En razón de su estatus diplomático, los agentes intervinientes en el caso dejaron ir a Oscar Ricardo Valero Recio Becerra, pero no sin antes confirmar su identidad, confiscar como prueba el libro sustraído -una biografía de Giacomo Casanova- y citar a los testigos del hecho para que prestaran declaración.
Valero Recio Becerra fue designado embajador en la Argentina por el presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador. Se trata de un diplomático de carrera pero también de un hombre con actuación política en su país.
Su conducta, al momento de ingresar en la librería El Ateneo de Buenos Aires -el sábado 26 de octubre pasado a las 13:30 horas- resultó sospechosa a los ojos de los encargados de la seguridad del local comercial que hablaron de “una secuencia extraña" por parte del hombre de 76 años, que iba vestido con un traje claro. Su deambular, entre los estantes y los lockers del lugar, además del hecho de que ocultó un libro en un periódico llamaron al atención del encargado de de Seguridad que se comunicó con la comisaría.
Pese a su actuar sospechoso, el diplomático sólo fue interceptado cuando atravesó la puerta de calle. Desde ese momento se mostró cooperativo y accedió a mostrar lo que llevaba y el ticket de compra, que permitió corroborar que no había abonado el libro.
Por tratarse de un diplomático extranjero -con total inmunidad de jurisdicción y de arresto- el juez de turno ordenó dejarlo ir, previa identificación.
Según el relato de los empleados de El Ateneo, el hombre de traje beige “toma un libro y lo coloca entre las hojas de un periódico y continúa caminando por los distintos sectores del predio; (...) se acerca a la caja y abona unos CD’s”.
“Luego lo vio dirigirse a otra sala -se lee en el acta que consigna el relato del empleado-, donde deja cosas en un locker (destinados estos par ala guarda de elementos personales) y continúa caminando, procediendo el resto del personal (...) a observarlo en detalle y a través de las cámaras (...). Esta persona (.,..)se dirige nuevamente al sector donde dejó los elementos en el locker, retira los mismos y se acerca a la salida, al estar cerca de ésta, suena una alarma y en la vereda, fuera del local, el personal de seguridad demora brevemente a esta persona de traje beige...”
El expediente judicial, con las declaraciones de los oficiales intervinientes y los empleados de la librería, fue remitido a la Corte Suprema de Justicia, como lo ordena la ley. Esta a su vez comunica el caso a la Cancillería argentina que informa a su par mexicana.
El gobierno de México no ha resuelto aún la situación del embajador.
La prensa mexicana empieza a hacerse eco del caso -revelado hoy por Infobae- y la pelota ya está en el campo de México. La justicia argentina no puede investigar a un embajador.
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