Alberto Fernández compartió una colorida charla abierta con el ex presidente uruguayo José “Pepe” Mujica, en la que dejó de lado los temas políticos y abordó otros, vinculados con el rol de la cultura y el consumismo y sobre la influencia en los jóvenes de las muñecas Barbie o los dibujos animados de Disney y la Warner Bros. Durante el intercambio de ideas hubo lugar para curiosas reflexiones.
En ese contexto, el presidente electo se refirió a un icónico personaje de la Warner, el conejo Bugs Bunny. “Los dibujos animados son una forma de control social y Bugs Bunny es un gran estafador”, fue una frase que resume el análisis del dirigente del Frente de Todos durante su exposición de este mediodía en la Universidad de Tres de Febrero.
Acto seguido, Fernández recordó un artículo académico que nunca publicó, y que se refería a los “dibujos animados como sistemas de control social, como la familia, la escuela y los medios de comunicación".
“Los controles sociales son aquellos mecanismos por los cuales nos dan valores", reflexionó. “Disney es un gran moralista, que nos enfrenta frente al dolor, y siempre la metáfora dice que van a ganar los buenos. Bambi: matan a su madre unos cazadores furtivos, se recupera y se convierte en el rey de los ciervos en ese bosque”, analizó el nuevo presidente.
En su opinión, con la llegada de Warner Bros en la Segunda Guerra Mundial “empezó el modernismo". "Todos los dibujos animados de la Warner, como Bugs Bunny, el Pato Lucas, Elmer, el Gallo Claudio, son ejemplos de una disputa entre un tonto y un vivo, donde siempre gana el vivo. ¿Vieron alguna vez un estafador más grande que Bugs Bunny? Y fue modelo de muchos chicos y generaciones, un modelo de gran promoción del individualismo”, resaltó.
Pero más allá de estos dibujos animados clásicos, Fernández también hizo referencia a un género más moderno, el animé japonés. También consideró que tiene una influencia negativa.
“El animé japonés inyectó la lógica de la violencia. No tengo ninguna duda de que en la vida de las pandillas subyacía la cultura de esos dibujos. Como bien dice ‘Pepe’, nos inyectan un montón de datos que no nos damos cuenta”, afirmó el ex jefe de Gabinete.
"Definitivamente hay un modelo económico que ha triunfado en el mundo, que es el capitalismo. Y el capitalismo necesita de un sujeto que se llama consumidor”.
Y agregó: "El problema es que el capitalismo fue moldeándose a un tiempo distinto, que no solamente se satisfacen necesidades del que consume, sino que se generan necesidades allí donde no existen”.
En otro tramo de su análisis, y tras mostrarse crítico de una posmodernidad donde “impera el individualismo, el narcisimo y la meritocracia”, Fernández consideró a la bulimia y la anorexia como consecuencia de un “modelo de mujer que se llamaba Barbie, muñeca con formas anatómicas que no responden a ningún patrón genético humano".
“El objetivo de nuestras chicas es parecerse cada vez más a la Barbie”, remató.
Sin embargo, en un pasaje nostálgico, Fernández opinó que hubo un momento de reacción y que esos fueron “los hippies, que dijeron dejemos de consumir y vamos con libertad al amor y a la paz”. Pero “perdieron, pasaron a la historia como unos locos con pelo largo y sucio, y fueron una revolución”, dijo.
“Yo no soy solo el resultado de lo que Perón nos dejó, soy también el resultado de Joan Báez, Bob Dylan, Los Beatles y Walt Whitman. Soy un amante de la paz y del respeto de los pueblos. Tenía 10 años y leía revistas para hippies, creo en todo eso. La sociedad de consumo nos ha hecho perder todo esto", consideró.
“El objetivo de la vida es la búsqueda de la felicidad, dijo Aristóteles. ¿Qué es la felicidad? Alguien sabio como Pepe Mujica dice que la felicidad es ser feliz con lo que se tiene, y no atormentarme por lo que no tengo. Es difícil que se entienda en este tiempo signado por el individualismo, por la estética y no por la ética, pero es algo contra lo que tenemos que luchar", concluyó.
En otro tramo de la actividad, Alberto Fernández dijo que quisiera que lo recuerden como “un tipo solidario" que "se ocupó de los otros”.
“Lo importante es cómo nos recuerde la gente, el éxito no es juntar dinero sino ser querido por los otros. El éxito es que nos vayamos de este mundo y alguien diga: fue un tipo que se ocupó de los otros, solidario”, remarcó Fernández, y planteó: “El amor y el respeto del otro nos hace ricos, la fortuna va y viene”.
Por su parte, José ‘Pepe’ Mujica intervino en el auditorio, y a su turno, continuó con un mensaje del mismo tenor: “Verán que los economistas se horrorizan si el PBI no crece y las sociedades se miden en macro-números. Nadie le pregunta a la gente si es feliz o no. Si dejás que la presión del mercado te haga comprar, serás un prominente comprador pero difícilmente seas un ser humano feliz”.
E insistió: “Ninguna transformación es verdadera y vigente si no ocurre un cambio cultural”. “La receta está dentro de tu cabeza”, concluyó.
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