En el mediodía del miércoles 30 Sergio Massa conversó con Axel Kicillof. Fue a solas y en la oficina de la Avenida del Libertador. Kicillof es uno de los diputados que dejan el Congreso y la espada K en materia económica en cada debate parlamentario. A la tarde, el diputado electo que se encamina a presidir la Cámara baja compartió el recorrido por una fábrica de San Martín con Alberto Fernández. No tuvieron tiempo a solas pero hablan a diario y se reúnen con frecuencia. Apenas el presidente electo terminó su discurso, Massa se abrió paso entre los empleados que esperaban por selfies y prácticamente se retiró corriendo. La actividad había demorado su inicio y él tenía otra cita en Capital. Lo esperaba Cristina Kirchner.
“Terminó la campaña, estamos trabajando", repiten en el entorno de Todos mientras intentan dejar atrás los roces generados la noche del domingo en el búnker donde sólo subieron al escenario los favoritos de la flamante vicepresidenta. A diferencia de la noche de las PASO, donde la amplitud del triunfo fue más contundente y la ex presidenta se quedó en Santa Cruz, su presencia y la de referentes de La Cámpora se destacó por sobre el resto. Todavía mascullan bronca algunos gobernadores frenados en el escenario mientras otros prefieren focalizarse en lo que viene. Y lo que viene, más allá de las designaciones y el futuro gabinete, son políticas que necesitan de acuerdos parlamentarios.
El Frente de Todos impulsará a Sergio Massa como presidente de la Cámara baja en el lugar que hasta el 9 de diciembre ocupará su amigo Emilio Monzó. Esa será una transición fácil para el tigrense.
La agenda que viene
Desde ese rol, el ex intendente de Tigre ya punteó con la fórmula presidencial los temas urgentes, los instrumentos que necesitará el gobierno de Alberto Fernández para avanzar en sus propuestas de campaña que tienen como eje la generación de empleo, la contención social y del hambre y el pago de la deuda.
En su charla con Kicillof, hablaron de los temas que involucran a Buenos Aires y que pasan por la agenda del Congreso de la Nación. Y en su cita con Cristina, como en la diaria con el presidente electo, Massa avanzó con la lista de temas que son prioridad y que deben consensuar con anterioridad.
Según varias fuentes consultadas, el objetivo del frente que asumirá el 10 de diciembre es intentar que en una sola sesión se definan varios temas que serán el eje de la futura gestión: el Consejo Económico y Social (que integrarán el Estado, empresarios y sindicalistas y que buscará generar empleo, beneficios para la producción y cuidado de precios) y la base para la convocatoria a un Consejo de Seguridad que a futuro reemplazará al ministerio del tema.
La agenda actual y hasta fin de año incluye el Presupuesto, la reforma tributaria y, por supuesto, la deuda. En el primer caso el Gobierno ya envió su propuesta. Se acordó, como estrategia, tomar ese proyecto para no empezar nuevamente el trámite parlamentario y hacerle todas las modificaciones que consideren necesarias como adecuar metas, planillas y gastos a la nueva mirada del nuevo gobierno. Habrá gestiones ante el Fondo Monetario Internacional en paralelo. Con una premisa: los negociadores del Frente de Todos argumentarán, como lo hizo en campaña Fernández, que “el gobierno actual incumplió con el FMI”. Esperan ganar tiempo y conseguir respaldo.
En todos los temas, sin embargo, se decidió arrancar los debates el 10 de diciembre, tras la asunción de los nuevos diputados y senadores y el nuevo presidente de la Nación. Desde ahora hay contactos en busca de consenso y a fines de noviembre el Frente de Todos convocará a reunión de todos los legisladores electos para acordar el trabajo. No esperarán sin embargo hasta esa última semana del próximo mes para definir los temas o los responsables como autoridades parlamentarias, jefes de bloques y presidentes de comisiones.
Hasta hace unos días se planteaba la necesidad de apurar la sanción de la Ley de Góndolas y la de Alquileres. Hoy se está reviendo. Hay dos opciones: modificar los proyectos en tratamiento o esperar a diciembre y con la legitimidad del recambio avanzar con iniciativas propias acordes al plan que elaboran los futuros ministros de Desarrollo Social y de Hábitat y Vivienda, Daniel Arroyo y María Eugenia Bielsa respectivamente.
En parte son ‘las tareas’ que Alberto Fernández encomendó a sus equipos técnicos y sus diputados mientras que en el Senado será Cristina Kirchner, probablemente con el cordobés Carlos Caserio, quienes actúen en espejo. Algo de eso hablaron a solas Kirchner y Massa. El orden de todo el esquema y la visibilización de las futuras negociaciones los impondrá Alberto Fernández a su regreso de México. Viaja este viernes y regresa el miércoles 6. Lo acompañarán Miguel Cuberos, el chileno Marco Enríquez Ominami y Felipe Solá, que ayer estuvo con el embajador chino en nombre del presidente electo y que con este viaje deja en evidencia lo que todavía no anunciarán, su designación como futuro canciller.
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