Pasaron dos semanas de las elecciones del 27 de octubre y desde el gobierno de María Eugenia Vidal se siguen lamentando no haber desdoblado los comicios bonaerenses de los nacionales.
Luego de que el pasado domingo el peronista no K Gustavo Sáenz se haya consagrado gobernador de Salta, provincia en la que el Frente de Todos había ganado a nivel presidencial, un ministro de Vidal reavivó la discusión interna que había tenido Cambiemos meses atrás cuando se barajaba la posibilidad de que las elecciones en Buenos Aires se adelanten a las nacionales para evitar el arrastre negativo de la imagen de Mauricio Macri, sobre todo en el conurbano, donde el kirchnerismo mantuvo el núcleo duro que traccionó los sufragios necesarios para que Axel Kicillof alcance el 52%.
En su cuenta de Twitter, Joaquín De la Torre, ministro de Gobierno bonaerense, repasó los resultados de las provincias que adelantaron sus comicios locales para separarlos de los nacionales.
“Santa Fe: (Omar) Perotti con el Frente de Todos ganó la elección a gobernador desdoblada. El FdT perdió la Presidencial. Salta: La Presidencial la ganó el FdT; la de Gobernador desdoblada la ganó Sáenz. Nequén, Entre Ríos, San Luis y Córdoba, lo mismo”, analizó De la Torre, resaltando la diferencia entre las gestiones locales y la administración nacional.
“¿Está claro que había que desdoblar, no?”, enfatizó su postura el ministro de Vidal.
El desdoblamiento de las elecciones tuvo a principio de año varias semanas de debate tanto en el Poder Ejecutivo Nacional, como en el Provincial. El equipo de Vidal apostaba a que adelantando los comicios en la provincia, la gobernadora al no estar atada a la figura de Macri podría vencer a Kicillof, sobre todo resolviendo la contienda electoral con anterioridad a la profundización de la crisis económica que tuvo su pico luego de las PASO del 11 de agosto. El desdoblamiento hubiese ayudado a ganar a Macri porque iba a desencajar el aparato partidario de los intendentes del PJ, sostenían desde la gobernación. Desde la Rosada le bajaron el pulgar a esa alternativa y finalmente, Vidal y Macri compitieron el mismo día. La más perjudicada fue la mandataria provincial ya que practicamente luego de las Primarias su suerte estaba echada: tenía que revertir en octubre los casi 20 puntos de diferencia que le sacó el ex ministro de Economía de Cristina Kirchner, en unos comicios donde la legislación bonaerense no permite ir a balotaje. El malestar del entorno de Vidal apuntó directamente al jefe de Gabinete, Marcos Peña.
Luego del 11 de agosto, en un clima de reproches y catarsis, la gobernadora de Cambiemos dio via libre a los intendentes del espacio para que municipalicen la campaña de cara al 27 de octubre. Los jefes comunales sumaron a su estrategia proselitista el corte de boleta, desligándose de los máximos referentes de Juntos por el Cambio.
De la Torre, ferviente defensor del desdoblamiento, fue apuntado como uno de los artífices del corte de boleta. De hecho, en San Miguel, distrito que gobernó tiempo atrás, fue el mejor ejemplo de campaña municipalizada con un corte de boleta quirúrgico. En las PASO, Jaime Méndez, el candidato de Juntos por el Cambio, alfil del ministro de Gobierno de Vidal, alcanzó el 46% de los votos, sacando una diferencia de nueve puntos al kirchnerista Franco Laporta. La particularidad es que en ese distrito Vidal había perdido por 12 puntos y Macri por 20. En las Generales, se profundizó esa diferencia y Méndez fue electo con el 55% de los votos, mientras que Laporta llegó al 38%. Allí las fórmulas del Frente de Todos a nivel nacional y provincial ganaron por más de 10 puntos de diferencia.
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