A pesar de que Felipe Solá, muy probablemente próximo canciller del gobierno del Frente de Todos, dijo que la política exterior puede definirse como de “subordinación y fotos”, Jorge Faurie evitó polemizar y aseguró: “Si es él quien me sucede, le deseo los mayores éxitos en la tarea que tendrá hacia adelante”. Y reconoció que no se verificó en el área ningún tipo de transición todavía ya que comentó que “este informe de gestión es solo un resumen que está a disposición de quienes van a llegar a la Cancillería y podrán ver allí lo que hemos realizado, lo que nosotros consideramos que son logros para que valoren incluso lo que no consideran logros”.
Consultado acerca de la continuidad de políticas de acuerdos y cooperación con distintos países, bloques y organismos multilaterales que se vinieron realizando en el último tiempo, destacó: "No soy yo el que tiene que sentir pena (de que no haya políticas de Estado); si las decisiones que tomen no son las que consideren mejores los argentinos, serán los mismos argentinos los que lo expresarán en su momento en las urnas”.
Faurie dio hoy en el Palacio San Martín un extenso informe de gestión ante la prensa rodeado de sus principales funcionarios, como Horacio Reyser (secretario de Relaciones Económicas Internacionales), Gustavo Zlauvinen (de Relaciones Exteriores), Ernesto Gaspari (de Coordinación y Planificación Exterior) y Alfredo Abrini (de Culto), entre otros.
Allí, definió a la política exterior desplegada durante el gobierno de Mauricio Macri como “un proceso de inserción internacional pragmática, inteligente y equilibrada” de la Argentina en el mundo, una “política de equilibrios y equidistancia en los principales conflictos o disputas globales”, priorizando el diálogo y el consenso. También destacó la “diplomacia presidencial” que facilitó la “confianza con los principales líderes” que permitió “recuperar el prestigio internacional” de la Argentina.
El canciller saliente dijo que cuando accedió a esa posición, el Presidente le pidió que “Argentina tiene que volver al mundo, y volvimos de una manera pragmática", buscando “tener confianza, tener reglas, tener previsibilidad y definiendo líneas que puedan ser políticas de Estado”. Aseguró: “Hablamos con todos, sin sesgo ideológico, definiendo los valores de la democracia y la libertad como asuntos elementales y trabajando bajo la impronta de la multilateralidad como base de nuestra política”.
Destacó el trabajo consular que se realiza con el millón de argentinos que viven en el exterior y con los cuatro millones que anualmente viajan por el mundo y aseguró que “hubo inversiones de los Estados pero también inversiones de las empresas”.
En relación a la presencia de Nicolás Maduro en la ceremonia de traspaso presidencial, dijo que “están invitados todos los representantes de los países con los que tenemos vínculos", que no es el caso de la Venezuela de Nicolás Maduro, con quien Argentina rompió relaciones. Es decir, está confirmado que el presidente de ese gobierno que Macri define como dictadura no estará en la asunción de Alberto Fernández, en acuerdo con el presidente entrante.
Explicó: “Nosotros defendemos la libertad y la democracia y nos oponemos a las violaciones sistemáticas de los derechos humanos. Desde esa perspectiva es que desconocimos el régimen de Maduro y reconocemos la autoridad que representa Juan Guaidó como presidente encargado de Venezuela. Esta es la posición del presidente Macri, de todo el Gabinete y de todos los argentinos que quieren vivir en democracia y en libertad. El próximo gobierno verá cómo quiere seguir”.
En cuanto a Brasil, que durante su informe Faurie dijo que se trataba de “una relación que estaba en el freezer”, destacó que “los vínculos están en el mejor nivel posible” por el equipo de trabajo conjunto que se realizó para alcanzar el acuerdo Unión Europea-Mercosur, que dejó un sistema de consultas permanentes que “es y será de gran utilidad”. Afirmó, además, que “Brasil es un socio ineludible de la vida de los argentinos, y trabajamos para tener un vínculo forjado en la confianza. El próximo gobierno tendrá que mostrar vocación de diálogo”.
Faurie hizo un repaso por la gran cantidad de cumbres que organizó nuestro país estos años y que organizará en los próximos, desde el G20, hasta la 11º Conferencia de la OMC, el ingreso a la OCDE, el evento de cooperación Sur-Sur con Naciones Unidas, la elección de Rafael Grossi al frente del Organismo Internacional de Energía Atómica y la presentación formal ante la FIFA de la candidatura para organizar el Mundial 2030, de manera conjunta con Chile, Paraguay y Uruguay, entre otros asuntos.
Consultado acerca de los nombramientos, designaciones y traslados que dispuso en el último mes, criticados por “escandalosos” por Solá, el canciller dijo que “la práctica de la Cancillería es que una vez por año se disponen designaciones y traslados, son unos 10 embajadores que van al exterior y un grupo de funcionarios muy reducido de 30 diplomáticos a los que se les cambia el destino, lo que corresponde porque somos un servicio exterior”.
“Quiero recordar que estos números son irrisorios con respecto a la misma práctica que se hizo el 1º de octubre de 2015 y el 10 de diciembre del mismo año, cuando se mandaron 18 embajadores al exterior, se trajeron otros 20 y se desplazó de funciones a 188 diplomáticos entre los que se fueron y volvieron, disposiciones que fueron respetadas por el gobierno del presidente Macri”, aseguró.
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