La sesión que se llevó a cabo en la Cámara de Diputados fue larga y tensa. Sucede que en el recinto se discutieron dos proyectos, con posturas claramente opuestas, sobre cómo considerar y repudiar situación que atraviesa Bolivia. De un lado, el texto confeccionado por el PJ invitaba a rechazar por completo el “golpe de Estado”, mientras que la iniciativa presentada por Cambiemos pretendía dar cuenta de las irregularidades en torno al último proceso electoral, que fue dencunciado por la OEA y que derivó en un ahora fallido nuevo mandato de Evo Morales.
Finalmente, el peronismo logró aprobar en ambas Cámaras su proyecto, que no fue acompañado por los representantes de Cambiemos. Sin embargo, unos instantes antes de que en Diputados se le diera cierre al debate, un blooper protagonizado por Mario Negri logró descomprimir el ambiente y que todos dejaran de lado sus diferencias, al menos durante unos segundos.
“Se va a votar el proyecto consensuado del Frente para la Victoria”, avisó Emilio Monzó, ya muy cerca del esperado final. En ese momento, el diputado de la Unión Cívica Radical lo interrumpió y, cuando estaba por agregar un último comentario antes de votar a mano alzada, le entró un llamado a su celular.
"El teléfono... Perdón, el teléfono de alguien está sonando”, reclamó el presidente de la Cámara. “Ah, sí, lo estaban llamando a usted”, le devolvió Negri con una risa socarrona, mientras intentaba apagar el dispositivo. “Le pasó una vez al presidente...”, agregó a modo de justificación, recordando el episodio de Mauricio Macri en uno de sus últimos discursos de campaña.
Parecía que el chiste terminaba ahí, pero no. “No tengo miedo, pasemeló”, le respondió Monzó, que no se quiso quedar atrás en el paso de comedia, lo que desató el aplauso y la risa generalizada. “Se lo alcanzo. Pero lo estaban llamando de enfrente, eh”, insistió Negri, invitándolo con humor a tirarse para atrás. “También lo atiendo”, retrucó el presidente de Diputados. Y un nuevo aplauso tronó en todo el recinto. “Señor presidente, perdón”, dijo Negri, dando por finalizado el risueño ida y vuelta.
Luego sí, el dirigente radical continuó exponiendo su postura con seriedad y apeló a la “generosidad de su espíritu democrático”. Al final, se votó a mano alzada y el proyecto del Frente para la Victoria resultó afirmativo. “Quiero que quede constancia que atento al impedimento de la mayoría, nosotros nos tenemos que abstener a los efectos de la votación nada más. Pero que quede también constancia de que estamos en presencia del acto antidemocráctico más importante después de haber invocado a la democracia durante diez horas”, sentenció Negri.
Si bien ya había retomado la compostura habitual, no quedaba tiempo para más. “Queda levantada la sesión”, indicó Monzó. Negri ya había cumplido con su cuota de humor cordobés.
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