que al final canceló el viaje por el incidente con un avión de la fuerza aérea chilena.
En torno a las cinco de la tarde, Fernández les tomará juramento a sus ministros, en el museo del Bicentenario. Y algunos de ellos ya empezarán a trabajar en los anuncios que realizó el jefe de Estado en su discurso en el Parlamento. Vinculados a la disolución de la AFI, a programas vinculados a la recuperación del empleo, de lucha contra el hambre y a un ordenamiento del Poder Judicial, entre otros.
A la entrada del Presidente en Casa Rosada lo siguieron otros dirigentes K que volvieron a la Casa de Gobierno después de años, como Carlos Zannini, designado Procurador del Tesoro, o Máximo Kirchner, jefe del bloque del Frente de Todos en Diputados. Además de dirigentes del PJ y de La Cámpora.
A partir del miércoles -se esperan anuncios y medidas en las primeras horas de gobierno-, el mandatario pasará buena parte de sus días en Casa Rosada. Acompañado por un grupo de funcionarios de relevancia que tendrán oficina cerca, entre la planta baja y el primer piso.
Abajo estarán Eduardo “Wado” de Pedro y el secretario de Interior, José Lepere, concejal de Almirante Brown e integrante de la agrupación La Cámpora, que en estos días visitó a su antecesor, Sebastián García de Luca. Vilma Ibarra, en la Secretaría Legal y Técnica, y Francisco Meritello y Biondi, a cargo de Medios y Comunicación.
En el primer piso tendrán oficina Cecilia Todesca, vicejefa de Gabinete; Julio Vitobello, secretario General de la Presidencia; Juan Manuel Olmos, jefe de Asesores, y Fernando “Chino” Navarro, a cargo de las relaciones político y parlamentarias.
Cecilia Gómez Mirada, del Grupo Callao, se reunió días pasados con los funcionarios salientes para coordinar la transición. Se ocupará de la relación entre el Poder Ejecutivo y el Congreso. Julián Leunda, ex C5N, segundo de Olmos, se reservó otras de esas oficinas que antes ocuparon Mario Quintana y Gustavo Lopetegui.
Aunque el principal despacho, en el mismo piso y pegado al de Fernández, está reservado para Santiago Cafiero, elegido jefe de Gabinete. El reemplazo de Marcos Peña. El nuevo presidente lo definió el viernes, en la presentación del gabinete, como su “alter ego”.