En medio de la polémica por la actualización del protocolo sobre aborto no punible, que fue impulsado por la Secretaría de Salud pero derogado por el presidente Macri, monseñor Néstor Aguer explicó que esa iniciativa “evita la aparición y la autoridad de los padres”.
Es que uno de los puntos del nuevo protocolo decía que “entre los 13 y los 16 años las personas adolescentes pueden dar su consentimiento autónomamente para las prácticas de ILE cuando esta práctica no implique un riesgo grave para su salud o su vida”. Y se preguntó en declaraciones a Radio Con Vos: “¿No tiene autonomía ni para votar pero va a poner en juego algo tan grave como la vida de la criatura y de la suya?”.
Aguer dijo que el aborto “es un crimen abominable” y puso como ejemplo a lo que dice el Concilio Vaticano Segundo, que lo empareja con el infanticidio. “¿Por qué la criatura tiene que sufrir la pena que habría que aplicarle al violador? En todo caso aplíquele la pena de muerte al violador, que no se ha ni hipnotizado ahí”, aseveró.
El religioso se preocupó por dejar en claro que "la misión es salvar vidas, no liquidarlas”. Y se preguntó: “¿Qué sanción le cabría a un presidente que aprobase la legalización del aborto? Yo creo que tendría que estar excomulgado, aunque no le importe un rábano”.
Para la realización de una ILE - de acuerdo al protocolo que fue dereogado- nunca es exigible la denuncia policial o judicial de violación. “En los casos de violación NO es necesario que la mujer relate los detalles del evento. No se debe insistir en preguntar y recabar datos del posible actor del delito de violación para no revictimizarla”, decía la publicación del secretario de Salud, Adolfo Rubinstein.
Ante esta situación, el religioso ultraconservador también opinó que la Corte Suprema es contraria al derecho natural. “Hay que establecer primero la cuestión biológica, si eso que está creciendo en el abdomen de una mujer es un ser humano o no. (...) No se puede negar que sea un ser humano, aún en el minúsculo embrión, tiene un ADN diverso del de la madre y del padre. Ese desarrollo tiene lugar luego en el vientre mismo (...) tiene un alma, subraya su carácter propiamente humano", explicó al ser entrevistado en Radio Con Vos.
Para Aguer, el aborto no es un problema de las clases bajas; sino todo lo contrario. “No son las chicas pobres las que quieren el aborto. Las personas que andan con los pañuelos verdes no son pobres, son burguesas. Es un problema de la burguesía”, remarcó. Y fue tajante: “Se ha utilizado el aborto para controlar el crecimiento de la gente pobre”
A su vez, puso en duda los números de los abortos ilegales que se utilizan para justificar el aborto legal, seguro y gratuito. “Hay una cifra que se cita impunemente, se dice que se hacen 500 mil abortos por año, es mítica”, aseveró. En el mismo sentido, criticó con dureza a la prensa por “machacar sobre el asunto”.
Finalmente fue lapidario con respecto a la perspectiva de género, ya que a su entender “lleva a la destrucción” del ser humano. Y puso como ejemplo lo que sucede con el sistema de salud: “Las obras sociales ahora plantean que tienen que pagar los tratamientos hormonales de cambio de sexo... el sistema sanitario argentino está colapsado".
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