Al ingresar por última vez como Presidente a la Casa Rosada, Macri dijo: “Hoy es un día especial”. Habían pasado pocos minutos de las 9 y el mandatario se aprestaba a encabezar su última reunión de Gabinete, donde los ministros lo recibieron con un largo y fuerte aplauso.
En la despedida formal del Gabinete, Macri no dejó de preguntar si les había quedado algo de la gestión para comentar. Cada uno habló para agradecerle y hacer chistes sobre las últimas jornadas compartidas. Y se entretuvieron en preguntarle al ministro del Interior saliente, Rogelio Frigerio, si se había confesado ayer domingo en la misa que se realizó en la Basílica de Luján antes de tomar la comunión.
Entre cargadas mutuas y expresos deseos de vacaciones, la vicepresidenta Gabriela Michetti hizo firmar un cuaderno similar a los que hacen circulan al concluir un período escolar, donde el Presidente y los ministros dejaron sus recuerdos y afirmaron el compromiso de continuar con la relación a pesar del fin del gobierno.
Luego de que cada uno de los funcionarios informara cómo se hizo la transición en cada una de sus áreas y expusieran las reuniones con los ministros entrantes -la mayoría se realizarán hoy-, el Presidente saliente dio por terminada la reunión y sus funcionarios volvieron a aplaudirlo en señal de despedida.
“Yo me comprometí con millones de argentinos que votaron (a Juntos por el Cambio), sobre todo después de esas marchas que viví que son todavía imposibles de procesar por la carga emotiva y la esperanza, a estar. Pero voy a tratar de ayudar a coordinar, seamos más humildes en estos momentos”, dijo Mauricio Macri en una sorpresiva visita a la Sala de Periodistas de la Casa Rosada, ante una pregunta de si estaba decidido a liderar la oposición.
A modo de despedida, el Presidente saliente dijo: “Espero que sigan trabajando aquí en Casa de Gobierno cumpliendo con su tarea e informando a todos los argentinos como corresponde". Y contó que después de ponerle la banda al Presidente electo irá a su quinta Los Abrojos, donde comenzará un descanso que en el verano continuará con vacaciones en el sur del país.
“Hace mucho que este vértigo no para, también es bueno no abusar”, dijo. “Si no me mató el estrés que viví sobre todo desde septiembre del año pasado, ahora hay que darle tiempo al cuerpo para que se restablezca”, aseguró.
También consideró que “la transición fue histórica, la ceremonia en (la Basílica de) Luján fue histórica, poner la banda es un momento simbólicamente importante y lo importante es que arranca un nuevo período en la Argentina, él (Alberto Fernández) tendrá su mensaje, sus propuestas y trataremos -como ya dije en la fiesta de despedida que hice el sábado aquí en Plaza de Mayo- de tener una oposición constructiva”.
Macri llegó a la sala de prensa acompañado por su jefe de Gabinete, Marcos Peña, el secretario general de Presidencia, Fernando De Andreis, el secretario de Medios, Jorge Grecco, el secretario de Asuntos Estratégicos, Fulvio Pompeo y el vocero presidencial, Iván Pavlovsky.
Reafirmó: “Nosotros tenemos vocación de ser constructivos, defendiendo las libertades y la República, el respeto a la ley, las cosas en las que creemos, queremos ayudar a que el proceso de cambio que nosotros iniciamos, continúe”.
“Esos aparatitos son un enorme desafío a lo público”, comentó, distendido, cuando los periodistas se acercaron a saludarlo extendiendo los celulares. Y antes de retirarse, cuando se le preguntó por las elecciones en Boca Juniors, estuvo muy lejos de mostrarse consternado. “Felicito a Ameal, a Mario (Pergolini) y a Román (Riquelme), y a todos los que los acompañaron, entre los que están muchos que estuvieron con nosotros en el pasado", dijo. Y expresó: “Lo importante es Boca”.
Minutos más tarde, repitió las felicitaciones en redes sociales.
Luego de pasar por la Sala de Periodistas, Macri tiene previsto quedarse en Casa Rosada, donde almorzará con dirigentes de Juntos por el Cambio.
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