Redefinir el rol actual de las Fuerzas Armadas para darle “mayor empoderamiento en la sociedad civil”, reequipar en armas y vehículos las tres fuerzas, enfocar la defensa en el plano regional para despegarse del alineamiento con Estados Unidos y revisar los “grises en materia legal” que hoy creen que tienen los militares.
Cada una de estas ideas cristalizan la propuesta global de un plan para las Fuerzas Armadas de la Argentina que acordó Alberto Fernández con quien será su ministro de Defensa, Agustín Rossi.
“A partir del 10 de diciembre el nuevo gobierno revisará a fondo el decreto que firmó Mauricio Macri para derogar el decreto 727/2006 de Néstor Kirchner que reglamentó la ley de defensa nacional y limitó el accionar de las Fuerzas Armadas frente a ataques de Estados extranjeros”, expresó a Infobae un allegado a Rossi.
Se trata de una redefinición del nuevo rol que Fernández quiere darle a los militares porque entiende que la normativa que estableció el gobierno actual contempla “muchos grises en materia legal” que, al entender del presidente electo y de Rossi, dejan a los uniformados en una línea muy delgada para hacer seguridad interior, algo que está prohibido en la Argentina.
El día después de las elecciones de octubre Fernández lo llamó a Rossi y le pidió que se sume a su gobierno como ministro de Defensa. Según pudo reconstruir Infobae, en un primer momento el actual jefe de la bancada peronista en Diputados le dijo que debía pensarlo. Antes de eso había deslizado a algunos diputados amigos que “ni loco iría a un Ministerio que no tiene ni plata para comprar tres balas”, como dijo a uno de sus hombres de confianza en la Cámara baja.
Pero con la posibilidad concreta de volver a Defensa y la insistencia del presidente electo, Rossi empezó a trabajar arduamente para dar con el proyecto de ley que se aprobó en Diputados y ahora espera su sanción en el Senado. En esa iniciativa se crea el Fondo Nacional para el equipamiento de las Fuerzas Armadas (Fondef) que establece un incremento de partidas con un porcentaje de los ingresos corrientes de cada presupuesto. Será de un 0.35% en 2020, un 0.5% en 2021, un 0.65% en 2022 y un 0.8% en 2023.
Las cuentas indican que lo recaudado por ese fondo implicaría una suma superior a los $15.000 millones para 2020, lo que generaría un fuerte impacto en la economía de los militares destinado a reequipamiento. Bajo este manto de protección es que Rossi se animó a dar el paso adelante y encarar un nuevo desafío desde la cúpula del Edificio Libertador.
Rossi se convenció de volver a Defensa con un plan elaborado en plena coincidencia con el presidente electo. Luego se definió el acuerdo para que el jefe de la bancada de Diputados sea Máximo Kirchner, una decisión que Sergio Massa avaló desde el primer momento.
Según pudo saber Infobae, en un documento que le acercó el martes pasado Rossi al presidente electo en las oficinas de Puerto Madero figuran las bases centrales del plan para el futuro inmediato de las Fuerzas Armadas, que prevé los siguientes ejes temáticos:
Alineamiento regional. En función de la situación de violencia que se está dando en América Latina con una fuerte presencia de las Fuerzas Armadas en la política, el presidente electo cree que se debe “darle más poder civil” al sector castrense. Esto implicaría, por un lado, apoyarse en la estrategia política del Poder Ejecutivo, tener una fuerte presencia de los militares para ayudar ante situaciones de emergencia o catástrofes naturales y darle un fuerte contexto de integración regional a las Fuerzas Armadas.
Es decir, en los planes de Rossi y Fernández se buscará tener una mayor cooperación con las Fuerzas Armadas de América Latina y cierto alejamiento de la estrategia militar que fijó Macri con el Comando Sur de los Estados Unidos.
Algo de esto deslizó el diputado Rossi en el debate que se dio en la Cámara baja sobre la situación de Evo Morales, cuando dijo sin retaceos: “Las políticas que los Estados Unidos tienen para América del Sur las vemos claramente en las declaraciones del presidente Trump al apoyar el golpe de Estado en Bolivia”.
Como contrapartida, el futuro ministro de Defensa cree que hace falta una mayor relación con las Fuerzas Armadas de Chile, Paraguay, Uruguay, México e incluso desde el plano institucional con los militares de Brasil, a pesar de las diferencias ideológicas que existen entre Alberto Fernández y la política de Jair Bolsonaro.
En esta misma línea de acción, Rossi no descartó en la última sesión de Diputados recrear la Escuela Suramericana de Defensa que la ex ministra de Defensa Nilda Garré estableció en Quito, para lograr "una doctrina de defensa autónoma de todos los países de América del Sur, en contraposición con el Colegio de las Américas”, dijo.
Reequipamiento militar. En los días previos al debate del proyecto del Fondos para la Defensa, el diputado Rossi comentó a un grupo de legisladores de su bancada que “reequipar a las Fuerzas Armadas sería dar un fuerte respaldo a la industria nacional y no comprar todo de afuera”. Se refería indirectamente a los proyectos del actual ministro Oscar Aguad por la compra de aviones a Estados Unidos o Corea del Sur.
En este sentido, los planes de la nueva estructura de Defensa buscarán reforzar la industria militar nacional para el reequipamiento de armamentos a través de Fabricaciones Militares (FM), FADEA para la fabricación “en serie y no esporádica” de los aviones Pampa III para la Fuerza Aérea, revitalizar un acuerdo con INVAP para la fabricación de aviones no tripulados para la defensa y revisar en Tandanor de las posibilidades técnicas de reparar el submarino ARA Santa Cruz.
También se contempla la construcción por parte de Tandanor de un buque polar para acompañar al rompehielos Irizar en la campaña Antártica. Aguad tenía prevista una licitación en puerta para comprar a Estados Unidos o un país europeo un buque polar.
Revisión del decreto de Macri. El viernes pasado en el acto de egreso en el Colegio Militar el presidente Macri dijo que su valor agregado para las Fuerzas Armadas fue haber puesto en valor su tarea de todos los días “sin prejuicios y sin estigmas”. Sin embargo, Fernández y Rossi creen todo lo contrario: entienden que con la derogación del decreto de Garré y la puesta en marcha de un nuevo decreto que desarrolló un plan nacional para la defensa se “pisó una zona gris donde los militares pueden hacer inteligencia interior”.
Allegados a Rossi explicaron que esto sería el caso del accionar de los soldados del Ejército que distribuyó Aguad a lo largo de la Frontera Norte para dar apoyo logístico a las fuerzas de seguridad en el combate contra el narcotráfico. “El Ejército no está para hacer tareas de inteligencia y combatir el narcotráfico”, habría dicho Rossi en su diálogo con el presidente electo.
Así, se revisará el decreto de Macri y en lo inmediato habrá un repliegue de todos los soldados apostados en la Frontera Norte. La idea es que el ejército pueda hacer más tareas de ayuda humanitaria, atención en la emergencia y rescate ante catástrofes naturales.
Ciberdefensa. Cuando se reunió esta semana con el presidente electo, el futuro ministro de Defensa recibió el mandato expreso de Fernández de dar “un salto cualitativo importante” en materia de organización de un Centro de Ciberdefensa. Algo de esto había empezado a realizar Rossi antes de dejar el Ministerio de Defensa hace cuatro años atrás. Ahora quiere retomar esta idea y crear un centro de Ciberdefensa mucho más ambicioso que el que pretendía desarrollar Macri. “Los ataques cibernéticos y la defensa de la información sensible serán la nueva guerra que viene”, se lo escuchó a Rossi en los últimos días al reforzar esta idea.
Refuerzo salarial. Si bien en lo inmediato ni el presidente electo ni Rossi creen que habrá fondos necesario para nuevos aumentos en las Fuerzas Armadas se buscará trabajar en función de un plan para otorgar aumentos salariales futuros equiparables porcentualmente al de las fuerzas de seguridad. Es que en los últimos años la Gendarmería, Prefectura o la Policía Federal recibieron aumentos mayores que los de las Fuerzas Armadas. También se contempla que los aumentos suplementarios que se otorguen en el futuro sean remunerativos.
Rossi no tiene previsto ningún tipo de transición con Aguad y llegará el 10 de diciembre con idea de desterrar por completo a la actual cúpula del Estado Mayor Conjunto, liderada por el teniente general Bari del Valle Sosa; el titular del Ejército, teniente general Claudio Pascualini; de la Armada almirante José Luis Villán y de la Fuerza Aérea, brigadier general Enrique Amreir.
También está en los planes de Fernández para las Fuerzas Armadas que se vienen dar un mayor nivel de apoyatura a las campañas Antárticas en conjunto con Chile. Reforzar las misiones de paz y en el caso de la causa de reclamo de soberanía de las islas Malvinas delegar por completo ese tema en la Cancillería.
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