La noticia sobre la decisión del falso abogado Marcelo D’Alessio de convertirse en arrepentido -después de la indagatoria del fiscal Carlos Stornelli y días antes del cambio de Gobierno- disparó una serie de especulaciones sobre el rumbo que tomará el expediente que nació en Dolores, en donde se investiga una red de espionaje político judicial.
Por ahora lo que tenga para decir D’Alessio es un misterio. Sí llamó la atención el momento elegido para pedir su rol de imputado-colaborador. La fecha fijada para esa declaración, según confirmaron a Infobae fuentes judiciales, es el 3 de diciembre. La llave para aceptarlo o no dependerá del fiscal Juan Pablo Curi.
No es la primera vez que Curi escuchará pedidos de arrepentimiento: ya le pasó con el ex espía Rolando Barreiro y con el suspendido fiscal de Mercedes Juan Ignacio Bidone. A ninguno de los dos los aceptó como imputados-colaboradores, aún cuando en ese momento sus dichos llevaron a plantear nuevos escenarios e imputados en el expediente.
La estrategia de la defensa de D’Alessio fue solicitar 15 días para “preparar” su declaración ante el fiscal. Algunos especulan con que el detenido buscará decir quién lo habría convocado para desarrollar las tareas ilegales por las que quedó preso y apuntar sobre funcionarios. En la causa quedaron plasmados los vínculos que D’Alessio se jactaba de tener con funcionarios.
Ya en indagatoria, D’Alessio había apuntado contra los ex comisarios Ricardo Bogoliuk y Aníbal Degastaldi por los encargos de espionaje y extorsión, diciendo que le habían prometido un cargo en la AFI. Fue por eso que el juez Alejo Ramos Padilla ordenó arrestarlos y terminaron procesados.
No es en la única causa en donde D’Alessio arremetió contra estos dos ex policías detenidos y contra otro funcionario actual de la AFI, Pablo Pinamonti. Curiosamente, D’Alessio pronunció mal ese apellido cada vez que lo tuvo que mencionar, según consta en el texto de su declaración. También acusó al empresario Pedro Etchebest, denunciante en Dolores, y despegó a Stornelli de la operación.
Se lo dijo al juez Julián Ercolini y la fiscal Alejandro Mangano en la causa que radicó en su contra Stornelli en Comodoro Py 2002 por haber pedido plata en su nombre al empresario Pedro Etchebest. Ramos Padilla le pidió a Ercolini que se inhiba de seguir interviniendo allí porque él ya está investigando lo mismo y D’Alessio ya fue procesado por ello. Ercolini giró el planteo a las partes para que den su opinión.
Mientras la tramitación sobre la posibilidad de D’Alessio de convertirse en arrepentido dependerá de lo que el falso abogado tenga para revelar, disparando hacia arriba y presentando pruebas concretas –según dispone la ley 27304-, el fiscal Stornelli todavía no consigue aún el cambio de defensor.
Es que el abogado Juan Martín Cerolini, quien pretendía asumir la representación legal del fiscal del caso de los cuadernos, venía representando a un imputado procesado en la investigación, Carlos Liñani, quien está acusado de haberle pedido plata a los hijos de un ex secretario de Cristina Kirchner que estuvo preso en el caso de las anotaciones del chofer Oscar Centeno.
Cuando esta semana el abogado Roberto Ribas formalizó el anuncio sobre la decisión de Stornelli de presentarse a declarar y luego anunció que renunciaba al cargo de defensor, en el juzgado se presentó el abogado Juan Martín Cerolini pidiendo asumir el cargo.
Sin embargo, Ramos Padilla advirtió que podría haber un conflicto de intereses entre la defensa de Stornelli y Liñani, aunque éste último había dejado de ser representado por Cerolini y asumía su representación legal la defensa oficial.
En una nota presentada a Ramos Padilla, Liñani afirmó: “Quiero aclarar que no conozco a Stornelli, jamás lo he visto ni hablado con él y mi único conocimiento es a través de los medios de comunicación y por su intervención en diferentes causas judiciales”.
“Entiendo que más allá de lo que se refiera al conflicto de intereses, debo dejar en claro esta situación de absoluto desconocimiento del Dr. Stornelli”, afirmó, según pudo saber Infobae. Ramos Padilla decidió que opinen sobre la cuestión el fiscal Curi y la defensa oficial “a fin de que manifieste cuanto sea conveniente”. Por el momento, Ribas sigue siendo el abogado de Stornelli.