Carlos Bianco, que se encamina a ocupar un lugar de relevancia en la estructura de la administración bonaerense, se fue como llegó: solo y en subte.
Cinco minutos antes de las tres, la hora pautada para la reunión, se apareció por las oficinas porteñas que desde mediados del año pasado ocupan María Eugenia Vidal y su entorno más cercano, sobre la Avenida Libertador, en Retiro. Tres minutos después, llegó Federico Salvai, el anfitrión, en compañía del ministro Gustavo Ferrari. Durante poco más de una hora, en el segundo piso, el jefe de Gabinete provincial y uno de los hombres de mayor confianza de Axel Kicillof le dieron el inicio formal a la transición bonaerense, tras el encuentro que el jueves pasado habían mantenido en La Plata la gobernadora y su sucesor.
“Fue una reunión ejecutiva y productiva. Le expresé las necesidades de información para hacer el diagnóstico fino. Nosotros tenemos los números gruesos. Ahora empezaremos las reuniones presenciales área por área", aseguró Bianco, ex secretario de Relaciones Económicas de la Cancillería, a Infobae y los medios que lo esperaban en la entrada del Museo Ferroviario, parte del edificio que Guillermo Dietrich le cedió a la administración provincial el año pasado y que Vidal deberá ocupar a partir del 10 de diciembre.
El ex funcionario se despidió de Salvai, bajó del ascensor y marcó el teléfono del gobernador electo para darle detalles del encuentro antes de caminar la larga cuadra que separa ese lugar de la boca del subte.
Mientras Salvai y Bianco apuraban el segundo capítulo de la transición, la gobernadora recibía a funcionarios en la oficina contigua. El enviado de Kicillof nunca se enteró de su presencia. Vidal reservó su agenda de esta semana para conversar, de a uno y a solas, con sus ministros. Con la mente ya puesta en la construcción que intentará liderar después del verano.
Bianco le avisó al jefe de Gabinete que les enviarán durante la semana pedidos específicos de información de algunas áreas. Y quedaron en juntar a los equipos técnicos a partir de la semana próxima. Damián Bonari, ministro de Economía provincial, y Emmanuel Ferrario, a cargo del control de la gestión, por el lado de Vidal. Agustina Vila, Augusto Costa y Federico Thea, además de Bianco, por el lado de Kicillof.
Según pudo saber este medio, uno de los puntos cruciales de la reunión de este martes fue la deuda flotante operativa en torno a los 50 mil millones de pesos que Salvai le confirmó a su interlocutor que tendrá la Provincia a fin de año. “Eran cosas que ya sabíamos”, reconoció Bianco a la salida.
En realidad, en el equipo de gobernador electo no tenían la cifra exacta, en su mayoría reconocida como “pago a proveedores”: habían esbozado que podía ir desde “40 mil hasta 80 mil” millones de pesos. En el entorno de Salvai subrayaron sin embargo tras la conversación que aún “no se sabe” el número final. “Es menos de lo que nos dejó (Daniel) Scioli”, consignaron. Y agregaron: “¡Y obvio que les dejamos para sueldos y aguinaldos!".
Fuentes del entorno de Kicillof resaltaron que el ex ministro le planteará a Vidal que le solicite un aporte extraordinario a Mauricio Macri para cubrir esa deuda. El jefe de ministros provincial abundó frente a Bianco, según fuentes que buscaban la solución en los bancos Nación y Provincia.
“Hay una Provincia con muchos problemas de distinta índole. Endeudada”, amplió Bianco a la salida. No hubo foto oficial del encuentro.
Hasta ahora, Kicillof no dio señales claras de cuál será su equipo de ministros. Solo están confirmados sus colaboradores más cercanos que lo acompañaron durante la campaña en el Renault Clío propiedad de Bianco. La designación del resto de sus funcionarios mostrará el rol que tendrán en el gobierno Cristina Kirchner, La Cámpora, el Frente Renovador de Sergio Massa o los intendentes.
Pero al encuentro de la semana pasada en la Gobernación, Kicillof llegó acompañado por sus principales laderos. Por Carlos “Cuto” Moreno y la senadora provincial Teresa García, del riñón de la ex presidenta.
Durante la reunión de este martes, Salvai le adelantó además a Bianco que había temas urgentes, como el Operativo Sol, que depende de la Policía Bonaerense. No hay indicios, por el momento, del sucesor de Cristian Ritondo. Tampoco de Ferrari, en Justicia: suenan desde dirigentes cercanos a Massa, a Eduardo “Wado” de Pedro y hasta el ex intendente Julio Alak, el postulante “platense”. Para todos los gustos.
Como había publicado hoy este medio, el jefe de Gabinete de Vidal le adelantó a Bianco el trazo grueso del borrador del Presupuesto 2020 que la administración deberá enviar a la Legislatura para su aprobación. Quedaron en analizarlo ambos equipos técnicos: Kicillof debe resolver si lo corrige, si confecciona un nuevo proyecto y si lo manda después del 10 de diciembre.
Además, fuentes del entorno del gobernador electo confirmaron que estudian una revisión del traspaso del servicio de distribución de la energía eléctrica a la Ciudad y la Provincia, un pedido de los gobernadore del PJ en la negociación que terminó con la aprobación del paquete fiscal aprobado por el Parlamento.
Este año, Vidal pagó, por la transferencia de Edenor y Edesur, 11 mil millones de pesos en concepto de tarifa social. La gobernadora está a la espera de la firma de decreto con el nombramiento de los tres directores que le corresponden a la Provincia en el Entre Metropolitano Regulador del Servicio Eléctrico (EMSE), creado en el marco del traspaso. A su lado confiaron que le va a dejar esa potestad a su sucesor.
Los otros tres directores –son seis en total– son designados por la administración porteña, es decir, por Horacio Rodríguez Larreta, que tiene la presidencia del ente en los primeros meses. “No nos cae simpático que sea así, queremos discutirlo”, remarcaron allegados a Kicillof.
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