La comida está prevista en el hotel Camino Real Polanco, tras la reunión a solas que Alberto Fernández y Carlos Slim mantendrán para analizar las relaciones bilaterales con México y sus inversiones privadas en la Argentina. Slim es un poderoso empresario mexicano a nivel global y en este país tiene invertido miles de millones de dólares con su compañía de telecomunicaciones. Fernández será anfitrión de los hombres de negocios más influyentes de México que aceptaron compartir una cena para conocer cómo piensa el presidente electo de la Argentina.
El jefe de gabinete del gobierno mexicano, Alfonso Romo, hizo la invitación formal a los empresarios que tienen las mismas dudas que rodean a Fernández cada vez que se encuentran con inversores extranjeros y argentinos: la influencia que Cristina Fernández de Kirchner tendrá en el gobierno peronismo y qué plan económico aplicará el presidente electo cuando asuma en reemplazo de Mauricio Macri.
En este caso, Fernández tiene una ventaja al momento de explicitar sus ideas económicas y financieras. El presidente electo fue apoyado públicamente por su anfitrión Andrés Manuel López Obrador, un político que es parco al momento de elogiar a otro líder internacional. En este sentido, el respaldo de López Obrador ayudará a Fernández al momento de explicar en la comida cómo hará para enfrentar la herencia recibida por la administración de Cambiemos.
A la cena llegaran Máximo Bedoya de Ternium, Blanca Treviño de Softtek, la empresa mexicana de TI más grande de Latinoamérica, Armando Garza Sada de Alfa (poderoso grupo industrial), Eduardo Padilla de FEMSA (embotelladora de Coca Cola), Carlos Salazar del Consejo Coordinador Empresarial CCE y un representante de la compañía Arca Continental. Estas empresas forman parte del núcleo duro de la economía mexicana y sólo alguna de ellas tiene inversiones en la Argentina.
Antes del encuentro en el exclusivo hotel Camino Real, Fernández mantuvo una reunión informal con López Obrador -aún es presidente electo- adonde analizaron las relaciones bilaterales, la situación regional y las posibilidades de mejorar los intercambios comerciales entre ambos países.
A continuación, López Obrador fue anfitrión de un almuerzo que también compartieron Felipe Solá, Cecilia Todesca y Matías Kulfas, asesores del presidente electo. Después, Fernández brindó una conferencia de prensa en la que se refirió a la continuidad del control de cambios: “El 10 de diciembre no es una fecha mágica”.
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