En lo que será su primera salida internacional como presidente electo de la Argentina, Alberto Fernández viajará este sábado al Distrito Federal para mantener una reunión con el presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador y emitir un fuerte gesto sobre su futura estrategia diplomática: avanzar hacia una nueva integración latinoamericana que, entre otras cosas, diseñe una salida verosímil a la crisis de Venezuela.
Fernández ejecutará un viaje relámpago -no más que 48 horas- y su objetivo primordial es exhibir su decisión geopolítica de privilegiar a América Latina, al margen de proponer relaciones internacionales con todos los estados de la comunidad global. Andrés Manuel López Obrador o AMLO, como se lo conoce en México, llamó ayer a Fernández para felicitarlo por el triunfo electoral y acordaron la visita que se concretará este fin de semana.
Asimismo, al evaluar las elecciones de la Argentina, el presidente de México se expresó muy conforme con la victoria de Fernández, aunque aclaró que “no puedo opinar más de lo que cada país soberano debe asumir como política. En el caso de México nosotros decidimos no continuar con la política neoliberal y estamos llevando un modelo distinto, de bienestar”, dijo.
Hace dos semanas, AMLO envió a la Argentina al secretario de Asuntos Latinoamericanos de la Cancillería de México, Maximiliano Reyes Zúñiga, quien viajó especialmente para coordinar los detalles de la visita. En aquel encuentro, el enviado de López Obrador dialogó con Fernández sobre la necesidad de establecer un vínculo estrecho entre ambos países, que incluyera una visión común sobre el futuro de América Latina y una salida a la crisis de Venezuela acordada con toda la región, que excluyera a Estados Unidos.
En este sentido, en el Frente de Todos ratificaron ayer a Infobae que la idea de Fernández es que la Argentina se aleje de las reuniones del Grupo de Lima, el núcleo de países latinoamericanos que con el apoyo de Estados Unidos expusieron duros cuestionamientos al régimen de Nicolás Maduro y plantearon una salida diplomática sin la presencia del líder populista en la mesa de negociaciones.
De esta manera, la idea de Fernández es concretar un nuevo espacio de relaciones en América latina que no este bajo la órbita de Washington. En este contexto, el presidente electo cuenta con el apoyo de Bolivia y Uruguay, entre otros aliados de la región. Se trata de la línea histórica que marcó Cristina Kirchner cuando estuvo en la Casa Rosada y que ahora se buscará replicar con otros actores.
Además, el presidente electo quiere acercar posiciones con México teniendo en cuenta que durante el gobierno de Mauricio Macri casi quedaron congeladas las relaciones por diferencias ideológicas, y Alberto Fernández cree que esto no es positivo ya que hay un fuerte flujo comercial entre ambos países que buscará aprovechar cuando asuma en diciembre.
Si bien la agenda del viaje de Fernández para este fin de semana se mantenía anoche bajo estricta reserva, se pudo saber que el sábado estará con AMLO, habrá un encuentro con empresarios mexicanos y con intelectuales alineados al gobierno de izquierda de México.
Tampoco está confirmada aun la comitiva que viajará con el presidente electo aunque se deslizó que Felipe Solá, Gustavo Beliz, Santiago Cafiero y Juan Pablo Biondi podrían ser de la partida. No se trataría de una comitiva muy amplia, ya que Fernández quiere que todo su equipo se quede en Buenos Aires concentrado en la agenda de la transición.