El canciller argentino Jorge Faurie envió al embajador brasileño en la Argentina, Sergio Danese, una carta “personal” protestando por las declaraciones formuladas por Jair Bolsonaro sobre Alberto Fernández. También cuestionó los mensajes en redes sociales de Eduardo Bolsonaro –hijo del líder brasileño– sobre Estanislao Fernández, primogénito del presidente electo de la Argentina.
Antes de escribir la carta, el canciller conversó sobre este tema con Mauricio Macri, quien autorizó que se realice la protesta formal apostando a una transición ordenada también en el plano de las relaciones internacionales.
Este jueves, el ministro de Relaciones Exteriores habló del tema en una conferencia de prensa que se realizó en Casa Rosada tras la reunión de Gabinete: “Creo que esto tenemos que encararlo de un modo adecuado; en este momento de transición, la contribución más grande que puede hacer el Gobierno es dejar a su sucesor en el mejor pie posible y con su mejor capacidad de diálogo".
Esta mañana, en una entrevista con Luis Novaresio en radio La Red, el funcionario había manifestado su idea de no escalar aún más el conflicto para evitar un daño en las relaciones entre Argentina y Brasil. Sin embargo, tras el encuentro de ministros Faurie reveló que horas antes había remitido la carta con la protesta formal al embajador del vecino país.
En diálogo con los periodistas acreditados en Casa Rosada, el ministro de Relaciones Exteriores dijo que “el diálogo (con Brasil) es ineludible por la proximidad geográfica, por los vínculos comerciales y los proyectos que tenemos en el marco internacional. No olvidemos que este lunes logramos la elección del nuevo director general de la Agencia Internacional de Energía Atómica, que fue una candidatura regional trabajada con los funcionarios de (Jair) Bolsonaro”.
Y remarcó: “No podemos quedar reducidos a pequeñas frases a veces inapropiadas, (para solucionarlo) hay canales para hacer conocer cuál es la posición del Gobierno argentino, porque tanto Brasil como Argentina estamos relacionados con el mundo a través de nuestro relacionamiento bilateral". Finalmente, puntualizó: “Lo he comentado en una nota a título personal que le envié ayer al embajador de Brasil (Sérgio Danese) sobre algunas cosas que sucedieron ayer”.
La sucesión de declaraciones que vino realizando el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, contra el kirchnerismo y el presidente electo de la Argentina, Alberto Fernández, que fueron escaladas por los tuits de su hijo, el diputado federal por San Pablo, Eduardo Bolsonaro, pusieron en un incómodo lugar a la Cancillería argentina, que tiene la obligación de defender los intereses de la Argentina por encima de posicionamientos políticos, ideológicos o personales.
Antes de las PASO, el por entonces candidato del Frente de Todos viajó a visitar a su amigo Luiz Inácio “Lula” da Silva a la cárcel, lo que hizo que Bolsonaro reaccionara por primera vez contra él. Por su lado, el presidente de Brasil se expresó durante la campaña electoral argentina en contra de la posibilidad de que los argentinos voten a favor del candidato peronista.
El día de las elecciones generales, Fernández se sacó fotos haciendo la señal de la "L", el símbolo de “Lula Livre”, lo que ofendió especialmente a Itamaraty y también a los medios brasileños, que reaccionaron negativamente ante ese gesto que fue considerado una afrenta contra Brasil, y no tanto contra Bolsonaro. Finalmente, al realizar su discurso de victoria, el ya presidente electo saludó a Lula por su cumpleaños y volvió a pedir por su liberación, como si el asunto dependiera del Ejecutivo brasileño.
La reacción de Bolsonaro no se hizo esperar. No solo dijo que en la Argentina habían triunfado las fuerzas del mal, sino que anunció: “Nos preparamos para lo peor”. También intervino uno de sus hijos en el debate público, al compartir un posteo burlándose del hijo de Fernández, Estinislao, que se sacó una foto vestido de Pikachu (un personaje de la serie animada japonesa Pokemon). “Esto no es un meme”, comentó por Twitter.
Faurie considera que no puede hacer mucho más que enviar la carta personal al embajador brasileño y, por eso mismo, tampoco quiere hacerla trascender. “Justamente, es privada, no un comunicado de Cancillería”, dicen cerca de él. Y ponen el foco en que el presidente electo no designó todavía a ningún responsable de la transición en política exterior y no hay claridad para saber qué quiere hacer exactamente Fernández en relación a Bolsonaro.
Recordaron, por otro lado, que “tampoco fue sencillo para nosotros cuando Bolsonaro ganó las elecciones y dijo que Brasil iba a salir de Mercosur porque no servía para nada. Apostamos al diálogo y nos fue bien, cualquier repudio con bombos y platillos iban a perjudicar las cosas”.
Quien sí se expresó públicamente fue la ex canciller Susana Malcorra, a través de un tuit donde criticó a Eduardo Bolsonaro. “Quienes representan a los ciudadanos y ocupan (u ocuparon) posiciones de responsabilidad tenemos la obligación de liderar con el ejemplo. La aceptación del otro, el reconocimiento a la diversidad en nuestras sociedades y el respeto no pueden (ni deben) despreciarse tanto”, escribió.
Mauricio Macri tiene pensado viajar a la cumbre de presidente del Mercosur que se realizará el próximo 5 de diciembre en Bentos Gonçalves, donde está previsto el traspaso de la presidencia pro témpore que realizará Bolsonaro.
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