El dictador Raúl Castro viajará a la Argentina para participar de los actos de asunción de Alberto Fernández, según adelantaron fuentes que trabajan en la organización del traspaso del poder que se realizará el próximo 10 de diciembre. Si bien actualmente el líder del gobierno cubano es Miguel Díaz-Canel, Castro fue invitado especialmente por el futuro jefe de Estado.
La estrategia diplomática de Alberto Fernández de establecer un amplio abanico de relaciones internacionales de la Argentina con el mundo quedará escenificada el día de su asunción, cuando concurrirán a la jura personalidades tan contrapuestas como el legendario líder del comunismo cubano Raúl Castro hasta figuras de centro derecha, el flamante ganador de las elecciones de Uruguay, Luis Lacalle Pou, el vicepresidente de China o el jefe de Estado de Paraguay Abdo Benítez.
Raúl Castro vendrá el mismo día de la asunción y no descartan que veinticuatro horas más tarde se reúna a solas con Alberto Fernández ya ungido como jefe de Estado. De hecho, la semana pasada el embajador de Cuba en Buenos Aires, Orestes Pérez, estuvo en las oficinas de Puerto Madero con el presidente electo donde hablaron de la necesidad de reforzar las relaciones bilaterales. Es que en el Frente de Todos creen que durante el gobierno de Mauricio Macri se resintieron las relaciones entre la Argentina y Cuba.
En la invitación de Fernández a Castro y su posterior confirmación para venir a la Argentina tuvo mucha incidencia la mano de Cristina Kirchner que en sus viajes reiterados a La Habana para visitar a su hija Florencia, que se encuentra realizando un tratamiento médico, estableció un vínculo estrecho con quien fuera presidente de Cuba después de la muerte de Fidel Castro.
No está confirmado aún si Castro llegará acompañado por el presidente Díaz-Canel aunque los allegados de Alberto Fernández ya se dan por satisfechos con la presencia en Argentina del presidente del Partido Comunista cubano.
Por otra parte, se supo que Alberto Fernández invitó especialmente al presidente electo de Uruguay Lacalle Pou al mismo tiempo que extendió la invitación al actual jefe de Estado uruguayo Tabaré Vázquez. Ambos estarán presentes en el Congreso para la toma de mando de Fernández el 10 de diciembre. “Se trata de un gesto que pidió especialmente Alberto para que haya una buena relación en adelante con Uruguay más allá del signo político distinto al del Frente de Todos que gobernará en Uruguay como es el caso de Lacalle Pou”, dijo un referente de Fernández que está en la organización de cada detalle del traspaso de mando.
Desde las oficinas de Puerto Madero y vía Cancillería también se extendió la invitación a los presidentes de Paraguay Abdo Benítez y de Chile Sebastián Piñera, aunque este último no confirmó aún su presencia en Buenos Aires el 10 de diciembre en función de los problemas que transita su país con una fuerte escalada de violencia contra el gobierno de centro derecha.
También se confirmó la asistencia de vicepresidente del Comité Permanante de la Asamblea Nacional Popular de China, Arken imirbaki, que es una figura de alta relevancia en la cúpula de poder de China. Es que el vicepresidente de la Asamblea está en tercer lugar en la línea de sucesión presidencial de Xi Jinping. Hay una intención muy profunda de Beijing por establecer un vínculo muy estrecho con el próximo gobierno de la Argentina en función de los intereses económicos que quieren desplegar los chinos en el país.
Hasta hoy no estaba confirmada aún la presencia de Evo Morales o Lula Da Silva en la asunción de Fernández. Es que el líder boliviano se encuentra asilado en México y al parecer no quiere salir de allí por ahora. Tampoco está clara la situación de Lula Da Silva ya que su presencia pondría en un compromiso al nuevo jefe de Estado argentino porque a quien corresponde invitar es al presidente actual de Brasil, Jair Bolsonaro, con quien Fernández no tiene la mejor relación.
Desde la diplomacia norteamericana no confirmaron aún quién será el enviado de Donald Trump para la asunción de Alberto Fernández. Se supo que será un funcionario de alta jerarquía aunque no se sabe bien si se tratará de un referente del ala económica o no del gobierno de Estados Unidos.