La llegada a Uruguay del electo presidente de Argentina Alberto Fernández, a poco más de una semana de una elección que definirá el próximo presidente del país, fue considerado como una intromisión en los asuntos internos del país, por parte de integrantes del Partido Nacional.
Infobae consultó sobre la visita de Fernández al ex canciller Sergio Abreu, quién dirigiera la política exterior de Uruguay durante el gobierno del padre del candidato nacionalista, Luis Alberto Lacalle (1994 - 1999) y quién es actualmente asesor del partido Nacional en materia de Relaciones Internacionales. Abreu fue categórico en señalar que “esto fue una intromisión en los asuntos internos del país”. El ex canciller no cuestiona la visita al presidente Vázquez, pero “que esté visitando a un candidato a la presidencia sobre el cual ya expresó su solidaridad, es un exceso y una intromisión en los asuntos internos del país”.
El ex canciller si bien destacó que el instrumento del asilo político ofrecido por Fernández a Evo Morales es legal se debe usar únicamente cuando existe persecución política o cuando se amenaza la vida, pero no frente a delitos como ser el fraude electoral del cual se lo acusa.
“Hay que ver en que condiciones se da el asilo. También se debe recordar que el asilado tiene restricciones para realizar declaraciones políticas sobre la situación de su país, o sea no es como hace Morales ahora desde México”. Para Abreu, Alberto Fernández con sus movimientos a nivel regional podría estar intentando revivir algunos organismos que fueron impulsados desde Venezuela como ser la Unasur, y quizás convertirse en un nuevo líder.
“Fernández ha tenido comentarios hacia Brasil que ahora lo está alejando demasiado de ese país. Y lo que más preocupa es la posición que ha tenido sobre el acuerdo Mercosur - Unión Europea. Se debe recordar que el principal cliente de Argentina es Brasil, pero cuando ese país deba bajar los aranceles frente a Europa y abra su economía (por el TLC), ahí van a existir enormes problemas para Argentina en cuanto a la competencia dentro de Brasil con los productos europeos”, sostuvo.
Y concluyó: “Este hombre (Fernández) viene con la vieja marca de la Unasur y del Foro de San Pablo. Pero estimo que no le va a ser fácil, porque se debe recordar que no tiene mayorías parlamentarias” sostuvo Abreu al considerar que uno de los peores errores de Fernández sería tener una ruptura con el Brasil de Jair Bolsonaro.
La polémica comenzó cuando se efectuó el anuncio de la visita, ya que se consideraba que no era oportuna la presencia de Fernández en el país, y con un apoyo explícito a uno de los contendientes.
El domingo 24, el oficialista Daniel Martínez se enfrentará con Luis Lacalle Pou, candidato nacionalista que cuenta con el apoyo de un gran coalición opositora.
Las encuestas desde la primera vuelta daban para el Frente Amplio una baja considerable con respecto a su votación de 2014: casi un 10% menos. De un 50% cinco años atrás que le dio la mayoría parlamentaria se pasó a un 39%. De esta manera, la estrategia fue cambiando con los días buscando convencer a la ciudadanía para lograr recuperar unos 200 mil votos, una cifra muy importante si se tienen en cuenta la cantidad de ciudadanos habilitados para votar (2.6 millones).
La campaña fue subiendo de tono en las últimas semanas reflejándose esto en las redes sociales donde los ataques entre los seguidores de los contendientes son cada vez más violentos.
Y en este contexto es que llega Fernández, precedido de otro hecho no menor, una polémica declaración del presidente de Brasil días atrás. Jair Bolsonaro manifestó su apoyo al candidato Lacalle Pou, lo cual le generó críticas no solo desde el Frente Amplio por su intromisión en los asuntos internos del país, aunque el candidato nacionalista también efectuó el mismo cuestionamiento.
Entonces la pregunta que se realizaban quienes apoyan a Lacalle era el por qué ahora desde el FA se permite la intromisión, esta vez de un presidente electo argentino, por más que el mismo señalara que en realidad venía a visitar a dos amigos: Tabaré Vázquez y Daniel Martínez.
En medio de esto, la presidencia de la República se apresuró a comunicar que Fernández era quién había solicitado la reunión con Vázquez, desmintiendo de esta manera que fue el presidente uruguayo quién le había solicitado a su ahora par, que viniera a apoyar a Martínez.
Desde el Partido Nacional, el candidato Luis Lacalle Pou prefirió guardar silencio sobre esta visita. Según allegados esto se debe a que muy probablemente será el próximo presidente de Uruguay y por lo tanto deberá tener en Fernández a uno de sus mayores socios regionales. Por otro lado, Lacalle y Fernández se conocen desde hace varios años.
Además cualquier paso en falso a poco de la elección del domingo 24 podría restar puntos valiosos. No obstante fuentes nacionalistas dijeron a Infobae que si bien Fernández dijo que almorzaría con un “viejo amigo”, en la comida realizada en un restaurante del barrio Punta Carretas participaron también la candidata a la vicepresidencia Graciela Villar y el jefe de campaña de Martínez, Yamandú Orsi. Por lo tanto se consideró un apoyo implícito a una fórmula presidencial por el futuro presidente de Argentina.
Al culminar el encuentro Fernández dijo “en tiempos en que la desigualdad en América Latina se muestra tanto, ver a Uruguay, que es un país que en 2005 tenía 40 % de pobreza y hoy tiene 8 %, es una prueba de lo que ha hecho el Frente Amplio”.
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