En la agenda internacional de Mauricio Macri solo quedó un viaje al exterior antes de dejar la Presidencia el próximo 10 de diciembre, ya que la cumbre de países del Asia-Pacífico, a mediados de noviembre, y la de presidentes que abría la reunión de Cambio Climático, el 5 y 6 de diciembre, ambas organizadas por Chile, fueron canceladas por el presidente del país trasandino, Sebastián Piñera, debido a la crisis social.
Antes de dejar el cargo, Macri viajará a la cumbre del Mercosur que está bajo la presidencia protémpore del brasileño Jair Bolsonaro, quien adelantó la reunión para el 5 de diciembre en la ciudad de Bento Gonçalves, a 125 kilómetros de Porte Alegre, en el estado fronterizo de Río Grande del Sur.
Lo habitual es que los países estiren la fecha del traspaso y lleven esos encuentros más cerca de fin de año, para tener más tiempo para negociar con los funcionarios de las naciones miembros (Argentina, Uruguay y Paraguay, porque Venezuela está suspendida), la agenda que más le interesa al país que tiene la presidencia temporaria, pero este no fue el caso.
Como se sabe, existe una gran tensión entre Bolsonaro y el presidente argentino electo, Alberto Fernández, quien en su campaña antes de las primarias visitó en la cárcel a Luis Inàcio (Lula) da Silva y el día de las elecciones generales se sacó una selfie haciendo el signo de la "L" de Lula Libre junto a su pareja y un grupo de amigos.
Hoy mismo, en un seminario de Fundación Getulio Vargas sobre energía, el actual director ejecutivo de Petrobas, el economista Roberto Castello Branco (de fuerte tendencia libremercadista) dijo: “Interesantes los argentinos, echan a los que no lograron resolver los problemas del país trayendo de vuelta a los que los crearon”.
Pero el presidente brasileño fue todavía más fuerte, ya que aseguró en una entrevista al diario O’Estado de San Paulo que el programa propuesto por Fernández en relación al congelamiento de los precios “no tiene cómo tener éxito” y, aunque aseguró que “no pensamos en romper nada (sobre una posible salida del Mercosur), esperamos que continúe con las mismas prácticas de Macri, apertura, libertad económica, respeto a las cláusulas democráticas del Mercosur. Pero nos preparamos para lo peor”.
De todos modos, también fue muy crítico con Macri. “Aquí sabemos en qué se equivocó. No hizo las reformas que tenía que hacer en el pasado. Me acostumbré a decir que quien se queda en el medio del camino, más temprano que tarde, no tiene como ir para adelante ni para atrás, y viene la derrota”.
La posición del Presidente saliente no es sencilla frente a Brasil, ya que debe hacer respetar la figura de quien será su sucesor, porque su obligación es defender los intereses de la Argentina. Que Bolsonaro lo haya criticado también le facilita esa posición.
“El Gobierno tiene que limar las asperezas con Brasil, es el aporte que tiene que hacer Macri en la transición, sobre todo si su intención es convertirse en líder de una oposición colaborativa. Es lo que corresponde y creo que es lo que hará, porque los intereses nacionales están por encima de los intereses ideológicos o personales”, dijo un experto en el vínculo entre ambos países.
Cerca del Presidente, por ahora, no quisieron revelarlo.
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