A una semana de pasarle el control de mando a Axel Kicillof, y en medio de la transición con los equipos del gobernador entrante, María Eugenia Vidal aseguró este mediodía que llegó a un acuerdo con la administración saliente de Mauricio Macri para una “actualización del Fondo del Conurbano”, la principal novedad que buscó instalar este mediodía durante el acto de rendición de cuentas que llevó adelante junto a su gabinete en el partido de Vicente López.
“Gracias al apoyo del Presidente recuperamos gran parte del Fondo del Conurbano. A partir del 2020 las sumas se van a actualizar por inflación automáticamente. Pero después de esta recuperación histórica tuvimos una dificultad. Las estimaciones de inflación fueron superadas por la realidad. El año pasado empezamos a reclamar la actualización del Fondo del Conurbano. Hoy les puedo anunciar que hemos recuperado el Fondo del Conurbano con esta actualización, y que estamos trabajando con el gobierno nacional para terminar de instrumentarlo. Es un hecho histórico. Son recursos que ya están acordados para el futuro”, resaltó la gobernadora acompañada por una veintena de funcionarios de su gabinete en el centro de convenciones del distrito que conduce Jorge Macri, que no apareció por el evento. Sus voceros aclararon que se encuentra de vacaciones.
La gobernadora, sin embargo, no dio precisiones de los montos: “Vamos a tener precisiones técnicas los próximos días”, contestó ante la pregunta de los medios. “Fuimos el primer gobierno que fue a la Corte. Nos vamos orgullosos de haberlo logrado y dejárselo al próximo gobierno”, abundó.
En Casa Rosada –Mauricio Macri está de viaje por Europa– y en el Ministerio de Hacienda tampoco brindaron detalles. No hay información todavía sobre la instrumentación, y sobre los montos, de un anuncio que impactará en la próxima administración bonaerense y en la relación entre Kicillof y Alberto Fernández.
“Los equipos técnicos del gobierno nacional junto al provincial se encuentran trabajando para definir la implementación e instrumentación del acuerdo alcanzado“, explicó, escueto, Damián Bonari, ministro de Economía provincial.
Desde el entorno del ex ministro de Economía no confirmaron si el anuncio de la gobernadora relacionado con el Fondo del Conurbano lo había tomado por sorpresa. Pero sus colaboradores sí aclararon que “Axel habló con ella sobre las necesidades de cerrar las cuentas reclamando lo que le debía el gobierno nacional”.
Hernán Lacunza, que después de las elecciones primarias de agosto se mudó del gabinete provincial al nacional, escuchaba con atención las palabras de la gobernadora desde las primeras filas, rodeado de diputados y colaboradores. Antes de empezar el acto, hubo que retirar sillas: había habido demasiado optimismo en la convocatoria.
El año pasado, el monto correspondiente a la administración bonaerense había sido de 21 mil millones de pesos. En el 2019, la cifra se había elevado a los 44 mil millones. Ahora, Vidal oficializó que habrá una actualización por inflación para compensar ambos números: el de este año y el del año pasado. Un reclamo que volvió a aflorar tras las elecciones.
Después de las elecciones, la mandataria y el Presidente tuvieron un encuentro a solas del que no trascendieron demasiados detalles.
El Fondo de Reparación Histórica del Conurbano, creado en 1992, estableció que la Provincia debía ser compensada con la recaudación del impuesto a las Ganancias por los aportes a la coparticipación federal. Vidal recurrió a la Corte Suprema no bien asumió su mandato. Y la discusión se emparentó después con la discusión del consenso fiscal que pasó por el Parlamento y que incluyó un debate con el resto de las provincias y la administración central.
El anuncio de la gobernadora se dio en el marco de la presentación de su balance de gestión, en el que aprovechó para repasar números de la economía y de la gestión de estos cuatro años.
Dijo que Kicillof se va a encontrar “el 11 de diciembre” con 25 mil millones de pesos de caja para “el pago de sueldos, de aguinaldos, de jubilaciones, de pensiones, de programas sociales, de alimentos y de insumos para hospitales en diciembre”. Según remarcó, en el 2015 se había encontrado con el equivalente a “700 millones de pesos”.
La gobernadora, sin embargo, evitó confrontar con su sucesor, que antes de empezar la transición había hablado de “tierra arrasada”. “No voy a hacer ninguna valoración sobre los dichos del gobernador electo. Sí hemos tenido semanas de trabajo intenso, silencioso y ordenado. Y reuniones de más de ocho veces en el caso de un ministerio. Nuestra intención es no entrar en ningún debate político”, subrayó Vidal.
La mandataria aclaró además, después de la polémica con Kicillof tras la victoria del Frente de Todos, que la deuda registrada de la Provincia es de 11 mil millones de dólares. Y que cuando llegó al gobierno era de 11 mil millones.
“Nosotros tomamos deuda para hacer obras. La situación cambió a partir del 2018, no solo para la provincia de Buenos Aires. Los 11 mil millones de dólares de deuda se ven en la calle”, explicó.
Vidal no quiso abundar en balances y autocríticas de la derrota electoral.
“La elección ya pasó, creo que aún no hubo tiempo de darnos un verdadero debate interno. Hoy hay responsabilidades más grandes, habrá tiempo para que Cambiemos haga su propio análisis, su autocrítica. Los que gobernamos somos seres humanos, no somos infalibles. Hemos puesto lo mejor de nosotros mismos. Por supuesto que habrá logros que reconocer y errores que marcar. Y también nos hacemos cargo de los errores”, remarcó la mandataria ante una pregunta de Infobae respecto a las responsabilidades por la derrota.
En esa línea, evitó polemizar también con Emilio Monzó, que en los últimos días avisó que empezaría a recorrer la provincia de Buenos Aires de cara al 2023, tras el acto que encabezó el jueves en Florencio Varela. La tensión interna por los liderazgos empieza a hacerse más palpable a medida que se acerca el 10 de diciembre.
“La Provincia no es de nadie, la Provincia es de los bonaerenses. Todos los dirigentes políticos que quieran recorrerla y escucharla, de Cambiemos y desde afuera de Cambiemos, pueden hacerlo. Como lo voy a hacer yo. Cada uno encontrará su manera y su camino, y me parece muy válido”, dijo sin mencionar al saliente titular de la Cámara de Diputados, con quien está enemistado desde antes de asumir la gobernación.
Vidal, que pretende convertirse en la jefa de la oposición bonaerense, adelantó su declaración jurada: se va, según oficializó, “con un departamento” que compró “con media casa y medio auto”, tras el divorcio; con “una deuda hipotecaria en los próximos 10 años para pagar el departamento”, y con “ahorros más bajos a valor dólar”. “No me voy con el bolsillo pesado”, dijo.
“No quiero vivir de la política”, reflexionó sobre su futuro. Ejerce cargos públicos desde hace al menos 12 años.