Alberto Fernandez y el empresario Teddy Karagozian, uno de los más grandes del rubro textil, anunciaron la reapertura de una fábrica cerrada en marzo de este año en La Rioja, provincia a la que habían llegado por las exenciones impositivas. Además el CEO del grupo TN & Platex prometió contratar a unas 200 personas, un centenar en el territorio riojano y el resto en otras plantas del país. Para justificar su reposicionamiento recordó que su empresa tenía en el año 2015 unos 1.900 empleados y durante la gestión de Mauricio Macri debió reducirlos a 1.100. La planta riojana la canibalizó y usó sus máquinas como repuestos, por lo que antes de reabrirla deberá incorporar nueva tecnología.
Karagozian esperó el resultado electoral para terminar de definir. Y cerró el anuncio en su viaje de este martes a Tucumán donde acompañó al gobernador Juan Manzur en su reasunción. Allí se cruzó con el presidente electo. Antes había hablado con Sergio Massa, diputado electo con el que tiene diálogo directo.
En 2015 Karagozian votó la fórmula Mauricio Macri-Gabriela Michetti. Seis meses después empezó a desilucionarse y lo planteó primero en privado y luego en público. En 2016 su empresa cerró una planta en Puerto Tirol, Chaco, y en 2018 la fábrica de medias en Ciudadela además de varias secciones en otras plantas. La razón por la que el empresario aceptó hacer el anuncio como primer acto de Fernández se la explicó a Infobae: “Ya no podemos endeudarnos más, solo se puede levantar la deuda trabajando”. “Confío", agregó otra vez ilusionado con el cambio de ciclo y mientras destacaba que comparte con el presidente electo del Frente de Todos su idea de apuntar a la producción en lugar de a la especulación financiera. “No todo es lo mismo”, remarcó. Aseguró que su inversión será de 4 millones de dólares mientras repartía un ejemplar de su libro Revolución Impositiva con el que promueve sus ideas para bajar tributos y mejorar el consumo interno. “Alberto representa la idea de que hay que trabajar. Acá buscaron refaccionar la casa y ponerla linda antes de que tengamos trabajo”, señaló sobre lo que pasó en los últimos años. La imagen del evento acompañó esa idea: Fernández recorrió la planta Kabrilex, en Avenida San Martín al 1400, posó con empleados y dio un discurso acompañado por el empresario y Brian y Karina Reinhardt, dueños anfitriones y principales clientes de Karagozian; el intendente local Gabriel Katopodis y trabajadores de la pyme detrás.
Se trató de preservar en secreto la actividad, pero cuando se corrió la voz, además de invitados, se juntó un grupo de gente a la que luego saludó al mejor estilo Néstor Kirchner, aunque con una valla de por medio. A las dos de la tarde una camioneta atravesó el portón gris de la textil e ingresó al estacionamiento. De la caja bajaron un atril. Finalmente no lo usaron y optaron por un recorrido por las máquinas que hilan, tejen y lavan las telas y un discurso de pie con micrófono en mano.
Fernández llegó tarde, había tenido un almuerzo más largo de lo previsto y mientras tanto, desde San Telmo a San Martín, fue viendo el partido de Talleres y Argentinos Juniors en el celular de su vocero, Juan Pablo Biondi. Lo esperaban desde temprano el diputado José Ignacio de Mendiguren y el intendente anfitrión Katopodis con su equipo. Después se fueron sumando el intendente de Hurlingham, Juan Zabaleta, Miguel Cuberos y Abelardo Vitale. Por la política local como gesto de unidad fueron los diputados provinciales Lauro Grande y Rubén Estaiman, además del concejal Hernán Letcher y los diputados Facundo Moyano y Leonardo Grosso.
En una ronda hubo varios sindicalistas a quienes Karagozian dijo que les debían que algunas pymes “sobrevivieran”. Estuvo Hugo Benítez, secretario general de la Asociación Obrera Textil; José Listo, secretario adjunto; Eduardo Peña, secretario adjunto de SETIA, que nuclea a los empleados textiles, y el secretario gremial José Minaberrigaray. Con ellos charlaban Ariel Schale, ex subsecretario de Comercio Internacional y actual director de la Fundación Protejer, y Norberto Fedele, socio gerente de Laminación Paulista Argentina. Fedele fue con un objetivo: recordarle a Fernández que el 11 de diciembre del 2003 Néstor Kirchner había visitado su fábrica en Loma Hermosa, en Ruta 8 y Márquez. Se paró apretujado entre los pocos invitados y contó que el 31 de julio ya le había hecho el mismo comentario a Fernández en una visita de campaña y que lo había hecho emocionar. Esta vez el presidente electo no lagrimeó pero se oyó un aplauso a su alrededor cuando el empresario pyme le arrancó la promesa de que irá a visitarlo el próximo 11 de diciembre.
En la recorrida, el empresario Reinhardt contó que su situación fue como la de Viven, la historia de los rugbiers que sobrevivieron a la caída de su avión en la Cordillera. Dijo que su empresa familiar “se comió” lo que iban dejando otros que cerraban del mismo rubro y así, con clientes ‘heredados’, se mantuvieron. Hoy estaba contento.
“Los Karagozian son una familia que apuesta hace muchos años al país, industriales que invierten y dan trabajo, no solamente aquí en San Martín sino en otros lugares del país. He visitado sus empresas y fábricas en Catamarca y La Rioja. Son los industriales que necesitamos los argentinos, los que invierten, arriesgan y dan trabajo. Y son ellos a los que el Estado argentino les tiene que hacer las cosas fáciles”, sostuvo Fernández en el breve discurso acompañado por Massa.
“En estos años, a aquellos que querían producir les hicieron todo difícil. El dueño de la fábrica me contaba que en 2015 pagaba la décima parte de energía de lo que paga hoy; que las facturas de gas vienen directamente en dólares y que hoy produce un 30% menos que en 2015. Eso le pasó a la industria argentina y no podemos dejar que siga pasando. La gran diferencia es que nosotros creemos que en Argentina no se debe especular financieramente. Hay que invertir, arriesgar y, al mismo tiempo, poner en marcha más máquinas que empleen a más personas”, indicó el presidente electo.
Y agregó: “Lo que va a salvar a la Argentina es que se produzca y se encuentre trabajo. Me parece que ese es el deseo de todos y cada uno de nosotros. La inmensa mayoría está cansado de levantarse y ver cuál es la tasa de interés que los bancos cobran del Banco Central en un juego especulativo. Nos interesa ver cuánto dinero quieren invertir los que generan trabajo y riqueza en Argentina”.
“Cuando discutimos con los chinos que debíamos proteger la industria textil, la industrial del zapato, del juguete, de las motocicletas, del caucho, estábamos convencidos de que de ese modo la Argentina tenndría industria y trabajo. Lo hicimos y lo vamos a hacer otra vez ahora, no tengan dudas. Vamos a poner de pie a la Argentina. Es un gran impulso, porque no estoy equivocado. La inmensa mayoría de los argentinos que trabajan e invierten quieren que los argentinos recuperen su industria y los argentinos vuelvan a trabajar. Los felicito y cuenten con que vamos a hacer las políticas que hagan falta para que en Argentina se produzca, se dé trabajo y se venda”, manifestó.
Fernández también remarcó: “He recorrido esta fábrica y he visto el stock que tienen, que produjeron y lamentablemente no venden. No venden a pesar de que la importación ha cesado. No venden porque la Argentina no consume, porque han empobrecido a la gente. Ningún capitalismo funciona sin un consumidor que mueva la demanda. Ese es el esfuerzo que vamos a hacer”.
Cuando abandonó la fábrica fue abordado por los medios y consultado por la transición con el gobierno de Mauricio Macri. Fernández completó: "Estamos ordenando todo tranquilamente”.
Mientras él se quedaba conversando y sacándose selfies se vio a Sergio Massa salir prácticamente corriendo. No quiso dar pistas, pero según supo Infobae iba a tener una charla a solas con Cristina Fernández de Kirchner, la vicepresidenta electa.
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