La transición bonaerense sumará esta tarde su segundo capítulo tras el encuentro de más de una hora y media que mantuvieron el jueves pasado María Eugenia Vidal y Axel Kicillof en el despacho de la gobernadora.
Según lo previsto, Federico Salvai y Carlos Bianco se verán por primera vez las caras a las 3 de la tarde en las oficinas de la administración provincial sobre la avenida Libertador, en el barrio porteño de Retiro, donde la cúpula del vidalismo pasa la mayor parte de su tiempo desde poco más de mediados del año pasado.
Así lo agendaron el viernes en una breve pero cordial llamada telefónica el jefe de Gabinete provincial y hombre de máxima confianza de Vidal y Bianco, el ex secretario de Relaciones Económicas de la Cancillería que reporta desde hace años a Kicillof. Le pidió a Salvai que la reunión fuera en la ciudad de Buenos Aires. En principio, ambos dirigentes estarán a solas. Pero el ladero del ex ministro de Economía podría llegar con Federico Thea, Augusto Costa o Agustina Vila, tres de los técnicos que esperaron al gobernador electo en una sala contigua de la Gobernación el pasado jueves, mientras conversaba con la mandataria.
“La idea de hoy es empezar a cerrar rápido las demás reuniones. Queremos salir de ahí con fecha y hora de esos encuentros”, aseguraron voceros del gobernador electo.
Kicillof, según confiaron desde su entorno, quiere que sus equipos técnicos hayan entablado esta semana con sus pares de la Provincia las primeras conversaciones en torno a Economía, Educación y Salud, tres de los principales ejes en los que el dirigente del Frente de Todos hará hincapié durante la transición. Infraestructura es clave para el ex ministro dentro del ítem Economía.
Ayer, Salvai no fue a la reunión de gabinete ampliado convocada por Mauricio Macri en el Centro Cultural Kirchner (CCK) que aglutinó a los principales funcionarios de Nación, Ciudad y Provincia, y en la que el Presidente buscó volver a ratificar su liderazgo, en medio de las tensiones internas por el futuro de la coalición cuando le toque ser oposición, a partir del 10 de diciembre.
El jefe de Gabinete bonaerense canceló su agenda a la misma hora en la que el jefe de Estado hablaba en el CCK para repasar detalles de la transición con el ministro de Economía, Damián Bonari, y Emmanuel Ferrario, subsecretario de Coordinación de Gestión. Bonari y Ferrario son dos de los funcionarios que llevarán adelante el intercambio de información con el Frente de Todos.
La gobernadora sí participó del gabinete ampliado: fue una de las oradoras. Su agenda del resto de la semana no tiene actividad pública. Solo encuentros reservados con sus ministros, de a uno. Para empezar a despedirse. Y contarles sus próximos pasos, a parte de fin de año.
La Casa Rosada dejó trascender desde mediados de la semana pasada un malestar creciente por la estrategia desplegada por Vidal en territorio bonaerense. Los cortocircuitos habían empezado a asomar tras las derrotas de Macri y de la gobernadora del 11 de agosto. Los chispazos quedaron guardados debajo de la alfombra desde septiembre hasta las elecciones, por la campaña. Volvieron a aflorar después del 27 de octubre.
Tanto allegados a Vidal como a Kicillof confiaron a este medio que las conversaciones corren por ahora por carriles normales. A pesar de que el ex ministro de Economía había criticado en duros términos la deuda en dólares tomada por el Gobierno provincial y festejado su triunfo el domingo 27 con un encendido discurso en el que acusó a la gobernadora de dejarle “tierra arrasada”. “Dejamos la administración mejor de lo que la recibimos”, contestaron ayer cerca de la mandataria.
Cuatro días después, Vidal recibió a su sucesor en sus oficinas de La Plata. Mate de por medio, hablaron durante más de una hora y media, y el diputado le adelantó, según pudo reconstruir este medio, parte de lo que le diría a los medios apostados en la entrada principal de la gobernación, sobre la calle 6. En particular, el pedido para que retrotraiga el aumento en las tarifas de luz del 25% previsto a partir del 1° de enero, oficializado a través de una resolución oficial horas después de las elecciones. El incremento se había pactado con las empresas en abril pasado.
En ese sentido, colaboradores de Kicillof confirmaron a Infobae que el gobernador electo planea revisar la transferencia de jurisdicción del servicio público de la distribución de la energía eléctrica a la administración provincial. Es decir, el traspaso del control de Edenor y Edesur a la ciudad y la provincia de Buenos Aires.
Por esa transferencia, un pedido de los gobernadores del PJ sellado en el paquete del pacto fiscal aprobado en el 2018, Vidal tuvo que afrontar este año unos 11 mil millones de pesos en concepto de tarifa social. Ese monto se incrementaría en forma considerable en el 2020.
En los próximos días, Vidal estará en condiciones de firmar el decreto con los nombramientos de los tres directores del Ente Metropolitano Regulador del Servicio Eléctrico (EMSE), propuestos en conjunto por el Ministerio de Infraestructura bonaerense y el Organismo de Control de la Energía Eléctrica (OCEBA). Fuentes oficiales resaltaron que la gobernadora podría dejar congeladas esas designaciones para darle esa potestad a su sucesor.
El EMSE, cuya creación fue ratificada por las legislaturas de la Ciudad y de la Provincia, tendrá el control de las distribuidoras de energía en un directorio compartido con los tres miembros que aún debe nombrar la administración porteña. La presidencia, en los primeros tiempos, estará en manos de Horacio Rodríguez Larreta. Kicillof busca revisar esos procesos, aún en marcha: “Pidió poner un freno de mano”.
Desde la administración bonaerense confirmaron además que compartirán con los equipos técnicos del ex ministro K el borrador del Presupuesto 2020 que la Legislatura provincial deberá votar antes de fin de año. Están abiertos, en todo caso, a corregir o modificar lo que sea necesario. “Queremos un presupuesto realista”, subrayaron colaboradores de Kicillof.
Antes de que termine el año, los legisladores bonaerenses deben negociar la Ley Impositiva y las designaciones de los organismos descentralizados y de control. Como el Banco Provincia, clave para la administración provincial. “La idea es pedir lo mismo que nos pidieron a nosotros”, abundaron cerca de Vidal.
Seguí leyendo: