Pasa el tiempo y los números no repuntan. Las futuras intendentas que asumirán a partir del 10 de diciembre en la provincia de Buenos Aires son pocas, apenas seis, cuando el domingo pasado hubo un total de 135 municipios en juego. Se trata apenas del 4,4% de los cargos.
Las intendentas electas por el Frente de Todos son Mariel Fernández (Moreno), Mayra Mendoza (Quilmes), Blanca Cantero (Presidente Perón), María Viviana Fassi (Cañuelas) y María Celia Gianini (Carlos Tejedor). Una sola ganó por Juntos por el Cambio: Érica Revilla, de General Arenales.
En 2015, cuatro mujeres detentaban el poder comunal en los municipios bonaerenses. Tras la ola feminista, en un territorio que tiene un padrón electoral integrado por 6.406.026 mujeres, que solo dos más hayan sido electas sabe a poco. Sobre todo cuando Verónica Magario, la intendenta electa de La Matanza, dejará en diciembre el poderoso enclave peronista para ser la vicegobernadora de Axel Kicillof.
Entre los casos llamativos del domingo pasado aparece el de Mayra Mendoza, la intendenta electa de Quilmes, una de las ciudades más populosas del Conurbano. La diputada nacional de La Cámpora se impuso con el 49,6% de los votos sobre Martiniano Molina, de Juntos por el Cambio, que obtuvo el 43 por ciento.
Con su victoria, Mendoza recuperó un distrito clave que el peronismo había perdido en el año 2015. Antes, tuvo que vencer en la interna del Frente de Todos en las PASO del 11 de agosto a los otros tres precandidatos varones que formaron parte de esa competencia. En esa lista estaba el ex intendente Francisco “Barba” Gutiérrez, un histórico dirigente asociado a la estructura del PJ tradicional.
“No se asusten por lo que voy a decir, que no es contra nadie: se viene un municipio feminista, disidente, plural, diverso, inclusivo, nacional y popular. Se vienen las mujeres intendentas en el Conurbano. Eso nos hace mejores”, adelantó Mayra Mendoza al festejar la victoria en Quilmes.
El mensaje de Mendoza preanuncia lo que suele ocurrir cuando las mujeres empiezan a ocupar lugares de decisión. Otros temas, miradas y hasta estilos de conducción política pueden emerger y hasta adquieren mayor relieve, en contraste con lo que pasa cuando la representación es ejercida por los varones.
Brian Gallo, el joven que se convirtió en blanco de un ataque discriminatorio masivo a raíz de su vestimenta y su tez, recibió el apoyo del presidente Alberto Fernández. Antes había contado con el respaldo de dos mujeres: el de su madre y el de la intendenta electa de Moreno, Mariel Fernández, que obtuvo el domingo el 59,4% de los votos contra 28,8% de Aníbal Aseff, de Juntos por el Cambio.
“Hoy me enteré que estaba circulando un meme que estigmatiza a un joven de nuestro espacio político. Su abuela Coty, es mi madrina. Su madre Verónica, es ahijada de la mía y además es mi amiga de la infancia”, indicó la intendenta de Moreno en sus redes sociales. Fernández y Brian comparten militancia en el Movimiento Evita. La jefa comunal reveló que el joven trabaja en una cooperativa y que es voluntario en el Club de Fútbol Casa 2000, donde se dan prácticas deportivas y servicios alimentarios. “Sepan que hoy amo aún más a Brian. Porque se animó a ser presidente de mesa, cuando otros ni se presentan. Porque no quieren o se asustan”.
Mariel Fernández tampoco la tuvo fácil en su distrito. El 11 de agosto tuvo que enfrentar en las PASO a otras seis listas, algunas de ellas armadas por el intendente saliente Walter Festa, a quien logró vencer y superar por un margen de 9.300 votos.
En Presidente Perón, otra de las mujeres que resultaron vencedoras es Blanca Cantero, que venció a su principal rival Guido Giana de Juntos por el Cambio por 62,6% contra el 16,8% de los votos. La nueva intendenta es esposa de uno de los dos secretarios generales de la CGT, Carlos Acuña, y logró ganar en las PASO del Frente de Todos a Aníbal Regueiro, el intendente peronista saliente.
Al igual que en Moreno, en Presidente Perón hubo una situación excepcional y el PJ resolvió abrir la interna para que participe la dirigente massista. En toda la provincia, la norma de los apoderados del Frente de Todos fue no habilitar la competencia partidaria ante los intendentes propios que buscaban la reelección. Y eso perjudicó la posibilidad de que las mujeres tuvieran una oportunidad.
En Cañuelas, Marisa Fassi también resultó vencedora en la contienda, con el 49,08% frente al 42,66% de Santiago Mac Goe, de Juntos por el Cambio. Fassi es vicepresidenta del Congreso del PJ y ejerció en el último tiempo un rol de intendenta interina. Es esposa del intendente electo en 2015, Gustavo Arrieta.
Fassi reivindica el avance que tuvo el municipio en igualdad de género, durante su gestión como jefa de Gabinete municipal: “Fuimos los primeros en poner una presidenta en el Concejo Deliberante. También designamos compañeras en la Secretaría de Finanzas, Gobierno y Tesorería. Creamos una Secretaría de la Mujer, una comisaría de la mujer y llevamos adelante capacitaciones con perspectiva de género. Como mujer, tengo que decir también que voy a ser la primera intendenta de la historia de Cañuelas”.
Otro distrito bonaerense que estará gobernado por una mujer es Carlos Tejedor, aunque en este caso se trata de un retorno. María Celia Giannini regresa al poder municipal tras un período, al imponerse frente al jefe comunal radical, Raúl Sala, por 52,86% contra 45,44% de los votos.
Por último, la intendenta de General Arenales, Érica Revilla, será la única mujer de Juntos por el Cambio que gobernará un distrito. Obtuvo la reelección con el 58,1% de los votos, contra el 41,8% que alcanzó Emir Miranda, candidato del Frente de Todos.
“Trabajamos mucho. No es fácil para las mujeres ocupar espacios en política. Antes éramos cuatro, y ahora somos seis intendentas, de a poquito vamos sumando. En mi caso, soy la primera de la historia en lograr la intendencia de General Arenales, y ahora logramos la reelección. Estamos muy contentos por eso”, afirmó Revilla a Infobae.
Una disparidad de largo alcance
Más allá de las victorias puntuales, lo cierto es que el poder territorial está masculinizado. Según un estudio realizado por Cippec, la proporción de cargos ejecutivos municipales ocupados por mujeres no aumentó en los últimos 15 años. En todo el país, apenas el 10% de los municipios fueron encabezados por intendentas.
“Desde la recuperación de la democracia, los cargos ejecutivos a nivel local, como las intendencias, nunca han estado en más de un 10% en manos de las mujeres. Y cuando lo están, en general son localidades pequeñas en términos de territorio y población, con alguna excepción como puede ser La Matanza”, afirmó la abogada Natalia Gherardi, directora ejecutiva del Equipo Latinoamericano de Justicia y Género (ELA). “Es sintomático cómo desde los gobiernos locales muy pocas veces las mujeres tienen acceso a competir en cargos ejecutivos”, agregó.
En la provincia de Buenos Aires, la disparidad de género es aún más profunda. Hasta el 2023, las secciones segunda, quinta, sexta, séptima y octava no tendrán ninguna jefa comunal. Además, algunas se van en diciembre. Además de Magario, que dejará La Matanza para asumir como vicegobernadora, otras intendentas que no seguirán son Sandra Mayol, que no logró ser reelecta en San Miguel del Monte, y Fernanda Antonijevic, quien tampoco triunfó en Baradero.
“Es cultural. Yo en Cañuelas no he sufrido discriminación ni tratos machistas, pero sí he visto a compañeras que les cuesta muchísimo en otros distritos. Estoy segura que vamos a seguir avanzando. La mujer tiene mucha participación social y política en barrios y comedores. En cuatro años creo que va a haber una nueva oportunidad, ya que muchos intendentes no van a poder reelegir en un próximo mandato”, afirmó Marisa Fassi.
En el camino quedaron importantes dirigentes que no lograron imponerse en las urnas, como Florencia Saintout (La Plata) o Fernanda Raverta (Mar del Plata). Sin embargo, el filtro se produce mucho antes, en el diseño de la oferta electoral. Según reveló el programa “Veedoras” de la Red de Parlamentarias Mentoras, de los 471 candidatos a las intendencias, solamente 77 fueron mujeres. Esta cifra representa apenas el 16,3% del total de las candidaturas, un porcentaje menor que el registrado en las primarias (18,1%).
A nivel nacional, las mujeres fueron ocupando una mayor cantidad de cargos a partir de las cuotas de género, como la Ley de Paridad sancionada en 2017 para las boletas para diputados y senadores. La norma se replicó para los cargos legislativos de la provincia de Buenos Aires y otros distritos.
Sin embargo, el ejercicio del poder simbólico y real cotidiano permanece en los varones. Así como recibió críticas Mauricio Macri por contar con gabinete mayoritariamente masculino, el presidente electo Alberto Fernández tuvo ayer su primer cuestionamiento en las redes sociales. De las 42 personas que participaron de la “foto de familia” en la asunción del gobernador Juan Manzur en Tucumán, apenas había dos mujeres.
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