Desde que es presidente electo, Alberto Fernández alteró la logística con la que se mueve.
La Secretaría de Relaciones Exteriores mexicana fatigó con insistencia los teléfonos del entorno del presidente electo en la previa del viaje por ese país. El presidente Andrés Manuel López Obrador quería darle trato presidencial con todos los protocolos de un mandatario en ejercicio.
La Cancillería de México y la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA) están a cargo del operativo logístico de la visita de Fernández, que partió este viernes en un vuelo de la empresa Aeroméxico en compañía de Felipe Solá, Juan Pablo Biondi -su vocero- y de Miguel Cuberos. Una comitiva a la que se sumará el chileno Marco Enríquez Ominami, de estrecho vínculo con el presidente electo: ya había tenido una activa participación en el viaje del dirigente del Frente de Todos por España, después de las PASO.
El Gobierno mexicano ofreció autos blindados, seguridad y ambulancia para cuidar a Fernández. “Nosotros pedimos simpleza”, contestaron desde las oficinas del ex jefe de Gabinete, a quién sí le garantizaron un recibimiento en el aeropuerto por autoridades de la Cancillería de aquel país.
El ex jefe de ministros de Néstor y Cristina Kirchner no quiere que lo traten como a Mauricio Macri porque todavía no asumió. Aunque sí tendrá custodia de la administración local. “Es una responsabilidad que adquieren ellos”, resaltaron sus allegados. Lo mismo sucedió en sus visitas a Perú y Bolivia, aunque todavía no había ganado las elecciones.
Desde la representación diplomática de nuestro país en México, según pudo averiguar este medio de fuentes oficiales, también se comunicaron con Fernández para ponerse a disposición.
Su chofer de hace años, que lo paseó y cuidó durante toda la campaña presidencial -es oficial retirado de la Policía-, tampoco formó parte de la comitiva.
Desde el lunes pasado el presidente electo se mueve en un auto de la Policía Federal, con custodios dentro del vehículo, además de la seguridad con la que contaba antes de vencer a Mauricio Macri en las elecciones generales.
La otra camioneta que utiliza es la de su vocero, una Volkswagen blanca, que lo llevó el lunes al encuentro mano a mano con Macri en Casa Rosada. Biondi es uno de sus hombres de máxima confianza, que lo sigue a sol y sombra.
Según fuentes del Ministerio de Seguridad, a cargo de Patricia Bullrich, Fernández ya tendría asignados a un grupo de custodias de la Policía Federal, aunque no dieron demasiadas precisiones. No está reglamentado por ley en el caso de los presidentes electos hasta que asumen. Pero fuentes de esa cartera indicaron que en estos días hubo un refuerzo en la seguridad.
Este viernes, de todos modos, al acto que compartió con el ex presidente de Uruguay José Mujica en la Universidad de Tres de Febrero, Fernández llegó como siempre: con su chofer y su vocero. Había seguridad privada dentro del edificio y Policía bonaerense afuera. “Pero muy light”, resaltaron allegados al dirigente del Frente de Todos.
No tiene por ahora un médico que lo acompañe, como acostumbran tener los presidentes. Sí tiene apostado personal de Prefectura en las inmediaciones del departamento del barrio de Puerto Madero. Y efectivos de la Policía Federal en las puertas de las oficinas de la calle México.
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