Más allá de la danza de nombres que circularon el fin de semana para el Ministerio de Economía del nuevo gobierno, Alberto Fernández, emitió ayer una nueva señal de respaldo interno hacia Matías Kulfas. No sólo eso, el economista favorito del presidente electo expresó a Infobae al salir de una reunión en las oficinas de Puerto Madero: “No hay preocupación por el dólar, está todo bien y todo se va a encaminar”, dijo brevemente.
En el largo desfile de dirigentes que pasaron ayer por las oficinas de Fernández sobresalió la figura de Kulfas quien se mostró tranquilo y seguro con la economía que viene. “Todo se va a encaminar”, reiteró.
Hermético y sin dar mayores definiciones sobre futuras medidas económicas, Kulfas no quiso dar detalles de su encuentro con el presidente electo. Mucho menos quiso responder si quedará el frente de Economía. La referencia de Kulfas al dólar resulta entendible: el presidente electo ya adelantó que mantendrá al menos por un año el cepo cambiario. Lo dijo hace 10 días en una reunión con 23 embajadores de la Unión Europea que lo recibieron para un almuerzo con agenda abierta.
No obstante, allegados a Fernández ratificaron que “Kulfas sigue siendo el economista predilecto y hombre de confianza” del presidente electo, lo que despejó, al menos por ahora, las dudas que hubo durante el fin de semana sobre la idea de un nombre tapado o de Martín Guzmán, un economista del riñon de Sergio Massa.
También quedó más firme la idea de que el economista Guillermo Nielsen se haga cargo de todo el proyecto de promoción de inversiones para el yacimiento de Vaca Muerta que tiene planificado el nuevo gobierno. De hecho, ni bien asuma en la Casa Rosada, entre la batería de siete leyes que Fernández quiere enviar al Congreso figura un proyecto de promoción de hidrocarburos. Esto implicaría avanzar con un plan de incentivo impositivo y asociación del Estado con empresas privadas para desarrollar tanto emprendimientos petroleros como de gas. Allí, Nielsen será el hombre clave para fomentar ese despegue y atraer inversores extranjeros.
El tema de análisis predominante de Fernández, Kulfas, Jorge Argüello, Santiago Cafiero, Wado de Pedro, Gustavo Beliz y el resto del equipo de economistas que ayer estaban en Puerto Madero era sin dudas la designación del nuevo secretario del FMI a cargo de la negociación con Argentina, el venezolano Luis Cubeddu. Este reemplazará en adelante al italiano Roberto Carderelli, quien en los últimos años estuvo al frente de las negociaciones por el otorgamiento de un crédito de 55.000 millones de dólares para la Argentina.
Hay dudas respecto de la postura que tomará el FMI con esta nueva designación en la etapa que se viene de la renegociación de la deuda. Fernández ya le dejó en claro a la titular del Fondo Kristalina Georgieva que la Argentina va a negociar para cumplir con el pago de la deuda “pero sin más ajustes”.
Massa, como próximo presidente de la Cámara de Diputados y un hombre que tendrá mucho peso en la toma de decisiones del nuevo gobierno, acordó con el presidente electo al menos siete proyectos de ley entre los que se destacan varios de corte netamente económico.
Por lo pronto se evalúa mandar al Congreso un proyecto de presupuesto propio, la iniciativa para avanzar con la renegociación de la deuda con el FMI, la ley de promoción de los hidrocarburos, el proyecto para crear el Consejo contra el Hambre y una ley de emergencia económica. Esta última iniciativa contemplaría, entre otras cosas, darle facultades al jefe de Gabinete para redefinir partidas, la renegociación de contratos y nuevos herramientas administrativas para el Presidente en materia económica.
A la vez, se prevé un destacado rol de las propuestas de política social. El futuro ministro de Desarrollo Social, Daniel Arroyo, ayer dialogó extenso con Fernández sobre lo que serán las medidas de emergencia en los primeros días de gobierno para atender a los sectores más necesitados. Más allá de promover la ley de creación del Consejo contra el Hambre fuentes allegadas al presidente electo dijeron a Infobae que no se descarta en este sentido emitir un bono especial de fin de año y avanzar rápidamente con las tarjetas electrónicas para que las madres de sectores vulnerables compren alimentos de lo que llaman una “canasta saludable”.
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