Si bien Mauricio Macri y Alberto Fernández declararon esta semana que se habían congelado los contactos para la transición del poder, recientemente hubo un gesto que no es menor: Marcos Peña y Santiago Cafiero se reunieron en al menos dos oportunidades en los últimos diez días.
El jefe de Gabinete y uno de los hombres de máxima confianza del presidente electo analizaron diversos temas vinculados al traspaso del poder, entre ellos el protocolo que se cumplirá el 10 de diciembre para la jura y la entrega de los atributos de mando. Según publicó Infobae, luego de una breve polémica el presidente Mauricio Macri aceptará los deseos de Fernández e irá al Congreso.
Cafiero es uno de los hombres que tiene un lugar asegurado en el futuro gabinete de ministros. De no haber cambios, sucederá a Peña como ministro coordinador. Por eso, en estos encuentros, los funcionarios también dialogaron sobre cuestiones puntuales de la transición en la Jefatura de Gabinete.
Alberto Fernández tiene diferencias políticas con Macri que se profundizaron tras la renuncia de Evo Morales. Para el presidente electo se trató de un golpe de estado, mientras que para el actual presidente, Morales declinó su poder ante las protestas populares por el fraude cometido en los comicios del mes pasado.
En este contexto, Alberto Fernández redujo a la mínima expresión los contactos con Macri, y delegó en Cafiero la conducción de la transición y la entrega del mando. Frente a esta decisión política, el presidente encomendó a Peña que lo representara en las negociaciones para garantizar que todo fluyera sin conflictos hasta la ceremonia del 10 de diciembre.
Peña y Cafiero se encontraron dos veces en un lugar neutral. La iniciativa fue protagonizada por el jefe de Gabinete, ante el enfriamiento del diálogo entre Macri y Alberto Fernández. Peña entendió que las diferencias protocolares respecto a la transmisión del mando podían causar un ruido institucional, y no tuvo problemas en hablar con su probable sucesor y encarrilar las negociaciones en un discreto silencio.
Mientras Alberto Fernández aseguraba que ya no había transición, y Macri amenazaba con dejar los papeles de estado sobre los escritorios de la Casa Rosada, Peña y Cafiero remaban tras las bambalinas del poder para garantizar que todo se movería con normalidad hasta que el presidente electo se transforme en Presidente de la Nación.
Al margen del intercambio de información sensible de los ministerios claves de la Argentina, Peña y Cafiero pusieron foco en resolver el dilema de la transmisión del mando. Macri sugirió en el Salón Blanco de la Casa Rosada, y Alberto Fernández pretendía en el recinto de la Cámara de Diputados ante la Asamblea Legislativa.
Después del primer encuentro, Peña se reunió con Macri y reveló la diferencia sustancial que exhibía Alberto Fernández. El Presidente escuchó a su jefe de Gabinete y dio una instrucción precisa: “Se hará adonde quiera Alberto”, aseguraron a Infobae en Balcarce 50.
Con esta decisión política, en respeto de la institucionalidad, Peña y Cafiero terminaron de cerrar una hoja de ruta que garantiza una transición presidencial sin conflictos a la vista. Alberto Fernández jurará como Presidente de la Nación en el Congreso, y minutos después, Macri le entregará la banda y el bastón frente a la Asamblea Legislativa.
A continuación, Alberto Fernández pronunciará su primer discurso como jefe de Estado y Macri abandonará el Parlamento rumbo a Los Abrojos. Más tarde, el ya presidente tomará juramento a sus ministros en el Salón Blanco y hablará ante la muchedumbre que, seguramente, ocupará la Plaza de Mayo.
Peña y Cafiero quedaron en contacto. Habrá una foto juntos, el próximo 10 de diciembre.
Seguí leyendo: